No es una edición más de Carthagineses y Romanos, en absoluto. Esta vez la gran fiesta del Mediterráneo se presenta cargada de unas enormes ganas de la familia festera de vivir nuevamente los habituales diez días en plenitud, una vez superados 'el año de la tregua' de 2020 y 'el año de la esperanza' de 2021, motivados por la pandemia del coronavirus, que redujeron la primera a la difusión de cortometrajes de los actos por internet, mientras que la segunda se centró en los actos teatrales, no pudiéndose disfrutar de los desfiles ni de la batalla, además del campamento, donde anida el alma de estos festejadores.

Han pasado tres años desde que se cerró la trigésima edición y todo eran deseos de superación para un año más tarde. Llegó el gran frenazo, pero Carthagineses y Romanos no parece haberse visto dañado, pues hay tantas ganas por el regreso, que la familia festera ha aumentado en unas seiscientas personas desde entonces y ya son unos seis mil los que se visten de época durante los diez días, generando un viaje de la ciudad a hace más de dos milenios. Ha sido otra 'prueba de fuego' de la que las fiestas han salido airosas, como hace unos lustros fue superar la crisis que entonces originó la falta de un relevo generacional, pero se trabajó en ese terreno y el resurgimiento fue absoluto. Valga como dato que aquellos malos años provocaron que algunos grupos desapareciesen, pero en la actualidad están completadas las 25 plazas de los carthagineses y las 25 de los romanos, estando otros tres colectivos esperando un hueco.

Nos centramos ahora en qué ofrecerá el retorno, donde se observan bastantes novedades, como la presencia de dos actores para esta noche ofrecer el pregón desde el Palacio Consistorial. Se trata de Luis Zahera y Manuel Tallafé, siendo el cuarto dúo que asume este papel, siendo sus antecesores Los Morancos (2008), Rogelio y Joaquín (2016) y Jordi Sánchez y Xavier Deltell (2021).

Las expectativas desde la Federación de Tropas y Legiones apuntan a que la edición que se celebra desde hoy y hasta el día 25 puede convertirse en la más multitudinaria de la historia, superando las seiscientas mil personas que en 2019 pasaron por el campamento y asistieron a los actos celebrados

También hay variaciones en los escenarios, pues desaparece totalmente el auditorio del Parque de Torres y todo el protagonismo lo coge nuevamente el puerto de Cartagena. En cuanto al programa de actos, lo más destacado son los regresos de los desfiles y de la gran batalla que protagonizan miles de carthagineses y romanos en la Cuesta del Batel. De las variaciones con respecto a 2019, destaca que no habrá 'Ajedrez viviente' como tampoco circo y gladiadores, apostando este año más el Senado por la interpretación en sus actos teatrales, de los que el 'Augurio de la diosa Belona' pasa al escenario portuario, mientras que la marcha ciclista bici-romana se traslada del martes al primer sábado. También es novedosa la batalla infantil y los festeros que encarnan a Escipión y Emilia Paula, además de que la feria de atracciones deja su tradicional ubicación para situarse próximo al centro comercial de La Rambla.

El otro gran foco de atención está en el campamento levantado junto al estadio de fútbol Cartagonova. Ahí la actividad es incesante todas las noches y muchas tardes, organizando los cincuenta grupos de época diferentes actos internos que también enriquecen las veladas junto a los tradicionales asaltos, raptos, desfiles, etc. 

Unas fiestas tan grandes como Carthagineses y Romanos también conllevan un plan especial de previsión para evitar que se enturbien con incidentes. Además de la llegada de cuatro cruceros a la ciudad (con más de siete mil turistas) en estas fechas, se calcula que la presencia total de visitantes de los distintos núcleos de población del municipio y de otras tierras supere el récord de la historia festera, que se sitúa en las seiscientas mil personas que organizadores y autoridades calcularon en 2019 entre visitantes al campamento y espectadores a los actos celebrados entonces. Así, los cuerpos de seguridad han preparado un gran dispositivo de seguridad, que contará por vez primera del apoyo de drones para vigilar las zonas por donde discurre la fiesta y para combatir el dañino 'botelleo'. El dispositivo diario lo formarán más de cuatrocientos agentes, que se distribuyen en 120 agentes de Policía Local, 150 de Policía Nacional y 100 agentes de Guardia Civil, a los que se le añade la labor de Protección Civil y Bomberos. «El objetivo es garantizar la seguridad de los cartageneros y visitantes, para que disfruten de las fiestas con tranquilidad», proclama la alcaldesa, Noelia Arroyo.

Las falcatas y las gladios ya están afiladas. El Annus XXXIII puede empezar. Salve, carthagineses. Salve, romanos.

LA HISTORIA

La base histórica de las fiestas está en los hechos que tuvieron lugar entre los años 223 y 209 antes de Cristo. El primero de ellos corresponde a la fundación de Qart-Hadast por parte de los cartagineses tras la ocupación pacífica de Asdrúbal Janto, quien estableció un pacto con el rey Mucro de Mastia. El estratega fue asesinado y le sucedió Aníbal Barca, quien declaró la guerra a Roma, pero fue su eterno enemigo el que dio el golpe definitivo al conquistar la ciudad púnica en Iberia el general Escipión y convertirla en Carthago-Nova.