En esta edición última edición de Fruit Attraction, Campos de Jumilla ha querido mostrar al sector su continua adaptación a las necesidades del mercado, su evolución en la adaptación de variedades para dar al consumidor un producto de calidad y con muy buen sabor y olor, «que haga que el consumidor nos elija, así como que continuamos apostando por la calidad desde la producción hasta la confección de la fruta», nos explican sus responsables.

En cuanto a la expansión internacional, Campos de Jumilla es una empresa que apuesta por la consecución de una imagen y ventas que sobrepasen nuestras fronteras, pudiendo encontrar sus productos en diversos países de la unión europea, en lo referente a fruta de hueso; en el caso de su pera Ercolini es posible encontrarla a lo largo de la geografía Europea así como en países como Brasil, Arabia Saudí, Jordania y Emiratos Árabes entre otros. En los últimos años el volumen destinado a la exportación ha ido incrementado exponencialmente aprovechando las oportunidades de los mercados emergentes.

En los últimos años las innovaciones tecnológicas con aplicaciones al sector frutícola han conseguido la automatización de diversos procesos, repercutiendo en la tan necesaria reducción de costes e incremento de la calidad recibida por los clientes; tales como la automatización en la selección de los frutos, calibrado, paletización y sobre todo en la conservación post-cosecha del fruto pero sobre todo estamos apostando por la reducción de los insumos y el consumo de energía, reduciendo de esta manera el impacto sobre el medio ambiente.

A la pregunta de ¿Cómo es el trabajo anual de una empresa dedicada a la comercialización de fruta fresca de verano?, sus responsables nos explican que Campos de Jumilla no es una empresa convencional, se trata de una cooperativa formada por más de 90 agricultores en la actualidad y que ha ido creciendo con el paso de los años, desde su creación en 1986; la comercialización de la fruta fresca en verano no es más que el final del ciclo del trabajo que realizan nuestros agricultores después de todo el año, «somos el último eslabón de la cadena de producción. El trabajo comienza con la finalización de la campaña de comercialización, realizando análisis de cómo ha ido la campaña, previsiones de cosecha de los diferentes productos y variedades para la campaña, conversaciones de los diferentes clientes y proveedores y analizando la situación del sector para intentar realizar un mejor trabajo adaptando nuestra producción a las necesidades de un mercado cada vez más cambiante».

Por otro lado, para garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad de sus productos y servicios, Campos de Jumilla posee diversas certificaciones cómo Global Gap, IFS, BRC, GRASP, Certificado de Producción Ecológica, entre otras, que acreditan que realizan su trabajo cumpliendo los más estrictos estándares de calidad, pero no solo en el almacén, si no que ese trabajo se realiza desde la producción en las plantaciones de sus socios hasta la entrega del producto al consumidor final; «garantizando de este modo que nuestros productos llegan a los consumidores tal y cómo pretendemos que se consuma, disfrutando del producto y de sus cualidades y sabor», concluyen.