La junta militar que ocupa el poder en Guinea-Conakri desde el golpe de Estado del pasado día 5 rechazó liberar al presidente guineano depuesto, Alpha Condé, tras las conversaciones celebradas este viernes con una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Frente a los rumores sobre una posible salida del territorio del mandatario derrocado, la junta militar aseguró en un comunicado leído a última hora de ayer en la televisión nacional que "el expresidente de la República, Alpha Condé, permanecerá en Guinea".

"No cederemos a ninguna presión. Recibirá un trato humano digno de su rango en su país", dijeron los militares.

Alassane Ouattara, presidente de Costa de Marfil, y Nana Akufo-Addo, presidente de Ghana y jefe de turno de la CEDEAO, fueron los representantes de la organización en el encuentro celebrado este viernes en un hotel de la capital guineana con el coronel Mamady Doumbouya, principal artífice del golpe.

La delegación pudo visitar también a Condé, que encontraron en buen estado, según declaraciones recogidas en medios locales.

La reunión se produjo después de que el bloque de 15 países -del que forma parte Guinea-Conakri- decidiera imponer sanciones contra los perpetradores del golpe en una cumbre extraordinaria celebrada este jueves en la capital de Ghana, Accra.

La organización exigió, asimismo, la vuelta al orden constitucional en seis meses y la liberación de Alpha Condé.

A pesar del rechazo a liberar al mandatario derrocado, Akufo-Addo declaró a los medios a la salida de la reunión que habían mantenido "una conversación muy franca y fraternal con el coronel Doumbouya y sus socios y colaboradores".

"Creo que la CEDEAO y Guinea encontrarán la manera de caminar juntas", dijo el presidente ghanés, sin dar más detalles.

Un grupo de manifestantes contrarios a las sanciones recibió este viernes a los presidentes de la CEDEAO a su llegada al Aeropuerto Internacional Conakry Gbèssia, portando pancartas que reivindicaban la "soberanía" de esta pequeña nación africana.

Suspensión en la CEDEAO

El pasado 8 de septiembre la CEDEAO ya decidió, tras otra cumbre extraordinaria, suspender a Guinea de todas las instituciones de la organización, un ejemplo seguido por la Unión Africana pocos días después.

El golpe en Guinea-Conakri ha provocado temores a un retroceso democrático en África Occidental, después de los dos levantamientos militares que ha sufrido el vecino Mali desde agosto del año pasado y la toma del poder en Chad por una junta militar tras la muerte en combate del presidente Idriss Déby el pasado abril.

Alpha Condé, de 83 años y en el poder desde 2010, fue derrocado y detenido por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por el coronel Doumbouya, quien dijo dar el golpe para crear las condiciones de un Estado de derecho.

El coronel, el nuevo hombre fuerte del país, justificó la asonada por "la falta de respeto a los principios democráticos, la politización excesiva de la administración pública, la mala gestión financiera, la pobreza endémica y la corrupción" en el país.

Los golpistas crearon el Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo (CNRD, por sus siglas en francés) a fin de "iniciar una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica".

El diálogo se desarrolla esta semana con diferentes actores sociopolíticos guineanos, como líderes de los partidos políticos, representantes religiosos, empresarios del sector de la minería o los medios de comunicación.

El pasado 18 de octubre, el país celebró comicios presidenciales en los que Condé optó a un polémico tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras un referéndum en marzo de 2020 para cambiar la Carta Magna, aprobado con un 91,5 % de votos.

Según algunos observadores, ese cambio forzado, que provocó violentas protestas con víctimas, hizo al presidente vulnerable a una intentona golpista.

Guinea-Conakri es uno de los países más pobres del mundo, pero posee un importante potencial minero, hidráulico y agrícola. Sus reservas de bauxita, materia prima para producir aluminio, son unas de las más importantes del mundo y atrajeron en los últimos años a inversores de China, Rusia y Francia.