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TSK negocia 50 millones de financiación con la banca y prevé salir a Bolsa el año próximo

Iniciará un plan de rotación de activos con la venta de algunas plantas como respaldo a la operación de liquidez

Sede corporativa de TSK

Sede corporativa de TSK

Javier Cuartas

La ingeniería TSK ha retomado sus planes para una posible salida a Bolsa y ha iniciado los trámites con la idea de materializarla el año próximo. En paralelo, está negociando con la banca apoyo financiero por unos 50 millones para hacer frente a necesidades de liquidez, que se vinculan a su estrategia de crecimiento. El grupo pretende refinanciar con la banca proyectos que fueron ejecutados con recursos propios. Las negociaciones de financiación adicional están avanzadas con los bancos Santander, Caixabank, BBVA y Sabadell, que fueron las entidades que participaron en la línea sindicada de avales que obtuvo la compañía en 2021.

Para respaldar el nuevo apoyo bancario, TSK ha puesto en marcha un plan de rotación de sus activos energéticos e inmobiliarios, valorados en 260 millones de euros, cifra similar –según TSK– a los niveles de deuda totales del grupo en la actualidad. Entre esos activos se incluye una planta fotovoltaica de 146 megavatios de potencia en México, para lo que ya ha mandatado a un banco para negociar su venta. La banca también habría aconsejado a TSK la búsqueda de un inversor como paso previo a una eventual salida a Bolsa.

La ingeniería asturiana cerró el año pasado con unas ventas récord de 1.250 millones de euros, un 30% más que en 2022 y un resultado bruto de explotación ("ebitda") de 64 millones de euros.

La cartera de proyectos en ejecución y adjudicados asciende a 2.400 millones de euros. El 80% de la cartera están vinculados a la transición energética y la descarbonización, el manejo de materiales y los centros de datos. El 95% de la cartera en proyectos altamente tecnológicos está fuera de España, sobre todo en Latinoamérica y Caribe. El plan de la compañía es alcanzar unas ventas de 1.500 millones de euros en 2026, el 20% más que en 2023, lo que supondría triplicar el volumen de negocio en un lustro.

La búsqueda de financiación bancaria se vincula a tensiones de liquidez por el plan de crecimiento acometido y el proyectado. Fuentes de TSK precisaron que "no es una petición de ayuda ni es urgente".

La compañía asturiana ya evaluó su salida a Bolsa en el pasado reciente. En concreto, en 2019 tuvo en estudio colocar en el mercado en torno al 70% de su filial de energías renovables Esersa, valorada entonces en 350 millones, pero en 2020 reconsideró el proyecto e inició un proceso de rotación de activos con la venta de algunas plantas solares.

TSK emplea (dato de octubre) a más de 1.500 personas, la mayor plantilla de su historia. El año pasado se incorporaron más de 300 empleados nuevos. Con sede en Gijón y oficinas también en Madrid, el grupo cuenta con centros de innovación en Gijón y en Colonia. En esta ciudad alemana tiene su sede su filial Flagsol. El grupo, controlado por la familia García, ha ejecutado proyectos en más de 50 países.