La redacción del Plan director del Patrimonio minero industrial y geológico de la Sierra de Serrata se iniciará de inmediato, después de que este jueves el Ayuntamiento y la Asociación para el Desarrollo Rural Campoder, firmaran la recepción de la subvención de 17.726 euros de los Fondos Leader para sufragarla.

El Plan director “nos permitirá conocer cuál es la forma de intervención que se debe llevar a cabo, secuencia de la misma y el saber en todo momento qué es lo que hay que hacer de cara a la recuperación del coto minero”, afirmaba el alcalde, Diego José Mateos.

El plazo de redacción será de 18 meses. Antes, desde la Concejalía de Cultura, se ha realizado toda la tramitación necesaria, que “ha consistido en una compleja memoria descriptiva para solicitar la subvención”, explicaba Mateos. El proyecto, señalaba, tiene dos líneas de actuación. Por un lado, el minero y, por otro, el geológico y paleontológico.

Mateos insistía en que “nuestro objetivo es proteger el coto minero y dar a conocer la historia minera de nuestro municipio. Para ello, queremos usar los restos de las edificaciones para hacer un centro de visitantes minero”. La intención, detallaba, es rehabilitar de los hornos, “para explicar cómo se realizaban las operaciones necesarias para obtener el azufre y dar a conocer una forma de vida, la minera, que forma parte de la historia de Lorca, además de cómo se formó geológicamente, en esa zona, un sedimento tan importante, estudiar qué nos dicen esos fósiles acerca de nuestro pasado”.

Miguel Buendía y Diego José Mateos, durante el anuncio de la redacción del proyecto. L. O.

Recordaba que el municipio ha tenido a lo largo de su historia una actividad minera notable, desde minas de bauxita, en la zona de Zarzadilla de Totana, hasta explotaciones de pórfido en Almendricos, pasando por las muy notables minas de azufre en la Sierra de Serrata, ubicada en la pedanía de Barranco Hondo, que ya empezaron a ser explotadas en la Edad Media, siendo su explotación más intensiva en torno a los años comprendidos entre 1850 y 1945, dejando de ser explotadas en 1959.

El coto minero de Serrata está inmerso en años de profundo abandono, “aún se conservan restos de edificaciones en una de sus zonas con muros de hasta seis infraestructuras diferentes y, también, hay otros restos de edificaciones que corresponderían a los hornos y otros elementos relacionados con el trabajo, así como numerosos pozos abandonados y es en su recuperación y puesta en valor en lo que estamos trabajando”, argumentaba Mateos.