Ayer las peñas del Carnaval se soltaron las ataduras de los nervios del primer encuentro con el desfile y disfrutaron como nunca con los paseos de la bahía de Levante llenos de público.

El desfile duró algo menos de las tres horas y media que se sobrepasaron el sábado, que pasó factura, ya que el desfile de ayer, según fuentes municipales, lo presenciaron unas 10.000 personas, cuando el del sábado lo vieron unas 25.000.

No es febrero, pero además de la afluencia de miles de visitantes, este fin de semana las calles de la ciudad costera se han parecido mucho a las fechas de carnaval, con fiestas en lugares tan clásicos como la calle del Casino, incluyendo versión verano a los establecimientos de ocio.

Diferente ha sido ver, a escasos metros, cómo se compaginaban los baños en la playa y los carnavaleros en los paseos.