¿Qué se puede ver en el ISE 2024, el mayor congreso del sector audiovisual del mundo?

En un futuro ya muy palpable, las ventanas de los vagones de metro tendrán videos publicitarios integrados, las vitrinas de una pastelería darán información digital de los ingredientes del producto que muestran y permitirán al cliente comprarlo desde allí. En el aeropuerto o en un centro comercial, los puntos de información serán avatares capaces de entender y responder a preguntas básicas; las pantallas tendrán tanta resolución que, en según qué oficinas, un modelo virtual podrá sustituir a las maquetas actuales, y a un actor le bastará con ir a un plató cercano a su casa para rodar en Roma, Berlín, Nueva York o en medio del espacio. Lo que haga falta. “El potencial es inmenso”, resume el portavoz de una de las empresas participantes en el Integrated Systems Europe (ISE), el evento dedicado a la industria audiovisual que se celebra esta semana en Fira de Barcelona. 

La feria aspira a ser –dicho por su director general, Mike Blackman– una especie de ‘showroom’ gigante donde integradores, distribuidores y consultores puedan tener contacto directo con todo lo que ofrece ahora mismo el mercado. Sea en sonido, sea en imagen, sea en herramientas de producción. Así, a diferencia de otras ferias del estilo, en esta se puede interactuar con innovaciones de corte futurista, pero que son ya una realidad. Y, pese a que, de momento, éstas sean en muchos casos solo accesibles para unos pocos (por inversión o tecnología necesaria), parece más que evidente que esta estampa va a ser habitual en las ciudades más pronto que tarde.

El congreso de las pantallas se rinde, también, a la inteligencia artificial

Sirva como ejemplo la Milla de Oro del salón, el cruce que ocupan las compañías más conocidas y con mayor estructura en el evento: Epson, LG, Panasonic o Samsung. La primera, apuesta por toda una línea de proyectores y tecnología de comunicación visual que llega a su zenit con el proyector 4K más pequeño y ligero del mundo, dicen. Su atracción, este año, es un paraguas gigante cuya tela es una pantalla en la que se proyectan imágenes de festivales icónicos de todo el mundo.

A su lado, la surcoreana LG ha optado por un poste de unos cuatro metros de alto integrado por algo más de 300 pequeñas pantallas móviles que forman relieves y figuras al son de los visuales que muestran. El origen del invento, cuentan desde la propia compañía, es el deseo de Coca-Cola de montar una estructura promocional que permitiera al refresco salir de la pantalla.

Pero, más allá de la propuesta artística, la firma presenta en la feria una pantalla translúcida –una ligera bruma gris oscurece lo que se ve al otro lado– pensada para el mundo del comercio o de los museos, por ejemplo, y que ya han logrado hacer modulable. También una vitrina táctil (en este caso, completamente transparente) capaz tanto de informar de los ingredientes de una tarta como de ofrecer al cliente la opción de comprarla. O un sistema que reconoce género y edad de quien observa una pantalla para personalizar la publicidad que aparece en ella.

Pantalla de 400 pulgadas

Samsung, que goza del ‘stand’ que más curiosos aglutina, apuesta también por la transparencia convirtiendo a su nueva pantalla Micro Led transparente en la atracción central en la feria. El ejemplo que emplea es la simulación de un partido de futbol visto a través de una especie de cabina cuyos vidrios van mostrando información técnica del juego. La compañía surcoreana también ha sacado la artillería pesada con The Wall, una pantalla de más de 400 pulgadas con una distancia tan pequeña entre píxeles y unos diodos LEDs tan estrechos que casi parece que vayan a salpicar cuando muestran imágenes de agua.

Pero, más allá de la atracción, la empresa ha centrado su participación en la feria en mostrar –entre otras muchas cosas que van desde pantallas para la oficina hasta pizarras digitales para el colegio– cómo este tipo de pantallas pueden dar detalle del diseño de un producto (por ejemplo, un coche) a tan alto nivel que ya ni se necesite maqueta del mismo para convertirlo en realidad.

Por su parte, Lang, compañía alemana con filial en Barcelona desde 2019, hace gala de la misma ultra definición y realismo en una pantalla gigante que puede vestir estadios y casi todo lo que se quiera. Aoto, empresa china también perteneciente al grupo de compañías que ha abierto oficinas en Barcelona al calor del ISE, muestra como una pantalla así puede hacer confundir realidad con ficción al emplearse en el mundo del cine.

"La verdad es que parece muy real”, opina una asistente mientras observa el plano que logra la combinación de una moto parada en medio de su 'stand' frente a una pantalla LED que muestra imágenes de una carretera en movimiento. “Hombre, trabajamos con Hollywood...”, confiesa, antes de despedirse, uno de sus portavoces.