La Hoya se dispone a celebrar, un año más, su tradicional romería con la imagen de la Virgen de la Salud. El párroco de esta entrañable pedanía lorquina, Kenneth Chukwuka asegura que «es una gran satisfacción y privilegio poder dirigirme desde las páginas de La Opinión de Murcia, a todos los vecinos y vecinas de este pueblo y, como no, aprovechar la ocasión para agradecer el trabajo y esfuerzo realizado por los mayordomos y mayordomas, colectivos vecinales y cada una de las personas que trabajan para que la fiesta sea un éxito y cobre cada año, mejor esplendor, si cabe».

El religioso asegura que la romería con la Virgen de la Salud, «habla de nosotros, nos identifica dentro de una tradición cultural y constituye una forma de vida que es la expresión viva de nuestro pueblo. Lo que manifestamos es lo que vivimos y llevamos dentro. Es la alegría de haber encontrado una Madre que no se cansa de esperar y de interceder por todos los hoyeros y residentes en este pueblo».

Recuerdo a los que ya no están

Añade que espera y confía, que tanto vecinos como visitantes puedan disfrutar plenamente de cada uno de los actos que se han programado, «compartiendo en la hermandad de nuestra gente y en la devoción hacia nuestra Madre». «Encomendémonos a la Santísima Virgen María- señala-, con un especial recuerdo a quienes hoy no se encuentran entre nosotros y a quienes sufren o sufrimos en nuestras vidas. Como decía el Santo Padre, Papa Francisco: «las lágrimas de los que sufren no son estériles. Son una oración silenciosa que sube hasta el Cielo y que en María encuentra siempre un lugar en su manto». «La Santísima Virgen de la Salud, desde su trono, sigue enviando ayuda, consuelo y favores a todos sus hijos en este pueblo. Cómo un pueblo que ama a Dios, es maravilloso después de tantos y tantos años, mantener esas tradiciones cristianas».

Expresa su deseo de que «el objetivo común sea, durante estas fiestas, la tolerancia y el respeto entre todos. Nuestro pueblo, año tras año, hace gala de ello. Ahora toca llenar las calles de La Hoya de alegría y diversión, disfrutar con la música y pasar buenos momentos con nuestros familiares y amigos y, sobre todo,, acompañar a nuestra Madre, no solo en esta fecha, sino durante todos los días de nuestra vida. Deseo que sea un momento especial para renovar nuestro amor hacia ella ya que es la que nos conduce hacia su hijo Jesucristo».

Por último, el sacerdote recuerda a los feligreses que no olviden «que el cristiano entra en la iglesia para amar a Dios y sale de ella para amar al prójimo. Que el amor hacia nuestra Madre nos lleve hacia los demás, porque la fe que no tiene trabajo, está muerta». «De corazón y desde la fe, os deseo felices fiestas a todos en honor a nuestra Madre, la Virgen de la Salud», concluye Kenneth Chukwuka, el querido párroco de La Hoya.