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Volkswagen Golf R 20 aniversario: Potencia bajo control

Ponemos a prueba el Golf R en la «R Ice Experience», el curso más exclusivo y extremo del catálogo de formación de Volkswagen

Ponemos a prueba el Golf R en la «R Ice Experience», el curso más exclusivo y extremo del catálogo de formación de Volkswagen

Ponemos a prueba el Golf R en la «R Ice Experience», el curso más exclusivo y extremo del catálogo de formación de Volkswagen

Edgar Vivó

La Volkswagen Driving Experience es el plan perfecto para cualquier amante del motor, ya que te ofrece la posibilidad de perfeccionar tu técnica al volante mientras te diviertes pilotando coches potentes en contextos increíbles. Y de todos sus programas, la ‘R Ice Experience’ en Laponia es la más exclusiva y completa, ya que no se me ocurre otra forma más estimulante, rápida y efectiva de mejorar a los mandos de un coche, que derrapando sobre un lago helado.

Fueron tres días derrapando en un lago completamente congelado en la población sueca de Arvidsjaur, bajo las directrices de un experto equipo de instructores, y con la ayuda del doble campeón del mundo de rallyes, Luis Moya. Este curso en el ártico se llama ‘R Ice Experience’ porque se realiza con uno de los coches más potentes y deportivos de la marca: el Golf R.

Los Golf R empleados equipaban neumáticos de invierno y los espectaculares dobles salidas de escape Akrapovic

Los Golf R empleados equipaban neumáticos de invierno y los espectaculares dobles salidas de escape Akrapovic / Volkswagen

20 años formando conductores

Con el añadido de que en esta ocasión, y debido a que hace dos décadas nacieron tanto la Volkswagen Driving Experience como el Golf R, empleamos los Golf R 20 aniversario, que cuentan con una preparación deportiva específica en la que sobre todo destaca el aumento de potencia de 320 a 333 CV.

También nos acompañó en la experiencia el Volkswagen ID.5 GTX, con el que comprobamos que un eléctrico también puede ser súper divertido de conducir. No se mostró tan ágil y dinámico como el Golf R, pero nos sorprendió lo rápido que podía ir sobre hielo una vez te acostumbras a su mayor peso y a su brutal entrega de par inmediato.

Rápido y a prueba de bombas

Ya sabíamos que el que Volkswagen Golf R era un coche potente y sumamente divertido de conducir; pero desconocíamos lo resistente que es. Rara era la vuelta al circuito del lago helado en la que no te comieses un talud de nieve por ir demasiado rápido, atropellases algunas bola de hielo, e incluso acabases estancado fuera del trazado.

Es decir, que sometimos a los pobres coches a una tortura durante tres días. Y el resultado de todo ello fueron algunas rayas en la carrocería y, en el peor de los casos, alguna rejilla partida. Ni un fallo mecánico, ni una avería de gravedad, ni un parachoques suelto...

La versión R 20 Aniversario de 33 CV es la herramienta idónea para realizar el R Ice Experience y aprender a derrapar sobre el hielo sueco

Y ya que hablamos del Golf, no se puede obviar la deportividad de la versión R 20 aniversario. Como hemos comentado antes, esta edición especial es más potente con 333 CV, pero además cuenta con el sistema DDC de amortiguación de dureza variable, el paquete R Performance (aumenta su velocidad a 270 km/h, llantas de aleación de 19’’ y un alerón posterior más grande para favorecer la aerodinámica), un interior con cuero Nappa, y los escapes Akrapovic.

Ofrece cuatro modos de conducción: Comfort, Sport, Race e Individual. Y dentro de Race es donde se hace la magia, ya que se dispone de los submodos: ‘Drift’, para derrapar, y ‘Special’, diseñado para el circuito Nürburgring-Nordschleife. Este último es el que llevábamos puesto en las pruebas ya que para de derrapar sobre hielo no hace falta nada especial, además de quitar por completo las ayudas tras haber ido restando poco a poco asistentes en las primeras vueltas.

Los Golf R empleados equipaban neumáticos de invierno y los espectaculares dobles salidas de escape Akrapovic

Los Golf R empleados equipaban neumáticos de invierno y los espectaculares dobles salidas de escape Akrapovic

Sin ningún tipo de ayudas a la conducción, con toda la potencia de la versión 20 aniversario disponible, y sobre un terreno tan impreciso y traicionero como el hielo, el Golf R ofrecía un comportamiento soberbio. Con la tracción a la cuatro ruedas, el gran trabajo de los diferenciales, y una dirección súper precisa, transmitía tal seguridad en su manejo que invitaba a ir buscando los límites en cada vuelta.

Eso sí, había un elemento fundamental para ello: los clavos en las ruedas. Los neumáticos contaban con clavos de 3,5 milímetros delante y 2 milímetros atrás, la medida justa para tener control sobre el coche, sin impedirnos hacer grandes derrapadas.