"A las 96% de posibilidad sí, pero hay que esperar", afirmaban fuentes policiales ante la pregunta de si los huesos hallados en La Contraparada por una senderista podrían pertenecer a Petra Lara, la vecina de Molina de Segura desaparecida en marzo de 2018. Una hipótesis que, tal y como detallan fuentes cercanas, se confirma. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hizo cargo del caso, aunque las pruebas indican que no se trató de un homicidio.

Ya se sabía, apuntaban hace una semana fuentes forenses, que los restos (un cráneo, una mandíbula y una tibia) eran de una mujer de avanzada de edad. Lara tenía 72 años cuando se le perdió la pista. Ante la sospecha, este periódico se puso en contacto telefónico hace unas semanas con un familiar de esta señora, el cual dijo que no había novedad en el caso.

Al parecer, y a falta de analizar los numerosos huesos que aún no se han encontrado, no hay signos de violencia. La principal hipótesis es que el río (donde tantas veces se la buscó, sin éxito) arrastró los restos hasta La Contraparada. La avanzada descomposición de los restos (no quedaba nada de tejido) hizo pensar a los investigadores en un principio que podrían llegar a tratarse de huesos más antiguos. Cuando se corroboró que eran de una mujer mayor, saltaron las alarmas y un nombre: Petra. Cómo llegó a parar la señora al río, si de forma accidental o voluntaria, no podrá ya saberse.

La mujer, en una foto difundida por su familia para tratar de encontrarla.

Desde marzo de 2018, ninguna pista. Solo la que proporcionaba la grabación de una cámara de seguridad, pero de poco valió: se veía a la mujer caminar por una calle y ya. Se removió entonces tierra, mar y aire. Desde la Guardia Civil, Policía Nacional y Local hasta diferentes agrupaciones de Protección Civil de distintos municipios murcianos, junto con la ayuda de centenares de vecinos que sirvieron de apoyo en los primeros días de rastreo, fue el gran dispositivo que se formalizó en Molina de Segura para encontrar a la mujer, natural de Santiago de la Espada (Jaén).

Se llevaron a cabo rastreos por el río Segura por parte de la Unidad de Rescate Subacuática de Protección Civil de Cehegín y los buzos del Grupo Especial de Operaciones (GEO). Salieron a buscar los helicópteros del Centro de Coordinación de Emergencias 112. Nada, cero. Se movilizó gente desde Albudeite, Alcantarilla, Murcia, Caravaca, Totana, Lorquí, Aledo, Ceutí, Bullas, El Palmar, Campos del Río, Calasparra, Cartagena y Cehegín.

El hallazgo de los huesos tuvo lugar a principios del pasado mes de mayo por la tarde, cuando una persona que había salido a hacer ejercicio en la franja horaria vespertina en la que en aquel momento estaba permitido se topaba con una calavera, una mandíbula y un hueso largo, que resultó ser una tibia. Especialmente al ver el cráneo, esta persona se percató de que se trataba de restos humanos, por lo que avisó a Emergencias. La Policía tomó rápidamente el lugar.