La destrucción no cesa. Desde el pasado 19 de septiembre la isla de La Palma está sufriendo las consecuencias de la erupción del volcán: más de 500 viviendas destruidas, miles de personas sin hogar, carreteras cortadas, cultivo quemado…

Muchas de las personas afectadas se están preguntando qué es lo que va a ocurrir con la inversión de su vida, la que les ha permitido crear una familia, tener un lugar donde juntarse, donde relajarse. En definitiva, no saben cómo van a recuperar su vivienda.

En esta materia entran los seguros, y en este tipo de catástrofes concretamente el Consorcio de Compensación de Seguros. Todas las personas que antes de que el volcán empezara la actividad tuvieran seguro de hogar están cubiertos en este caso, pero la lava complica la solución a la habitabilidad de estas personas.

Carlos Lluch, bróker de seguros y experto financiero de iAhorro, asegura que existen dos escenarios a manejar, puesto que no es lo mismo que la lava haya generado daños concretos o haya destruido la casa por completo. En el primer caso lo más probable es que el inmueble haya perdido los suministros (luz, agua, gas, etc.) y que, por tanto, lo que tenga que cubrir el seguro sea el restablecimiento de éstos.

Con la casa sepultada bajo un manto de lava y piedras volcánicas la situación cambia. “Tenemos en la zona una capa de un espesor medio de 12,1 metros que cubre lo que sea que haya habido sobre ese suelo, casas incluidas. Eso impide la reconstrucción a muy largo plazo debido a la naturaleza de la roca volcánica y a la temperatura persistente por más de una década”, asegura Lluch.

En ese contexto también entra en juego la hipoteca de la vivienda sepultada. El banco pierde la garantía de la hipoteca (la casa), por lo tanto, ¿quién le compensa en este caso? “Conforme al artículo 40 de la Ley 50/1980 de contrato de seguro, si hay hipoteca el banco tiene un derecho especial como acreedor preferente ante el asegurador”, matiza Lluch. Eso significa que el seguro tendrá que pagarle el resto de la hipoteca al banco para compensar su pérdida.

El problema de la reconstrucción

El seguro se hace cargo de pagar la hipoteca y, de esta forma, paliar la pérdida de las entidades, pero… ¿qué ocurre con las personas que se han quedado sin hogar? El bróker de seguros y experto financiero de iAhorro explica que, en términos generales, las pólizas cubren la reconstrucción de la vivienda en el mismo lugar en el que se ha destruido, pero la lava ha dejado impracticables muchos de los terrenos en los que se encuentran las viviendas afectadas.

“La roca que quedará cuando se enfríen las coladas de lava es porosa, muy poco densa y está plagada de cavernas o bolsas de gases que convierten ese suelo en inestable para cualquier tipología de edificación. Eso implica muchas cosas: es inhabitable, no se puede reconstruir ahí, no se pueden restablecer los servicios de agua, alcantarillado, telefonía, electricidad, etc. Una auténtica pesadilla”, añade Lluch. Todo dependerá de si el seguro está dispuesto a aceptar la reconstrucción en otra ubicación que sí sea habitable.

Además, dependiendo del contrato que se tenga con la compañía ésta proporcionará una cantidad de dinero u otra para la reconstrucción: “Si el criterio contratado es a valor de nuevo o reposición se pagará lo que costaría la reconstrucción; si es a valor real se aplicará depreciación por cada año de uso hasta alcanzar el valor residual de la edificación”. Esto significa que si una persona se encuentra en el segundo escenario y su casa ha ido perdiendo valor con los años recibirá menos dinero para poder reconstruirla.

El escenario aún es incierto, puesto que la destrucción aún no ha terminado, por lo tanto, habrá que esperar para cuantificar los daños exactos y contar con las ayudas que aprueben tanto el Gobierno estatal como el canario.