Mercado laboral

La construcción y la hostelería aquejan falta mano de obra, pero suben los salarios por debajo de la media

La escasez de perfiles está llevando a más empresas a contratar a mayores de 55 años

Un trabajador en una obra de Barcelona.

Un trabajador en una obra de Barcelona. / FERRAN NADEU

Gabriel Ubieto

Encontrar el candidato idóneo para un puesto de trabajo es un problema creciente para las empresas en España, pese a seguir siendo este el estado de la Unión Europea con mayores tasas de paro. A finales del año pasado la patronal CEOE presentaba un informe de la mano de Randstad en el que señalaba que tres de cada cuatro compañías tiene dificultades para cubrir sus vacantes.

Un año después, el problema persiste y ha obligado a algunas compañías ha dejar atrás sus prejuicios. Según un estudio reciente de la Fundació Pimec, la escasez de perfiles está llevando a más empresas a contratar a mayores de 55 años, si bien el 63% sigue sin hacerlo.

Son varios los sectores que se han quejado de falta de manos, pero no todos han actualizado de la misma manera sus remuneraciones para hacer más atractivo ir a trabajar para ellos. La construcción y la hostelería son dos ejemplos, ya que desde que estalló el coronavirus han subido sueldos, pero por debajo de la media. También la banca o la educación, entre otros. Por el contrario, el transporte o la sanidad, aquejados de falta de manos, sí han superado con sus incrementos salariales desde 2019 la media española.

Estas son algunas pinceladas que deja sobre la evolución de los salarios la última encuesta de población activa (EPA), que sitúa en España el sueldo medio para una jornada completa en 2.341 euros brutos al mes, alrededor de un 6% por encima de la media de 2019, antes de empezar la pandemia.

Si hay dos sectores donde claramente los salarios han subido con especial intensidad desde el estallido de la Covid, por motivos presumiblemente diferentes, son las energéticas y las compañías TIC. Las primeras han vivido unos años de beneficios récord, espoleados especialmente desde el inicio de la guerra de Ucrania y para dolor de cabeza de miles de hogares. Y las segundas escalan un peldaño más en la competencia global que las empresas punteras mantienen por captar a los mejores programadores, analistas de datos e ingenieros de ciberseguridad.

Por el contrario, los profesionales de las industrias extractivas no solo no han visto, de media, subir su salario, sino que este es un campo donde las nóminas se han depreciado. No vive su mejor momento, precisamente marcado este por ese encarecimiento de los precios de la energia, que en sectores de especial dependencia están teniendo gravoso impacto, entre otras cuestiones. 

El debate de las vacantes también ha tenido su impacto en el seno del Gobierno. Hace meses la Seguridad Social flexibilizó los requisitos para que migrantes que ya viven en España pero están sin permiso de trabajo puedan regularizar su situación. También para facilitar que las empresas puedan contratar en origen, para enojo del Ministerio de Trabajo, que considera que en España no hay un problema de vacantes.

Más recientemente, el choque está siendo entre el Ministerio de Economía y el de Trabajo por la reforma de los subsidios de paro. El primero plantea modificar las ayudas, para que el importe a cobrar sea mayor al principio y menor al final, con la intención de incentivar que más parados se avengan a aceptar un empleo. Trabajo, por su parte, prioriza otorgar más y mejores ingresos para no forzar a los desempleados a aceptar un empleo de baja calidad.