Turismo

La otra Lorca monumental

En su recorrido los visitantes ven palacios y escudos heráldicos, pero también pintadas, ropa tendida en los balcones y aparatos de aire acondicionado en las fachadas

Amasijo de cables en un poste de Fernando el Santo.

Amasijo de cables en un poste de Fernando el Santo. / Pilar Wals

Pilar Wals

La Lorca, de los cien escudos, de fachadas blasonadas que esconden palacios y casas solariegas es también una ciudad repleta de instantáneas que no querría llevarse ningún visitante. El recinto histórico de la ciudad es la ‘asignatura pendiente’ desde hace décadas. Y el terremoto de mayo de 2011 fue la ‘puntilla’ que llevó a más de una treintena de casas solariegas a ser derribadas. La mayor parte de ellas, se muestran únicamente con sus fachadas en pie a la espera de una reconstrucción que parece nunca llegar.

Pero este no es el único problema del recinto histórico. Un paseo por la ruta que cada día hacen decenas de turistas que nos visitan deja a la luz detalles que son fácilmente corregibles y que no precisan de inversiones millonarias, todo lo contrario. La calle Corredera, en su tramo final antes de llegar a su intersección con Juan de Toledo, muestra balcones repletos de ropa tendida. No son los únicos que exhiben pantalones, camisetas, mantas y hasta alfombras que chorrean agua a las aceras mientras se secan, porque también en la calle Vicente Ruiz Llamas, Padre Azor, la antigua Plaza de Abastos, Alfonso X el Sabio y Echegaray, estas ‘colgaduras’ son una realidad cada día. Y junto a la ropa tendida también se pueden contemplar antenas parabólicas sujetas a las rejas de los balcones con cuerdas y alambres y aparatos de climatización que –como es el caso de la fachada de un edificio de Alfonso X el Sabio- superan la media docena.

Los balcones también se convierten en una especie de trasteros en muchas calles del recinto histórico y sirven para almacenar grandes botes de pintura, somieres, viejos muebles, cubos de basura y barbacoas. Balcones y rejas aparecen ‘cegados’ por grandes maderas, telas metálicas y cortinas con intención de ampliar el espacio útil de las viviendas dando un aspecto “antiestético de desidia, dejadez y cierto abandono”, se quejan los vecinos, quienes piden un “toque de atención” para evitar esta situación.

Políticos, comerciantes y vecinos exigen un ‘toque de atención’ para acabar con esas prácticas en el recinto histórico

Y junto a los contenedores, a cualquier hora del día, colchones, mesitas de noche, televisiones, viejas sillas, ordenadores, sofás… que conviven con fachadas como la de la Casa del Reloj o la de Los Troyanos, a pesar de las continuas retiradas que se realizan por parte de los operarios de la empresa municipal de limpieza Limusa.

Pintadas en la fachada lateral del Archivo Histórico Municipal, en portales y locales comerciales, en las vallas de solares vacíos y en el mobiliario urbano. Y amasijos de cables que se sostienen haciendo equilibrios en postes como el que se sitúa en la esquina de Fernando el Santo y Zorrilla o bordeando escudos heráldicos como el de la Casa de Los Arcas, frente al Casino Artístico Literario, pese a los reiterados anuncios de soterramiento de todas las líneas aéreas desde hace largos años.

Estos días el portavoz de Izquierda Unida-Verdes, Pedro Sosa, ha pedido “contundencia” para los que dejan las basuras fuera del contenedor o los que sacan muebles y otros enseres sin el oportuno llamamiento a la empresa encargada del servicio, recordando que este último es “gratuito”. También la edil popular, Rosa María Medina, ha pedido “más limpieza” en zonas como la Plaza de Calderón de la Barca. Y el concejal de Urbanismo, José Luis Ruiz Guillén, ha mostrado su interés por “acabar” con estas malas prácticas “de algunos”.

Tirar la basura fuera del horario establecido o dejarla fuera del contenedor y abandonar muebles o enseres “son infracciones graves, recogidas por la Ordenanza Municipal de Limpieza Viaria y su incumplimiento supone sanciones que van desde los 151 hasta los 6.000 euros”, ha recordado con concejal de Urbanismo. Ruiz Guillén ha señalado que el horario para depositar la basura en los contenedores es de 20 a 23.30 horas. “Mantener Lorca limpia es tarea de todos, por ello, es imprescindible que todos los vecinos cumplamos con sencillas acciones que garanticen el bienestar en nuestro municipio”.