Su padre, Roque Ruiz, cuando solamente tenía 16 años de edad, quería comprarle un tractor para que se dedicara a la agricultura, pero él quería ser mecánico. Empezó colocando una lona que le costó 3.700 pesetas, (poco más de 20 euros), encima del parral de la casa en la que vivían para poner en marcha su principal vocación.

Corría principios de los años 70 del siglo XX. La primera herramienta que utilizó fue un destornillador que se había dejado olvidado un cliente, que nunca regresó a por él y desde ahí hasta el momento actual. Estamos hablando de Antonio Ruiz Rojo que, junto a su hermano Roque, han puesto en marcha una de las principales empresas murcianas relacionadas con el mundo de la automoción.

Con más de 60 trabajadores y 58 vehículos, el Grupo Ruiz Rojo está integrado por tres empresas: Grúas Ruiz Rojo, Auto Desguace La Hoya y Ruiz Rojo Automoción, da servicio a toda España trabajando con todas las compañías de seguros del territorio nacional y parte del extranjero.

Su lema es la seriedad, respondiendo siempre a las exigencias del momento durante las 24 horas del día, los 365 días del año. Antonio recuerda emocionado, que siguen a rajatabla los consejos de su padre, que les dijo una vez a los dos hermanos que estuvieran siempre juntos y juntos continúan, como le gustaba a quién les dio la vida, sin olvidar a Juana Rojo, su madre. No menos importante en su vida ha sido el consejo que le dio su abuelo, Antonio Rojo Rodríguez, cuando empezó a trabajar por su cuenta.

Sus palabras fueron «no te aproveches durante tu vida de nadie, pero especialmente, si a ese persona no la vas a ver nunca más». Un consejo, dice Antonio, «que me he marcado como lema». Por otra parte, se siente el hombre más dichoso del mundo al pensar que tiene un heredero y sucesor para sus hobbys. Se trata de su nieto de 7 años, Roque Ruiz Martínez.

Antonio Ruiz Rojo está casado con Catalina Vera Jordán y fruto del matrimonio son sus hijos Roque y Juana Mari que les han dado ya 2 nietos, un niño y una niña, de 7 años y 3 meses, respectivamente. Reconoce que su mano derecha e izquierda, es su mujer, 'La Cati', como la llama cariñosamente. Sigue siendo, dice, «mis pies y mis manos y lo ha sido en los momentos más difíciles luchando siempre para que el negocio siga a flote y a ella le debo mucho».

Roque Ruiz Rojo, hermano de Antonio, está casado con Ascensión Mula López. El matrimonio tiene dos hijos: Juan Antonio y Ana. La Cámara de Comercio e Industria de Lorca les hizo entrega en 2019 del Premio Mercurio por la labor que desarrollan.

El gran hobby de Antonio es el mundo equino en torno al cual pasa buena parte de su tiempo hasta el punto de haber suministrado animales al ejército de la OTAN lo que le valió hace unos meses ser noticia por todo el territorio nacional. Parte de ese hobby consiste también en el cruce de caballos con burras y burros con yeguas.

Otra de sus aficiones es la manipulación del cuero de donde obtiene pulseras, llaveros, correas para la cintura y hasta látigos de carretero, elaborado todo de forma artesanal como si de una obra de arte se tratara. Solamente en llaveros asegura haber fabricado más de 15.000 que ha regalado a familiares y amigos sin haber cobrado ni un céntimo por tan singular trabajo.

En torno al cuero, cuya procedencia hay que buscarla en Antequera (Málaga), a través de su amigo David Durán, hay una gran cantidad de herramientas y utillaje para su manejo, con máquinas de coser, incluso, cuyo importe sale del bolsillo del artesano que no percibe nada por ello. En su taller tiene un látigo de carretero muy especial, cuyo trabajo acaba de terminar con destino, nada más ni nada menos que para el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras.

Tanto Antonio Ruiz como el presidente del ejecutivo regional están buscando la ocasión para que el primero de ellos se desplace hasta el palacio de San Esteban con el fin de entregárselo aunque reconoce que no será fácil, «cuando por allí me vean con un látigo en la mano». Una vez entregada la mercancía a la máxima autoridad de esta Comunidad Autónoma, la pregunta que surge es la siguiente: «¿Para qué querrá López Miras un látigo, y qué uso le dará?» Ahí queda eso.

No obstante, el compromiso de hacer un látigo a Fernando López Miras, surgió hace varios años, cuando aún no era presidente y acudió a la romería de La Salud acompañando a otros políticos de su partido.

Los ex alcaldes de Lorca, Francisco Jódar y Fulgencio Gil tienen en su poder también un artilugio de estas características. Antonio Ruiz reconoce que su afición por el manejo del cuero surgió hace once años «en la soledad de la noche», cuando cuidaba a su madre, Juana Rojo y se dio cuenta que había que aprovechar el tiempo libre. Y a todo ello, Antonio Ruiz Rojo es un ecologista practicante tanto del reino animal como vegetal, al que los colorantes y conservantes no tienen cabida en su casa y todo lo que come la familia es puramente natural.

Desde el cerdo chato murciano criado a la vieja usanza, hasta los higos pajareros cuidadosamente prepararos y la gallina ponedora que se alimenta con pienso ecológico, los alrededores de su casa son un vivo y claro ejemplo de que es posible alimentarse de forma natural sin castigar nuestro organismo con esa otra alimentación artificial que tantas enfermedades está generando.

La familia de Antonio Ruiz Rojo pertenece a la Hermandad de la Virgen del Rocío de Córdoba, algo que llevan haciendo desde hace 18 años y hacia esa tierra andaluza se desplazan anualmente con la «casa a cuestas» por medio de un enorme camión donde media docena de personas pueden hacer vida en común durante los días que quieran. Allí tienen su familia y hasta allí vuelven cada año para hacer el rocío.