Ballesol Altorreal, "las tradiciones y los cuidados las llevamos dentro"

Pilar nunca había vivido unas Fiestas de la primavera así. Tampoco Rafael que presume de haber participado en todas las actividades diarias. Ni Mari Carmen, que llegó a Ballesol Altorreal por la recomendación de una amiga. ¿Esto es así todo el año? Comparten su experiencia y felicidad al coincidir que «otra manera de envejecer es posible». Hablan de las Fiestas de la Primavera de Murcia y de la importancia que tienen en esta residencia. «Seguimos satisfaciendo las expectativas de los que confían en nosotros» trasladan desde esta residencia situada en Molina de Segura, con cada vez más demanda de estancias para «sentirse protagonista y reconocido en esta etapa de la vida».

A ritmo de charangas la visita del grupo sardinero Mercurio aportó misticismo y tradición a un ritual acompañado de juguetes y sonrisas que repartieron por toda la residencia, preludio del desfile y entierro de la sardina. «Apostamos por poner en valor actividades con un significado personal y sociocultural que fomente la participación más activa, y así mantener su salud y bienestar a través de la ocupación», explican los profesionales del centro situado en la exclusiva urbanización de Altorreal, que han apostado por incrementar las actividades dentro y fuera de la residencia.

Por ejemplo con la celebración del bando de la Huerta. Una jornada de exaltación de las tradiciones huertanas en la que se invitó a las familias a participar en la ofrenda floral a la Virgen de la Fuensanta, en actividades e historias alrededor de la vestimenta regional, el uso de zaragüelles, monteras y mantones. Y como la gastronomía es parte de la historia de las Fiestas de la Primavera, Ballesol Altorreal se convirtió en una barraca en la que degustar desde el zarangollo, el arroz o la verduras, a los dulces más tradicionales como el paparajote.

La visita de la peña huertana ‘la Capaza’ y el ‘Rincón Pulpitero’ con bailes y piezas musicales de antaño congregó a numerosos asistentes en Ballesol Altorreal, que disfrutaron de un espectáculo de jotas, malagueñas, fandango y parrandas. Entre las salidas fuera del centro residencial se programaron diferentes actividades y visitas, como la comida en la barraca el Pimentón, entre historias, anécdotas y un repertorio de bailes y jotas de la huerta, del rincón y del chipirrín.