Vladimir Putin no solo ha iniciado la guerra en Ucrania sino que lo ha hecho eligiendo un momento extremadamente simbólico para remarcar su reto a la comunidad internacional. Su anuncio televisado del inicio de una “operación militar especial”, poco antes de las seis de la mañana en Moscú, ha llegado mientras en Nueva York, por segunda vez en dos días, se celebraba una reunión de emergencia sobre la crisis de Ucrania del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya presidencia rotatoria ostenta este mes Rusia.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha abierto esa reunión haciendo una apelación directa “desde el fondo del corazón” a Putin: “Detenga a sus tropas de atacar Ucrania. Dé a la paz una oportunidad. Ya ha muerto demasiada gente”, ha dicho el portugués en el arranque de la sesión, cuando aún no habían llegado las noticias del discurso del presidente ruso.

También los primeros embajadores que han intervenido han hablado sin saber aún que se había iniciado la operación militar. Ha sido el caso, por ejemplo, de la representante de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, que se refería a “un momento peligroso” y también hacia un llamamiento a Rusia. “Vuelvan a sus fronteras, envíen a sus tropas y sus tanques y sus aviones a sus barracones y hangares y devuelvan a sus diplomáticos a la mesa de negociación”, urgía.

Era, no obstante, demasiado tarde. Poco a poco la noticia de la declaración de Putin ha llegado a los diplomáticos y la denuncia ha empezado a entrar en muchos discursos, aunque algunos, como el embajador de China, han optado por mantener el guion que llevaban escrito. “En el contexto actual todas las partes deben ejercer contención y evitar más escaladas de las tensiones. Creemos que la puerta a una solución pacífica para el tema de Ucrania no se ha cerrado del todo”, decía el diplomático de Pekín pese a que Putin había declarado ya el inicio de la acción militar.

Enfrentamiento

El momento más tenso de la reunión se ha vivido cuando, para cerrar la primera ronda de intervenciones, ha tomado la palabra el embajador de Ucrania, Sergiy Kyskytsya, que ha recordado a los miembros: “Es demasiado tarde para hablar de desescalada. El presidente ruso ha declarado la guerra”, ha dicho.

Kyskytsya se ha enfrentado directamente con el embajador ruso, Vasili Nebenzia, que había hablado vagamente del lanzamiento de la operación militar solamente diciendo que se comprometía a facilitar más información más adelante. “¿Quiere que le enseñe el vídeo (del mensaje de Putin)?” le ha dicho en un momento Kyskytsya, que además ha urgido a Rusia a abandonar la presidencia rotatoria del Consejo y a la propia organización y a los otros países miembros a emprender acciones.

Ha habido una segunda ronda de intervenciones donde los embajadores, ya con la noticia confirmada, han mostrado su condena a Moscú. Thomas Greenfield, ha acusado a Putin de lanzar “un mensaje de guerra” en el preciso momento de la reunión del Consejo. “Esta es una grave emergencia, el consejo necesitará actuar”, ha dicho la representante estadounidense, que ha anunciado que este jueves presentarán una resolución.

También ha vuelto a tomar la palabra el embajador de Ucrania, que ha vuelto a dirigirse a Nebenzia. “No hay purgatorio para los criminales de guerra. Van directamente al infierno”, le ha dicho al ruso, que tras defender que la acción lanzada por Putin “no es una agresión al pueblo de Ucrania sino a quienes ostentan el poder de Kiev” ha cerrado la sesión.

 Poco después Guterres, el secretario general de la ONU, ha acudido a las redes sociales para actualizar el mensaje que había enviado a Putin al inicio de la sesión. “Por humanidad, lleve sus tropas de vuelta a Rusia. Este conflicto debe acabar ahora”, ha escrito.