Las intensas lluvias de los últimos días, que han dejado en el municipio más de 100 litros por metro cuadrado, han obligado al desmonte del cerro de la avenida de Los Ángeles. “El corrimiento de tierras y desprendimiento de grandes piedras había puesto en peligro la seguridad de los vecinos de las viviendas colindantes quienes, mientras se desarrollan estos trabajos, han sido realojados”, afirmaba la edil de Fomento, Isabel Casalduero.

En las últimas 24 horas se han producido, reconocía, “hasta siete incidencias relacionadas con desprendimientos en cabezos y laderas”. Los servicios técnicos y de emergencias “trabajan para devolver la normalidad y asegurar todas las zonas”, avanzaba.

En la carretera de subida al Castillo, donde se desprendieron grandes rocas que impedían la circulación, también se actuaba para dejar libre la calzada, admitía. Y en el carril bici, en la entrada al casco urbano de la ciudad, que quedaba ocupado por desprendimientos “está siendo liberado”, argumentaba.

Los desprendimientos caídos a la vía pública desde inmuebles también han sido retirados “y acordonada la zona”. La edil de Fomento añadía que a estas incidencias hay que sumar las que se producían en la jornada del miércoles en la Rambla de Biznaga y que “provocaron el corte de sus accesos por estar impracticable, así como diversos socavones en calzadas del término municipal que serán solventados en cuanto las lluvias cesen”.