El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió ayer con el alcalde de Lorca, el socialista Diego José Mateos, una semana después de que un grupo de manifestantes entrase por la fuerza al ayuntamiento de la localidad y obligase a suspender el Pleno. Un hecho que Sánchez calificó de «intolerable» y cuya investigación policial concluyó con la detención de siete personas.

En un mensaje en Twitter, Sánchez informó de la reunión y señaló que lo sucedido en Lorca el pasado lunes es algo «absolutamente intolerable» y que «no tiene cabida en nuestra democracia».

Asimismo pidió preservar la política como «espacio para el diálogo, la convivencia y el acuerdo», tras un encuentro que se produjo en el transcurso de la visita de Sánchez a Níjar (Almería), donde visitó una planta de energía geotérmica.

Por su parte, Mateos indicó que «en dicha reunión el presidente de España ha mostrado toda su solidaridad y se ha interesado por la situación del Ayuntamiento de Lorca, tras los acontecimientos del pasado lunes. Ambos hemos coincido en condenar con rotundidad todo uso de la violencia, así como hacer una férrea defensa de los valores democráticos y de los sistemas de representación».

Hay que recordar que el pasado lunes una treintena de ganaderos irrumpió en el ayuntamiento de Lorca con el objetivo de «paralizar» una moción presentada por el equipo de Gobierno local en la que se iba a incluir, en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una modificación que «supondría detener la implantación de nuevos cebaderos o la ampliación de los existentes», según confirmó el presidente de Adespo Lorca, Paco Román.

La irrupción la llevaron a cabo cerca de una treintena de manifestantes que saltaron el cordón de seguridad accedieron a las dependencias del consistorio en los minutos previos a la celebración del pleno, que finalmente fue suspendido.