Desde este viernes 1 de julio, la Unión Europea cuenta con nueva presidencia semestral rotatoria de la UE que hasta finales de año ocupará la República Checa. Praga, que toma las riendas del club por segunda vez en su historia -la primera fue en el año 2009- releva a París con unas palabras de Vaclav Havel como lema, “Europa como tarea: replantear, reconstruir y revitalizar” y cinco grandes prioridades de trabajo: la gestión de refugiados y recuperación de Ucrania, la seguridad energética, el refuerzo de las capacidades de defensa de Europa y la seguridad del ciberespacio, la resiliencia de la economía europea y la resiliencia de las instituciones democráticas.

Dos sobre todo marcarán el trabajo de los próximos meses: las repercusiones de la guerra de Rusia en Ucrania y la energía. “Cuando Francia asumió la presidencia (europea) no esperaba lo que estaba por llegar, la agresión de Rusia. Creo que es uno de sus éxitos es haber conseguido mantener a los Estados miembros unidos en todas las cuestiones clave como las sanciones contra Rusia”, ha reconocido desde la localidad checa de Litomysl el primer ministro checo, Petr Fiala, tras la primera reunión con el colegio de comisarios. Se trata del primero de los 320 acontecimientos políticos que tendrán lugar en la República Checa durante los próximos seis meses además del medio centenar de reuniones ministeriales en Bruselas y Luxemburgo.

Más allá del reto de mantener la unidad europea sobre las sanciones contra Rusia y seguir cerrando posibles brechas en los seis paquetes adoptados hasta ahora, el objetivo del Gobierno checo es reforzar la coordinación y seguir apoyando financiera y políticamente a Ucrania dada la posibilidad que la guerra se enquiste y se prolongue en el tiempo. Para ello, celebrarán una conferencia en los márgenes de la reunión informal de ministros de exteriores de principios de septiembre y tienen previsto convocar una cumbre de líderes europeos en la primera quincena de octubre, en Praga, en la que hablar no solo de la guerra en el país vecino sino de la comunidad política planteada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y las relaciones con los países de los Balcanes occidentales, prioridad también para Praga.

Coordinación energética

Además de Ucrania el otro gran objetivo del próximo semestre será la energía y garantizar la seguridad energética del continente al tiempo que la UE avanza hacia la independencia energética de Rusia. "Los precios de la energía están sofocando la economía, están causando problemas a nuestros ciudadanos, aumentando la preocupación de los ciudadanos y es una de las grandes tareas de los próximos meses”, ha admitido Fiala que ha reconocido que la política energética es uno de los ejemplos por los que la UE debe mantenerse unida. “Hay que coordinarse porque solo con este enfoque tendremos una oportunidad de resolver esta crisis rápido y con éxito”, ha dicho en una comparecencia junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La alemana ha puesto el acento en el plan ‘Repower EU’ con el que aspiran a independizar a Europa de los combustibles fósiles de Rusia lo antes posible -en julio presentarán nuevas propuestas-, en la ‘Reconstrucción’ de la economía europea, empezando con el rediseño de las reglas fiscales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la presentación de ideas para impulsar el debate tras el verano, y en la importancia de repensar y reenfocar lo que hace a la UE fuerte: el mercado interior y el comercio. El semestre tendrá, no obstante, otros desafíos importantes en materia legislativa como lograr avances en el paquete climático Fit for 55.