La Opinión de Murcia

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Los pretorianos empresariales de Putin tienen en peligro sus bienes fuera de Rusia

Vladimir Putin, con el consejero delegado del VTB Bank, Andrei Kostin, uno de sus más cercanos consejeros financieros.

El pasado día 27, el gobierno norteamericano incluyó a cuatro personajes más en una lista de rusos que está a punto de calcar, e incluso superar, la UE. Pasa a encabezarla Vladimir Valdimirovich Putin, quien con su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y sus dos principales jefes militares, el ministro de Defensa Sergei Shugoi, y el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, son ya objeto de bloqueo de bienes y actividades en el exterior.

Pero la lista esta ya estaba poblada por otros ocho nombres, todos con alguna relación con el prolegómeno de la crisis de Ucrania en 2014, en el Donbás y Crimea, o el entrenamiento militar en Siria.

Algunos de ellos compartieron con Putin carrera en el KGB, otros son hijos de viejos jefes del servicio secreto, otros construyeron sus fortunas en la cola de privatizaciones de colosales empresas estatales rusas. Once magnates rusos forman una piña de intereses en torno al presidente del país. Contra ellos se dirige ahora de nuevo el punto de mira de los gobiernos occidentales.

La lista más incisiva ha sido elaborada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro norteamericano, primera entidad en sancionar a oligarcas rusos tras la anexión por Rusia de Crimea en 2014. Ese listado de vigilancia compendia la información que a su vez recoge el Departamento de Estado norteamericano de distintas agencias de inteligencia.

La 'Putin List'

Los mismos nombres, entre otros muchos, figuran en otra lista de denuncia, elaborada por diversas organizaciones de oposición a Putin en una suerte de comisión de investigación en el exilio, que publica sus pesquisas desde Londres.

La existencia de un cuerpo empresarial de pretorianos en torno a Putin es una certeza vieja de las autoridades occidentales, pero quedó acuñada con la figura “élite gubernamental” –primero usada por el Pentágono en la invasión de Irak en 2003 para identificar a los alfiles de Sadam Huseín- cuando ese país aplicó sanciones individuales en abril de 2018, durante una agudización de los combates en el Donbás y tras los aún no aclarados bombardeos con gas sarín en Siria.

La primera lista de oligarcas rusos controlados figuró en un informe de inteligencia encargado a la Sección 241 del Tesoro, hoy ya conocido como S241R (Section 241 Report) o Putin List (La lista de Putin).

Oleg pagaba a mafiosos

De la corte empresarial de Putin, tres nombres destacan por influencia, dos de ellos están en la lista americana y uno de esos dos ha estado cerca de ingresar en el club de los grandes negocios españoles… y también en el fichero de la Policía Nacional.

El magnate del aluminio Oleg Deripaska, dueño del gigante siberiano Basic Element - Rusal y de la eléctrica En+ se perfiló como un posible socio para una hipotética entrada de la española ACS de Florentino Pérez en las grandes obras de Rusia. Era otra época: en 2007, la firma española entró en el accionariado de la constructora alemana Hochtief y se lo encontró controlando un 9,9% del capital, pero pronto se declaró una rivalidad por el liderazgo de la firma. En octubre de 2008, Deripaska salió de Hochtief vendiendo su participación a Commerzbank.

Para entonces, la policía alemana investigaba si tenía relación con la mafia rusa Ismailovo, después de que aportara pistas un antiguo socio: Mijail Chernoy. Peones de ese grupo criminal habían asesinado a algunos competidores internos de Deripaska.

Oleg Deripaska, magnate ruso investigado en Estados Unidos y España.

La justicia española también le investigó, junto a Chernoy, por supuesto lavado de dinero de la mafia rusa en España. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu lo interrogó en 2010 como imputado en Moscú, donde solo figuraba como testigo. Ante el juez, Deripaska admitió que pagaba a matones de la también llamada mafia Ismailovskaya a cambio de protección.

Deripaska es investigado por las autoridades norteamericanas por lavado de dinero, y la lista 241 lo inscribe como “acusado de amenazar la vida de rivales comerciales”. La oposición rusa en el exilio señala a Delipaska como financiador de la obtención de información clave para el partido Rusia Amiga en Ucrania, cuyos seguidores han derivado en milicia prorrusa en el Donbás. Ahora, en la proximidad de las sanciones internacionales, escribe manifiestos contra la guerra.

El gasolinero

Los otros dos influyentes clave de la corte empresarial de Putin son Vagit Alekperov y Yevgueni Prigozhin, presidente de Lukoil el primero y del consorcio hostelero Concord el segundo.

El presidente de Lukoil ha entrado y salido de la Lista Putin estos años. Dueño de una fortuna que supera los 20.000 millones de dólares según Forbes, Alekperov se interesó en el proyecto Marina Port Vell de Barcelona en 2014 con capital procedente de las islas Vírgenes que canalizaría a través del Salamanca Group, banca de inversiones londinense. La capital británica es el lugar de operaciones preferido para la élite empresarial putinista.

