Vicente Nicolás se formó en Psicología Oral, pero su vida dio giro de 180º cuando le dijo su padre: «Tú serás peluquero». Andrés, profesional de la peluquería, un arte al que ha dedicado toda su vida, supo ver que su hijo le seguiría los pasos. Hoy, juntos llevan Key Project, una firma propia y personalizada en la que se forma a los alumnos para llevar a cabo esta profesión, que no es otra que la de «hacer felices a las personas».

Así se expresa Vicente, un hombre educado, encantador y correcto que siente por la peluquería mucho más que vocación; es su pasión, y lucha para que tenga el reconocimiento que merece: «La gente aún cree que la peluquera es simplemente una peluquera, y no. Es una profesional de la peluquería. Esa es nuestra lucha. Queremos que se deje de decir eso de: ‘¿No sabes qué estudiar? Hazte peluquero’. No. Para ser peluquero hay que ser exigente y muy profesional, hay que estudiar y ser capaz de comunicarse y ser cercano», nos cuenta.

Por ello, en Key Project, Vicente imparte unos cursos gratuitos del SEF en los que «primero, formo personas, y, luego, formo profesionales». Ahí reside la pieza clave de su formación y que la hace distinta al resto: «Me lo tomo muy en serio. De hecho, aquí no quiero que venga gente que solo quiera ‘hacer algo’, quiero gente que sienta la pasión y valore estos cursos, que son tan buenos, o mejores, incluso, que la formación pagada», nos explica.

Sus alumnos se forman con las instrucciones de un profesional que imparte cursos por todo el mundo: Puerto Rico, Argentina…, «y una firma de Nueva York me vio por Internet y me contrató. Ahora voy cada año. Mi formación es buena». No en vano, Key Project es conforme a la Norma del Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001:2015.

La peluquería es «un proyecto de futuro»

Vicente entiende la profesión de la peluquería como «tener dos manos que trabajan bien»; con eso, afirma, «no te faltará trabajo nunca». Por ello, anima a quienes sienten pasión por este arte, a inscribirse a alguno de sus cursos, que se imparten a niveles 1, 2 y 3. Porque, aunque estamos «en un momento complicado para el gremio», la peluquería es «un trabajo de contacto directo y es necesario. Siempre. Fue algo que se descubrió en la pandemia: fue sector esencial», explica este profesional y docente.

Al preguntarle por la inserción laboral del sector, nos explica que «de 40 alumnos que salen formados en Key Project al año, 15 trabajan, y tres de ellos montan sus propios negocios. Yo veo la peluqueríua como un campo muy abonado para sembrar un proyecto de futuro», sostiene.