La Taberna 4 Cantones de la Corredera se quedaba prácticamente sin mesas en su terraza. De madrugada se llevaban el mobiliario que como cada noche había quedado apilado en un rincón de la terraza y atado con cadenas y un candado a un poste. “A la mañana siguiente nos disponíamos a montar la terraza y cual fue nuestra sorpresa al percatarnos de que nos faltaban más de la mitad de las mesas. No estaban. Inicialmente, creímos que podía tratarse de un error, que se hubieran metido dentro del establecimiento, como solemos hacer con las sillas, pero no estaban. Nos las habían robado”, aseguraba en declaraciones a LA OPINIÓN este martes Roberto Rodríguez Moya, propietario de la Taberna 4 Cantones.

El establecimiento se sitúa precisamente muy cerca de la confluencia entre las calles Corredera y Pío XII, popularmente conocida en Lorca como ‘Los Cuatro Cantones’, de ahí el nombre de esta taberna. Han denunciado los hechos que sucedían días pasados. El mobiliario es pesado y de gran volumen, por lo que se cree pudieron ayudarse de algún vehículo para llevar a cabo el traslado. “Estamos en una calle peatonal alejada en cierto modo de vías transitadas por vehículos. No creo que se las llevasen a pulso, porque el trayecto es largo”, apuntaba el dueño del establecimiento.

Los hechos han sido denunciados en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía a donde se han trasladado las grabaciones de una cámara de seguridad con que contaban en la terraza. “La tenemos porque así el personal cuando está dentro puede saber si ha llegado algún cliente y atenderlo lo antes posible, pero también nos va a permitir conocer detalles sobre el robo y quién lo ha llevado a cabo”, explicaba Rodríguez Moya.

La terraza de la Taberna 4 Cantones ha sido recompuesta como han podido hasta que lleguen las nuevas que acaban de encargar. “Tenemos una mesa que hemos montado con un tablero. Las que teníamos frente a la Comunidad de Regantes no las hemos podido sustituir por bajas y hemos puesto unas altas hasta que lleguen las nuevas… La terraza está montada un poco a remiendos, pero esto es lo que hay”, relataba.

Todavía, admitía, no se creía que había sido objeto del robo de las mesas de la terraza. “No. Aún no me puedo creer lo que nos ha sucedido. Es algo sorprendente. Antes metíamos las sillas dentro y las mesas se quedaban atadas a un poste. Ahora, habrá que meterlo todo cada noche en el interior del establecimiento para evitar un nuevo asalto”.

Lamentaba el incidente, pero reconocía que “en otra época del año nos hubiera destrozado. Si el robo se produce en Semana Santa o Feria, en que no hay posibilidades de reacción, nos hubiera hecho mucho daño, aunque ahora también nos ha ocasionado muchos problemas”. El valor de lo robado, admitía, supera los 1.200 euros. “Se han llevado el cincuenta por ciento de las mesas que teníamos en la terraza, doce mesas”.