En 2003, Alekperov intentó sin éxito implantar en España una amplia red de gasolineras que rivalizara con Cepsa y Repsol. No obtuvo el visto bueno del gobierno de José María Aznar.

Buscado por el FBI

El FBI americano ha incluido este lunes un nuevo nombre en su lista de los más buscados: Yevgueni Prigozhin, conocido como “el cocinero de Putin” porque una de sus empresas daba el servicio de catering del Kremlin.

Cartel del FBI en busca de Yevgueni Prigozhin, supuesto dueño de la firma de mercenarios Wagner.

El FBI requiere su detención (y ofrece cuarto de millón de dólares) como supuesto montador de una red de miles de identidades falsas en internet con las que influir en las elecciones americanas.

Tanto el Kremlin como él mismo han negado repetidas veces lazos que los servicios de inteligencia franceses le atribuyen con la empresa rusa de mercenarios Wagner, estrenada en el Donbás contra el ejército ucraniano en 2014, curtida en Siria y actual herramienta militar irregular rusa en el Sahel.

Una piña

La carrera de Kiril Shamalov, hoy accionista mayoritario de la petrolera y gasista siberiana Sibur, se disparó a partir de su boda con la bailarina Katerina Tikhonova, hija menor de Putin. Con eso y con el regalo que le hizo otro miembro del clan de pretorianos empresariales, Genadi Timchenko, socio de Putin: la venta de un paquete que le permitiera el control de Sibur… con financiación de Gazprombank y del banco VTB, hoy sancionado con sus expulsión del sistema Swift, y del que es consejero delegado Andrei Kostin, ideólogo financiero de Putin.

El yerno del presidente encabeza en las listas americana y rusa el resto del clan, con presencia destacada del magnate Viktor Vekselberg, dueño de Renova Group, con patas en el aluminio, la energía, las telecomunicaciones y el software industrial. Estados Unidos le acusa de soborno a funcionarios y de intentos de influir en políticos de Estados Unidos bajo la administración Obama.

Kiril Shamalov, yerno de Putin, casado con Katernia Tikhonova, controla la petrolera Sibur.

El resto de millonarios con activos bloqueados en EEUU y bloqueables en Europa son el gasista vicepresidente de Surgutneftegaz, Vladimir Bogdanov, el accionista mayoritario de Gazprom Burenie, Igor Rotenberg, y el diputado de la Duma acusado en EEUU de mafioso internacional Andrei Skoch.

Uno más tiene bienes inmovilizados: Suleiman Kerimov, putinista declarado en el Consejo de la Federación Rusa, detenido en París en 2017 por introducir irregularmente 20 millones de dólares. Su ocupación principal es la compra de villas, propiedades con las que, según las investigaciones americana y rusa, lavaría dinero al resto de oligarcas.

Fridman, de Dia, en la lista europea

El pasado 28 de febrero, el Consejo de la Unión Europea publicó una resolución para aumentar también una lista de sancionados con el control de activos, esta vez incluyendo a empresarios cercanos a Putin o sus oligarcas. La ampliación de la lista europea incluye a Mijail Fridman, ucraniano de Leópolis, donde nació en 1964, cuando Ucrania pertenecía a la URSS, y copropietario del grupo financiero Alfa Bank y, en España, de los supermercados DIA, y a su socio en el Grupo Alfa Petro Aven.

La Unión Europea considera que Fridman "prestó activamente apoyo material o financiero a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea y de la desestabilización del este de Ucrania, y se benefició de ellos".

Es la misma acusación, en los mismos términos, que la UE atribuye a otros cuatro empresarios considerados "oligarcas" del putinismo: Igor Sechin, presidente de la petrolera estatal Rosneft; Nikolay Tokarev, director ejecutivo de de la gasista Transneft y excompañero de Putin en labores de espionaje en el KGB; Alisher Usmanov, propietario de la acería Metalloinvest y supuesto "testaferro del presidente Putin" -dice la resolución de la UE- y Sergei Roldugin, creador de la red financiera del Kremlin, del cual cree la UE que "sus activos están depositados en el Bak Rossiya, sancionado, conocido en Moscú como la billetera de Putin".

La nueva lista europea incluye en su grupo de castigados a cinco políticos y altos funcionarios, cuatro militares y seis periodistas considerados propagandistas contra la paz y la estabilidad de Ucrania. La primera lista europea de sanciones data de marzo de 2014, y en ella se incluyeron inmovilizaciones de "todos los fondos y recursos económicos" para 21 protagonistas de la anexión de Ucrania. En la lista no estaba Putin, ni ninguno de los pretorianos a los que sí apuntan Estados Unidos y la oposición rusa, sino ejecutores directos de la invasión, como Alexander Galkin, comandante jefe de la Zona Militar Meridional de Rusia, o Alexander Viktoriovich, vicealmirante de la flota del Mar Negro, o Aleksei Mikhailovich Chaily, que se autoproclamó alcalde de Sebastopol cuando las tropas rusas se hicieron con Crimea.

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