Maniobras militares de China

Las maniobras militares chinas ensayan "la toma del poder" de Taiwán

Los expertos sostienen que si algún día China se decidiera a castigar a Taiwán se decantaría por el bloqueo

China ensaya maniobras militares alrededor de Taiwán

China ensaya maniobras militares alrededor de Taiwán / EFE

Adrián Foncillas

Segunda y última jornada de las maniobras militares chinas alrededor de Taiwán para castigar al independentismo. Las ha descrito el Ejército de Liberación Popular como ensayos para “tomar el poder en la isla, lanzar ataques conjuntos y ocupar las zonas clave” y ha mostrado un mapa con cinco áreas de actuación alrededor de Taiwán. Algunos ejercicios simulan ataques a buques desde el aire y otros son registros practicados por la guardia costera. Esos registros en aguas de discutida jurisdicción han provocado conflictos en los últimos meses. Algunas maniobras han alcanzado el canal de Bashi que discurre entre Taiwán y Filipinas, otro país con el China está acumulando pleitos en los últimos meses.

La intención de “tomar el poder” supone un paso adelante respecto al simple “bloqueo de la isla” para evitar los suministros del exterior que ensayó ayer el Ejército. Los expertos sostienen que si algún día China se decidiera a castigar a Taiwán, y no es un condicional menor, se decantaría por el bloqueo. Ocurre que el fragor militar viene acompañado de la propaganda y urge elevar el tono. El Comando del Teatro Oriental de Operaciones, al mando de las operaciones, ha colgado hoy en su cuenta de Wechat, la alternativa china al Whatsapp, un video animado con misiles lanzados desde tierra, mar y aire hacia Taipei, Kahsioung y otras ciudades taiwanesas que quedan envueltas en fuego. “Armas sagradas para matar la independencia” , se lee en el rótulo del video, que remite a aires norcoreanos. Suele amenazar Pionyang con envolver en mares de fuego a sus enemigos pero estos excesos propagandísticos chirrían en China.

Taiwan ha desplegado también a su ejército para controlar de cerca las actividades chinas. Su ministerio de Defensa contó en el primer día 19 buques de guerra chinos, siete barcos de guardacostas y 49 aviones, de los que 28 cruzaron la mediana del estrecho de Formosa. Es la línea que fijó Estados Unidos setenta años atrás para evitar que unos y otros se enfrentaran y que China solía respetar. Las cifras del recuento diario del Ministerio de Defensa, aún siendo respetables, sientan que estas maniobras son menores a las de los dos últimos años y quedan lejísimos de las que provocó la visita a la isla de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.

Desde Estados Unidos, Corea del Sur y Australia se ha pedido calma a China y advertido del riesgo de un accidente. Las maniobras llegan en la víspera de una histórica cumbre entre China, Corea del Sur y Japón, donde la primera pretende tranquilizar a unos vecinos cada vez más inquietos por su presencia militar y decantados hacia Washington. La Unión Europea ha pedido el respeto al statu quo en el estrecho y se ha opuesto a “cualquier acción unilateral que pretenda cambiarlo por la fuerza y la coerción”. La ONU ha pedido a ambas partes que descarten las acciones que disparen la tensión.

El teatrillo bélico se vive en Taiwán con el sosiego acostumbrado. Los isleños consultados por este diario confirman que ese eco lejano no ha interrumpido la vida. Las maniobras militares del vecino compiten por la atención mediática con el fragor parlamentario y las protestas en las calles. Uno y otras nacen en una ley que la cámara baja, ahora en manos de la oposición, pretende aprobar con urgencia para aumentar el control del Gobierno. Sostiene la oposición que sólo le mueve la transparencia mientras el segundo teme que sus miembros sean sometidos a procesos criminales por negarse a desvelar cuestiones de seguridad nacional.

Los ejercicios militares sí concentran el papel en China tras la sordina inicial sobre la reciente investidura del presidente, Lai Ching-te. El Diario del Pueblo aclara que nadie tiene más interés en una reunificación pacífica que China pero que no permitirá ningún espacio a las “actividades separatistas” y que estas se deslizan a la autodestrucción. Un editorial del Global Times, el medio más estridente y ultranacionalista, acusa a Lai de subir al escenario con “un discurso lleno de hostilidad, provocaciones, mentiras, engaños y señales a favor de la independencia”. “No importa cuánto Lai se postre y halague a las fuerzas externas ni cómo actúe como la vanguardia o el pionero para contener el auge de China. No es más que un peón y los peones son piezas desechadas”, termina.