Todos los años la gamba roja baja a unas profundidades a las que no llegan las artes de pesca de los barcos de arrastre, desapareciendo de los caladeros mediterráneos, un proceso que el crustáceo realizó durante el pasado mes de octubre. «Es normal que desaparezca todos los años, pero menos tiempo, porque este año ha estado desaparecida casi cinco meses y suele ser mes y medio o dos meses; nunca ha estado tanto tiempo», indica a La Opinión de Murcia Manolo Díaz, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Águilas, quien apunta que «no se sabe por qué motivo» se da esta circunstancia.

La gamba roja que capturan lo barcos del puerto de Águilas es una de la más demandadas por su calidad, que «se mantiene como siempre, aunque ahora en invierno es algo más pequeña que en verano», señala Manolo Díaz, quien también resalta que actualmente se está vendido a unos precios altos: «Está bastante cara para estas fechas, algunas incluso más caras que en verano, pese a no ser una gamba muy gorda». Según esta fuente, los precios en la Lonja de Águilas se sitúan entre los algo más de 30 euros la gamba pequeña y sobre los 70 euros la gorda, mientras que la mediana se está vendiendo sobre los 50 euros.

Ahora ha regresado la gamba a los caladeros, pero estuvo desaparecida durante la Navidad, justo cuando se convierte en un producto estrella de las mesas en esas fechas. Así pues, los pescadores también la echaron de menos: «Nosotros no hemos tenido Navidad, no ha habido marisco, no ha habido gamba y sí ha habido algo de gamba blanca», señala el Patrón Mayor aguileño, quien añade que a diferencia de otros años por estas fechas «ahora sí esta caro todo el pescado, incluso más caro que en Navidad; ya es hora que los pescadores ganen algo de dinero después de más de cuatro meses».

Unos precios que han subido al estar en parada biológica los barcos de arrastre de los puertos de Almería y Alicante: «Hay menos oferta al estar tantas flotas pesqueras de arrastre paradas, hay menos oferta y los precios han subido a pesar de estar la hostelería cerrada». Recuerda que «pasó algo similar en el primer confinamiento, cuando pararon el 80 por ciento de los barcos de arrastre». «En Águilas estuvimos pescando y a pesar de estar confinados, el pescado estaba muy caro», añade. Precios que en la Lonja de Águilas, en algunas especies como la pescadilla, están alcanzando los 14 euros la pescadilla; la mollera pequeña ronda los 12 euros o los salmonetes están entre los 13 y 18 euros.