El juzgado de guardia de Murcia ha dejado en libertad con cargos a las cuatro personas que fueron detenidas el pasado sábado tras el presunto asalto a tiros a una finca ubicada en Mula, en la que la Policía Local y la Guardia Civil hallaron cinco plantas de marihuana de cinco metros de altura y gran envergadura.

Los detenidos entonces como presuntos asaltantes fueron tres hombres y una mujer, a los que se unió un hijo de los propietarios de la finca por haber intentado atropellar, presuntamente, a uno de aquellos cuando salió en su persecución y por tratar de agredir, supuestamente, a los otros tres.

Fuentes conocedoras del caso han dicho que los detenidos y que ahora han sido puestos en libertad son A.G.H., de 45 años de edad, vecino de Alcantarilla; su pareja, T.S.M., de 30; M.E.B., de 32 años, de la pedanía murciana de El Palmar, y S.M.P., de 30, de Mula, este último, hijo de los dueños de la parcela donde ocurrieron los hechos, ubicada en el paraje de El Molino.

Los tres primeros se enfrentan a las diligencias que les han sido abiertas como presuntos autores de un delito de robo en grado de tentativa, y el último, por los de resistencia a los agentes de la autoridad y lesiones.

Con ellos figuran también como presuntos implicados no detenidos los propietarios de la finca, J.M.H.; su esposa, I.P.B., y otro hijo, A.M.P.

Según la declaración de J.M.H., los intrusos intentaron un primer asalto hacia las 7 horas del sábado, pero ante los ladridos de los perros y la presencia del mismo emprendieron la huida, aunque unas siete horas más tarde regresaron al lugar.

En esta segunda ocasión, uno de los dos varones llegó a entrar en el recinto vallado con una carabina de perdigones, con la que, presuntamente, hizo varios disparos contra el chalé, mientras los otros dos asaltantes esperaban fueran, emprendiendo todos la huida al llamar los moradores del mismo a la Policía Local.

En sus declaraciones a la Guardia Civil, el dueño de la finca aseguró que un amigo le dio tiempo atrás cinco semillas de marihuana, que plantó en la parcela, al tiempo que añadía que era consumidor de esta sustancia, con una cantidad diaria algo superior a los diez gramos, mientras que su esposa manifestó que ella consumía unos doce gramos o más al día.