Telefónica pierde 892 millones por las provisiones del ERE en España y por Reino Unido

Telefónica registró unos números rojos contables de 892 millones de euros el año pasado por las provisiones millonarias realizadas para financiar el ERE para 3.420 trabajadores en España (1.320 millones) y por el saneamiento de la filial del Reino Unido, Virgin Media O2 (VMO2), por el deterioro de su fondo de comercio (1.786 millones) derivado del escenario económico del país. Sin contabilizar estos extraordinarios negativos, el grupo obtuvo gracias a la buena marcha del negocio un beneficio neto de 2.369 millones de euros en 2022, un 17,1% más que en el ejercicio precedente, según las cuentas remitidas a la CNMV.

La teleco presume de haber crecido, pese a la incertididumbre económica global, en todos sus grandes mercados y de cumplir los objetivos financieros marcados para este ejercicio, y prevé más crecimiento durante este 2024, el año de su centenario y el primero completo de su nuevo plan estratégico GPS (Crecimiento, Rentabilidad y Sostenibilidad, por sus siglas en inglés). Las cuentas llegan en pleno terremoto accionarial por la irrupción en el capital de la operadora de Saudi Telecom, la operadora controlada por el Estado de Arabia Saudí, y el futuro regreso al accionariado de la teleco del Estado español a través de la SEPI.  

Los mayores ingresos desde 2020

El grupo comandado por José María Álvarez Pallete registró un incremento de la facturación del 1,6%, hasta alcanzar los 40.652 millones, lo que supone el mayor volumen de facturación desde 2020. El resultado operativo antes de amortizaciones (oibda) ordinario, un parámetro clave en el sector de las telecos, alcanzó los 13.121 millones de euros, un 1,4% más (el oibda reportado, que sí tiene en cuenta los extraordinarios cayó un 11,4%, hasta 11.390 millones). La compañía también superó sus previsiones de flujo libre de caja, que se situó en 4.227 millones de euros, por encima de los 4.000 millones estimados.

“Telefónica sigue ejecutando su hoja de ruta, sin detenerse ante la incertidumbre macroeconómica global, con la ambición y determinación necesarias para completar el proceso de transformación operativa puesto en marcha a partir de 2016. En 2023, Telefónica ha cumplido todos sus objetivos financieros y afronta con decisión los compromisos fijados en nuestro plan estratégico GPS”, ha apuntado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. Telefónica augura más crecimiento y se ha marcado como objetivo para este 2024 un incremento de la facturación en torno al 1% y elevar el resultado bruto de explotación (ebitda) entre un 1% y un 2%.

Dividendo confirmado

El grupo confirma que mantendrá el dividendo con cargo a las cuentas de este año con 0,30 euros por acción en efectivo pagaderos en dos tramos, en diciembre de 2024 (0,15 euros) y en junio de 2025 (los 0,15 euros restantes), en línea con lo comprometido en su nuevo plan estratégico. Adicionalmente, la teleco amortizará el 1,4% del capital social de la compañía, el equivalente a la autocartera existente a 30 de junio de 2023. Desde la compañía se subraya que los 0,30 euros es un suelo y no descarta subidas de la retribución en próximos años o recompras tácticas de acciones para alimentar la autocartera.

"La operadora ha vuelto al crecimiento, con una mayor rentabilidad y, además, de una manera más sostenible. Los ingresos aumentan y la generación de flujo de caja sigue siendo robusta, lo que nos permite cubrir holgadamente el dividendo de 0,30 euros por acción totalmente en efectivo", ha subryado el Álvarez-Pallete. De hecho, el flujo de caja por acción se situó en 0,70 euros, más del doble que el importe del dividendo.

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Crece la deuda

Telefónica cerró 2023 con una deuda financiera neta de 27.349 millones de euros, con una ratio de endeudamiento de 2,6 veces, y con un ligero incremento en relación al ejercicio anterior, cuando se situó en 26.687 millones de euros y 2,5 veces. La compañía justifica el aumento de la deuda en la retribución al accionista (2.320 millones de euros), las inversiones financieras netas (688 millones de euros, principalmente por la adquisición de acciones de Telefónica Alemania) y los compromisos de origen laboral (854 millones de euros).

Durante 2023 la compañía acometió una labor de financiación por importe de 5.296 millones de euros, lo que le permite mantener una posición de liquidez de 19.531 millones de euros. Telefónica tiene así cubiertos los vencimientos de los próximos tres años, de los que alrededor del 80% son a tipo fijo y mantiene una vida media de la deuda cercana a los 11,6 años.

El centenario, en el Teatro Real y el Bernabéu

Telefónica España, la mayor de las filiales del grupo, registró una facturación de 12.654 millones de euros en el ejercicio, lo que supone un incremento del 1,3% y hace que el mercado español concentre más de una cuarta parte (el 27%) de todos los ingresos de la corporación. La filial aceleró el ritmo de negocio en la recta final del año y en el último trimestre alcanzó unos ingresos de 3.321 millones, un 3,3% más.

El oibda de Telefónica España alcanzó los 3.229 millones, con una caída del 29,6% por el impacto de las millonarias provisiones para cubrir los gastos del ERE, que implica asumir parte del salario y las cotizaciones sociales durante varios años de los 3.420 empleados que saldrán del grupo. España concentra casi un tercio del oibda de todo el grupo Telefónica y la compañía subraya que su filial española volvió a registrar crecimiento orgánico de su oibda (+0,1%) en el último trimestre de 2023, algo que no ocurría desde 2019.

"Telefónica es hoy más fuerte, está mejor posicionada y está en mejores condiciones para aprovechar las oportunidades que tenemos por delante", ha sentenciado el consejero delegado del grupo, Ángel Vilá. La compañía alcanzó al cierre del año casi 41 millones de accesos, con un aumento del 1% en un año. La operadora saca pecho porque el ingreso medio por cliente (arpu) se situó en el último trimestre en los 91,2 euros al mes, con un alza del 1%, y la tasa de abandono de clientes (churn) descendió hasta el 0,9%, dos puntos porcentuales menos que hace un año y el nivel más bajo en una década.