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BYD Seal: paso al anti-Tesla asiático

Ponemos a prueba la berlina china estrella de BYD, elegante, con 570 kilómetros de autonomía y espíritu premium

BYD Seal.

BYD Seal.

La Opinión

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Por primera vez en la historia del premio Car of The Year, un coche chino se cuela entre los siete finalistas que pueden ganar este prestigioso galardón. Es el BYD Seal, el mejor exponente de la tecnología eléctrica de este fabricante, tanto en el apartado motriz como el de las baterías, la seguridad y la conectividad. Además, se le compara directamente con el exitoso Tesla Model 3 y estos son los motivos.

El ritmo frenético de esta marca nos deja una gama bastante completa en España, con el BYD Dolphin, el BYD ATTO3, el BYD Seal del que hablamos y los pioneros en Europa BYD Han y BYD Tang. Todos ellos 100% eléctricos y 100% chinos, sin reparos.

Buenas sensaciones

El BYD Seal imprime un carácter refinado y elegante a primera vista, trabajado bajo las órdenes del lenguaje de diseño “Ocean Aesthetics”. Sus formas son armoniosas a la par que aerodinámicas, por lo que consigue un coeficiente de 0,21 Cx. El perfil apuesta por la fluidez visual hasta la zaga de estilo coupé, que esconde un espacio de carga de 400 litros de capacidad al que añadir los 53 litros del maletero delantero.

Mide 4,80 metros de largo por 1,87 m de ancho y 1,46 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,92 metros. Es, por tanto, un vehículo espacioso y de cotas considerables, por lo que pronto imaginas un eléctrico complicado de mover. De ahí la sorpresa al conducir su variante Excellence AWD de tracción total, 520 kilómetros de autonomía y 530 CV de potencia (160 kW en el eje delantero y 230 kW atrás). Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,8 segundos, una marca que lleva reflejada en el portón de su maletero.

La arquitectura basada en su e-Platform 3.0 lo convierte en el modelo más rígido de la firma, que se suma a un centro de gravedad bajo y la suspensión bastante dura. La respuesta es firme y estable, sin perder un ápice del confort de marcha que esperas de una berlina eléctrica. Además, el modelo de tracción total incorpora el sistema de distribución de par iTAC, que reduce el número de dispositivos implicados en la gestión de la tracción.

El modelo de acceso no será este Excellence-AWD, sino la versión Design con tracción trasera y la misma batería de 82,5 kWh de capacidad. Son 313 CV de potencia, así que acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanza una autonomía combinada de 570 kilómetros. La firma asegura que podría llegar a los 690 km de rango por ciudad.

Ambos BYD SEAL disponen de un sistema de carga que admite corriente continua de 150 kW, con el que la batería pasa del 30% al 80% en 26 minutos. El tope en tomas trifásicas es de 11 kW y serían menos de 8 horas para una carga completa.

Un vehículo premium

Los BYD Seal están sujetos al Plan MOVES III, de modo que pueden reducirse hasta 7.000 euros del precio final si el cliente cuenta con el achatarramiento de un vehículo previamente. Eso nos deja un escenario de 36.900 euros para el modelo BYD Seal Design (46.990 euros sin descuentos y ayudas) y de 40.780 euros para el BYD Seal Excellence AWD (48.990 euros sin descuentos y ayudas).

A la gran pantalla central y rotativa de 15,6 pulgadas se suma una de instrumentación de 10,25 pulgadas, que recuerda a una tablet tanto por su forma como por sus gráficos. El sistema de infoentretenimiento es intuitivo, se nota que está basado en las gráficas y los comandos que necesitamos en nuestro smartphone.

Han dejado ciertos botones convencionales a mano, pero demanda demasiada navegación para detalles como la frenada regenerativa o la gestión de las ADAS. Elementos que aportan gran calidad visual.