Ropa, zapatos, latas de comida, restos de hogueras y muchos otros objetos están esparcidos por el suelo entre pinos y rocas. Es una zona de difícil acceso en el monte Gurugú, a pocos kilómetros de Melilla. Es lo único que queda de uno de los muchos campamentos que hay en esta zona de bosque. Ahora ya no queda nadie.

Los migrantes pasan meses, incluso años de espera, en condiciones precarias en lugares como este. Esperan un día poder saltar la valla. De campamentos como este salieron la mayoría de las 2.000 personas que el pasado viernes intentaron entrar a la ciudad autónoma. Los que quedan en esta zona están escondidos por miedo a nuevas redadas.

En una de las rocas que hay de este campamento vacío está escrita la palabra 'boza', que significa 'victoria', muy repetida entre los migrantes cuando logran tocar suelo europeo. También nombres, frases y dibujos acompañados de la fecha.

Escondidos o huidos

Se divisa el Mediterráneo desde lo alto, más allá está el sueño de muchos de los que realizaron esas pintadas. Por ahora, la mayoría de migrantes que no fueron arrestados por la policía han optado por salir de la ciudad Nador, la más próxima a Melilla, o esconderse.

"No hay gente por aquí, se están yendo. Ahora tienen más miedo que nunca porque creen que se va a repetir estas situaciones", lamenta una persona que trabaja con migrantes. En diferentes puntos del país y, desde ya hace semanas, ha aumentado el temor entre la comunidad de migrante de ser arrestados en la calle y trasladados hasta el interior del país para dificultar su avance. Especialmente en las ciudades que son punto de salida de pateras o están cerca de Ceuta y Melilla.

Al menos 23 muertos

Tres días después del intento de entrada masiva continúa el baile de cifras entre las fuentes oficiales y humanitarias. Este domingo las autoridades marroquís han confirmado la muerte de cinco personas más, 23 en total. Las organizaciones humanitarias defienden que como mínimo 37 han perdido la vida, otras fuentes consideran que la cifra es superior. Por el momento, 18 migrantes y un policía continúan bajo observación médica, según fuentes locales. 

En el cementerio de Nador este sábado abrieron una veintena de fosas con la previsión de enterrar a las personas que han muerto en el intento de salto. "Los muertos continúan en la morgue. Estamos esperando la autorización que debe firmar el procurador del rey [jefe de la Fiscalía]", ha explicado un funcionario. Cree que van a ser enterrados en tres días o una semana aproximadamente. A pocos metros de estas fosas hay varios migrantes sin identificar enterrados que han aparecido sin vida en la costa.

Investigación independiente

La Asociación Marroquí por los Derechos Humanos ha pedido que ningún cuerpo sea enterrado sin investigar el motivo de su muerte: "Sin investigación, sin autopsia y sin identificación, las autoridades tratan de ocultar el desastre", ha defendido esta entidad. Junto a otras organizaciones, han pedido que las víctimas sean identificadas y sus restos sean devueltos a las familias, además exigen que se abra una investigación independiente a Marruecos y España.