La pandemia ha provocado una crisis económica sin precedentes. Cientos de empresas han tenido que echar el cierre dejando a miles de trabajadores sin empleo. No obstante, algunos han conseguido salir reforzados de esta situación. Start-ups que nacen con ideas revolucionarias o empresas ya existentes que se adaptan para sacar el mayor provecho a la crisis. "El sector del emprendimiento ha salido con buena salud de la pandemia", asegura Lluís Soldevila, investigador de la OBS Business School y creador del informe "Los emprendedores después de la COVID-19".

El informe indica que en 2020 crecieron las oportunidades de negocio, las nuevas ideas y el emprendimiento, y así lo indican los datos excepcionalmente buenos en lo que a patentes se refiere (las solicitudes aumentaron un 16%). De hecho, entre enero y septiembre de 2020, la OEPM recibió también un 30% más de solicitudes de Modelos de Utilidad (las conocidas como patentes menores), y tuvo un crecimiento del 2% en solicitudes de registro para nombres comerciales.

"En tiempos de crisis se agudiza el ingenio porque hay más necesidad y menos dinero por lo tanto hay que optimizarlo", asegura Soldevilla como explicación a este auge del emprendimiento. "Ha habido un cambio de paradigma, tenemos la mente más abierta y se nos presentan nuevas oportunidades porque estamos más observadores e intentamos solucionar problemas reales y concretos", continúa.

Diferentes tipos de emprendedores post-pandémicos

Soldevilla destaca que los emprendedores actuales se pueden dividir en dos grupos: aquellos que se lanzaron a la piscina a causa de la pandemia y aquellos que ya habían iniciado un negocio antes de la aparición de la COVID-19. Respecto a los primeros, el experto señala que a muchos de ellos la pandemia los puso contra las cuerdas y su salida fue lanzarse a emprender. "A estos les ha costado mucho más arrancar, encontrar inversión por la incertidumbre. O la idea era clarísima o sino quizás no era el mejor momento", cuenta. Por su parte, aquellos que ya tenían un negocio, según Soldevilla, han tenido que hacer algún giro porque el mercado se había parado. "Han tenido que pivotar, hacer pequeños giros de timón para que dadas las nuevas condiciones, la propuesta de valor siguiera válida".

Además, el informe de OBS también destaca que el 60 % de las startups prevé seguir creciendo durante 2021. No obstante, a pesar de estas buenas cifras, algunos de estos desarrollos surgieron como respuesta directa a corto plazo a la crisis y volverán a los niveles normales una vez que se contenga la COVID-19. Sin embargo, otros perdurarán, creando una disrupción digital a largo plazo que dará forma a las empresas en las próximas décadas. Aquí es donde Soldevilla diferencia entre ideas coyunturales y estructurales. Y pone como ejemplo: "aquellos que se dedican a hacer mascarillas han ganado mucho dinero pero esto dentro de 2 o 3 años se va a acabar, en cambio aquellos que han visto que los abuelos necesitan más asistencia y la tecnología puede ayudar, pues es una idea que viene para quedarse porque cada vez hay mas abuelos".

En este sentido, el informe indica que algunos de los sectores que parecen tener más posibilidades de crecer son la educación en línea, la salud y el bienestar, los SAAS y las herramientas de trabajo en remoto, el e-Commerce, los juegos online, los e-Sports y las plataformas de streaming, la farmacia y los laboratorios, y los coworkings.

Retos a futuro

Aunque la pandemia se ha revelado como un momento propicio para crear nuevos proyectos, ahora lo realmente complicado es hacer que la empresa perdure en el tiempo. "Estamos en un negocio donde el 90% de las ideas no van a salir a flote", advierte Soldevilla. En esta línea, destaca que los dos grandes retos a los que debe hacer frente un emprendedor son: encontrar dinero y clientes. Estas dos prioridades siguen existiendo tras la pandemia, pero según el experto han variado su relevancia. "Ahora el foco está es encontrar nuevos clientes, ha tomado mucho más peso, antes de la pandemia era más importante encontrar el dinero pero ahora es más difícil identificar quiénes son los clientes", relata.

Las mujeres emprendedoras, las más perjudicadas

Sin embargo, esta etapa de florecimiento que vive el emprendimiento trae consigo una mala noticia: las mujeres emprendedoras han sido las grandes perjudicadas de la pandemia. Ellas suelen liderar negocios del sector servicios, el más afectado por la COVID-19. "Emprenden más en este sector porque es el que ofrece una mayor flexibilidad y facilidad de conciliación, ya que todavía recae en ellas el peso de la atención a la familia", explica Soldevilla. No obstante, la desigualdad entre hombres y mujeres emprendedores va más allá de los límites de la crisis. De hecho, las emprendedoras inician sus negocios con menos capital que los hombres pues cuando solicitan préstamos suelen recibir un tercio menos que sus equivalentes varones. Solo el 25% de las mujeres empresarias buscan financiación frente al 34% de los hombres. Muchas de ellas financian sus negocios con dinero propio.