­«En esta casa no ha pasado nada», declaró ayer la madre del presunto agresor por el telefonillo de su vivienda en la calle Goya, donde tuvieron lugar los hechos.

La mujer, que según los vecinos tiene unos cuarenta años, respondió así al ser interrogada por los hechos a través del telefonillo.

Un vecino de la familia relata que «cuando la Guardia Civil vino a detener al joven, la madre les preguntó llorando qué iba a pasarle a su hijo».

El agresor tiene una hemana mayor que él, de 18 años, y los vecinos manifiestan que «los dos son muy buenos, como toda la familia».