Bielorrusia invitó hoy a los reguladores internacionales de aviación civil, a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos a investigar el incidente ocurrido el domingo cuando las autoridades de este país desviaron un avión comercial europeo con destino a Lituania.

Bielorrusia mantiene que fue el piloto del Boeing 737-800 de Ryanair quien "tomó su propia decisión de aterrizar en el Aeropuerto Nacional de Minsk sin presión alguna de la parte bielorrusa", señala el comunicado del Departamento de Aviación del Ministerio de Transporte de Bielorrusia.

Entre los invitados para esclarecer lo ocurrido figuran los representantes de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Pese al desmentido hoy de Hamás, Bielorrusia insiste en que el 23 de mayo el aeropuerto de Minsk recibió un correo electrónico con una amenaza de bomba firmado por el movimiento palestino.

Explica que, tras comunicar la amenaza para la seguridad del avión a la agencia de aviación local (Belaeronavigatsia), los controladores bielorrusos se pusieron en contacto con los pilotos del vuelo FR4978 de la aerolínea Ryanair.

"La tripulación fue inmediatamente informada sobre la amenaza relativa a la presencia de un artefacto explosivo a bordo del avión y se le recomendó aterrizar en un aeropuerto alternativo: el Aeropuerto Nacional de Minsk", señala.

Destaca que las autoridades aéreas intentaron ponerse en contacto con los representantes de Ryanair en Vilna, pero no lo lograron.

Según el Departamento de Aviación del Ministerio de Transporte de Bielorrusia, la tripulación, no sin antes insistir en conocer el origen de la información sobre las supuestas amenazas de bomba, solicitó asistencia al repetir tres veces la palabra "MAYDAY". En el mismo comunicado se incluye un extracto de lo que Minsk asegura es la conversación que mantuvieron los controladores aéreos bielorrusos y los pilotos del avión.

"(...) tenemos información de los servicios especiales de que usted tiene una bomba a bordo que puede ser activada sobre Vilna (...) Por razones de seguridad, le recomiendo aterrizar en el UMMS", aeropuerto de Minsk, señala el controlador.

El piloto le inquirió de dónde había recibido tal información: "¿La seguridad del aeropuerto de Vilna o de Grecia?". A esto, el controlador replicó que el correo electrónico con la amenaza había llegado a "varios aeropuertos".

Cuando el controlador le recomienda desviarse, el piloto vuelve a preguntar de quién viene esa recomendación, de Ryanair o de las autoridades aeroportuarias griegas o lituanas. "Esta es nuestra recomendación", insisten desde Minsk.

Seguidamente, el piloto declara la emergencia (MAYDAY) y anuncia que su intención es "desviarse al aeropuerto de Minsk". El servicio de prensa de la Presidencia bielorrusa confirmó el domingo que fue el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, el que dio la orden de "dar la vuelta al avión" y de que éste fuera "escoltado" por un caza MiG-29.

La excusa fue "una potencial amenaza de seguridad a bordo", aunque las fuerzas de seguridad bielorrusas no hallaron ningún artefacto, lo que ha llevado a la oposición a denunciar que todo fue una operación especial del KGB bielorruso para detener al periodista opositor Román Protasevich. La ONU expresó hoy su temor por la seguridad del periodista, que habría sido objeto de torturas, según Svetlana Tijanóvskaya, líder de la oposición bielorrusa en el exilio. El incidente con el avión llevó a la Unión Europea a aprobar el lunes nuevas sanciones contra el régimen bielorruso, entre las que figura el cierre del espacio aéreo a las aerolíneas bielorrusas.