No hacen destrozos: solamente saltan la valla, se bañan de noche y se marchan. Son adolescentes, de unos 16 años, explican los que los han visto colarse de madrugada en la piscina municipal de Alguazas. Sin embargo, este verano dejaron un ´regalito´ en el agua.

Y es que el Ayuntamiento se vio obligado a mantener cerrada dos días esta instalación pública debido a que unos gamberros defecaron dentro de la piscina, explicaron fuentes cercanas.

Como manda el protocolo, cuando aparecen heces en una piscina se limpia, se desinfecta y se eleva el nivel del cloro en el agua. En Alguazas, además, se realizan controles y análisis periódicos para comprobar que las aguas están en buen estado.

Como todas las instalaciones municipales, ésta se cierra por las noches. Los gamberros en cuestión aún no han sido localizados. Se enfrentarían a una multa.

«Queremos asegurarnos, ante todo, de que las condiciones de salubridad y calidad del agua de la piscina municipal de verano sean de las mejores de la Región, como así viene siendo en los últimos años», señalaba al comienzo del verano el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Alguazas, Juan Antonio López Ribera.

No es la primera vez que una piscina pública de la Región sale ´damnificada´ por este vandalismo escatológico. El verano pasado, las poblaciones murcianas de Espinardo, Aljucer, El Palmar y Sangonera la Verde estaban en el punto de mira de los gamberros. El modus operandi, casi idéntico: entraban de noche, a veces rompiendo las vallas, se pegaban la fiesta dentro y en ocasiones acaban haciendo sus necesidades fisiológicas dentro del agua.

Aunque los municipales pasan de ronda por la puerta de las instalaciones, la Policía Local (con una plantilla ya mermada en muchos pueblos, debido a las vacaciones de los agentes) no puede dedicarse a pasar las noches de patrulla ´a la caza´ de gamberros.