La primera celebración de Halloween sin mascarillas ni distancia social en un céntrico distrito de Seúl ha dejado al menos 154 muertos y a Corea del Sur en estado de shock. Una estampida de la muchedumbre provocó el sábado por la noche, hora local, el caos y angustiosas escenas de asfixia y pisoteos, sin que el ancho de la calle pudiera absorber el caudal de salida.

A eso hay que sumar otros 116 heridos de menor gravedad, según un comunicado del organismo, que añade que de momento todas las víctimas salvo una han sido identificadas.

Entre los 26 extranjeros fallecidos hay personas de nacionalidad iraní (5), china (4), rusa (4), japonesa (2), estadounidense (2), además de un uzbeko, un esrilanqués, un francés, un australiano, un noruego, un tailandés, un austriaco, un vietnamita y un kazajo.

Las escenas grabadas por los congregados con móviles dan la medida del drama. Algunos cuerpos están descalzos e inmóviles sobre la calzada mientras jóvenes disfrazados les practican desesperados masajes cardíacos.

Unas 100.000 personas reunidas en Itaewon

Otro video muestra a los agentes de policía tratando de arrancar a los atrapados del magma humano. Y las tomas aéreas muestran a los jóvenes gritando ayuda y llorando mientras el ulular de las ambulancias se funde con la música electrónica de los locales.

Unas 100.000 personas se habían juntado en Itaewon anoche, según fuentes oficiales. Ese distrito céntrico de la capital, sórdido y plagado de prostíbulos no hace tantos años, es ahora el heterogéneo epicentro lúdico de Seúl, frecuentado por los más jóvenes y comunidades musulmanas y LGBT. No son raras las masificaciones pero no se recordaba ninguna como la de anoche.

Los jóvenes describían esta mañana en la prensa local las apreturas en una de las principales calles, a la altura del célebre Hotel Hamilton, frente a la estación de metro de Itaewon. El terror comenzó a las 22.22 horas de Seúl (14.22 horas en España) por razones desconocidas.

En las horas posteriores se rumoreaba con un escape de gas o la presencia de una celebridad en uno de los locales de moda, pero las autoridades siguen investigando las causas exactas. La policía recibió a las 22.24 horas las primeras llamadas alertando de que algunos jóvenes estaban siendo "enterrados" bajo la multitud. En la boca de la calle chocaron los que intentaban huir y los que, ignorantes de la tragedia, se esforzaban por entrar.

Las autoridades admiten que la cifra de muertos aumentará

A la zona fueron desplazados casi 2.000 funcionarios, incluidos 517 bomberos y 1.100 policías, que tardaron en controlar la situación. Un centenar de muertos fueron trasladados a los hospitales cercanos y una cincuentena fueron depositados en un gimnasio improvisado como morgue.

El ayuntamiento de Seúl había recibido durante la noche múltiples llamadas de familiares y amigos que no conseguían contactar con los desaparecidos y decenas de padres se congregaron esta mañana frente a los hospitales para averiguar si entre los cuerpos estaban sus hijos. Las autoridades dan por seguro que la cifra de muertos aumentará en las próximas horas. Por ahora se han contado 97 mujeres y 54 hombres.

Tragedia en Halloween en Seúl. AFP

“Tres de mis amigos han muerto esta noche. Solía salir con ellos cada fin de semana en Itaewon y ahora están muertos. No había guardaespaldas ni los propietarios de los locales intentaron detener la situación”, señalaba Marwan, marroquí de 24 años, al diario The Korean Herald.

El Gobierno ha decretado un periodo de duelo nacional de duración indefinida. “Como presidente y responsable de las vidas y la seguridad de la gente me siento devastado y apenas puedo sobrellevar el dolor”, ha dicho esta mañana Yoon Suk-yeol. “Lo más importante ahora es identificar la causa del accidente para evitar que se repita. Investigaremos a fondo y ordenaremos mejoras fundamentales para que estos accidentes no se vuelvan a producir”, ha añadido.

Con el dolor desatado surgen las preguntas sobre cómo se desencadenó el drama y si pudo evitarse. Los surcoreanos están habituados a las aglomeraciones y eso pudo retrasar las alarmas hasta lo irremediable pero las conclusiones señalan a la falta de previsión de las autoridades. Desde días atrás estaban completos los hoteles de la zona, se habían agotado las entradas a los clubes y se esperaba una marea juvenil para certificar el fin de las restricciones del covid. Hasta Itaewon llegó un gentío que, según los locales, multiplicaba por diez el volumen habitual.

Personas fallecidas tras la avalancha de Seúl. AFP

Último varapalo para el presidente Yoon

La tragedia es el último varapalo para Yoon, hundido en las encuestas, y revela los deberes pendientes del país en gestión de las multitudes. Parecidos propósitos de enmienda se escucharon tras los más de 300 muertos que dejó el hundimiento del ferry Sewol en 2014. Este es el segundo desastre en Asia en menos de un mes causado por aglomeraciones. A principios de octubre murieron 125 personas en el desalojo de un estadio de fútbol indonesio.

Los bomberos han activado una respuesta de Nivel Tres, y las afectadas han sido trasladadas al Hospital Nacional Universitario de Seúl, al Hospital Universitario de Kyunghee y al Hospital Universitario de Hanyang. También en el mismo lugar de los hechos se ha instalado un hospital de campaña. Mientras, los cuerpos de los fallecidos yacían tendidos sobre el suelo de la misma calle, cubiertos con mantas amarillas. 

Un testimonio ha relatado a ‘Yonhap News’ cómo ha vivido lo ocurrido: “De repente, todo el mundo se ha caído y la gente que se ha quedado abajo ha sido aplastada”. Por su parte, la Policía Metropolitana de Seúl ya ha anunciado que ha abierto una investigación para esclarecer las causas de este suceso.