El nuevo presidente de los regantes: "El Gobierno y la Junta coinciden en que es necesario un trasvase para Donaña"

El abogado que hasta ahora era secretario general de Fenacore asume el reto de relevar a Andrés del Campo, que ha estado casi tres décadas al frente de la organización

Juan Valero de Palma, nuevo presidente de Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España).

Juan Valero de Palma, nuevo presidente de Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España). / IMAGEN CEDIDA

Celia López

El abogado Juan Valero de Palma (Valencia, 1964) asume la presidencia Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes), la organización que representa a los regantes de España, para relevar a Andrés del Campo, que ha estado casi tres décadas al mando. La asamblea de la federación ha decidido nombrar a Valero de Palma como presidente para los próximos cuatro años, que ha tomado posesión del cargo este mismo miércoles. En un momento en el que agua ha saltado al debate político debido a la grave sequía y a la ley de la Junta de Andalucía para ampliar los regadíos cerca del Parque de Doñana en Huelva, Valero de Palma asegura que es necesario que la gestión se los recursos hídricos se trata con seriedad y alejada de las trincheras políticas y la polarización.

La trayectoria profesional de Valero de Palma ha estado ligada a la gestión de los recursos hídricos a través de las comunidades de regantes. Se afilió al Colegio de Abogados de Valencia en 1987 y es especialista en Derecho de Agua. Sus comienzos en la profesión se remontan a 1987, cuando empezó a trabajar en la Acequia Real del Júcar. Asumió la secretaria general de Fenacore en 1988. Desde 2002 es secretario general y miembro fundador de la Comunidad Euro Mediterránea de Regantes y desde 2017 tesorero de la Asociación de Regantes Europeos.

¿Cuáles serán los ejes principales de la presidencia que asume?

Mi propuesta es de continuidad. Llevo muchos años trabajando con Andrés del Campo. Tenemos que mejorar cada día en muchos aspectos, pero una de mis prioridades en la presidencia de Fenacore va a ser la comunicación. Es importante informar a la opinión pública de los temas del agua con el mayor rigor, con datos…muchas veces la gestión del agua se ve salpicada por intereses localistas y de diverso tipo. Hay mucha demagogia y manipulación sobre este tema, que es muy complejo. Hace falta poner sobre la mesa soluciones difíciles, que pueden servir para algunos lugares y no para otros. El cultivo de regadío es muy variado en España y sus necesidades se tienen que abordar sin apriorismos y con rigor. La política se ha metido demasiado en la gestión de los recursos hídricos. La peor contaminación del agua es la que proviene de la política.

Las comunidades de regantes tienen competencias para actuar sobre la gestión del agua, pero se organizan según las cuencas de los ríos y los límites no obedecen a los de las comunidades autónomas. ¿Cree que esto es una ventaja o una desventaja?

España en 1926 apostó por organizar la administración del agua por cuencas hidrográficas. Eso fue un acierto porque los ríos no entienden de divisiones políticas. Desde Fenacore somos grandes defensores este sistema de organización del agua, que se ha exportado a Europa. Colaboramos con las confederaciones hidrográficas muy estrechamente, aunque las comunidades autónomas también tienen competencias en agricultura. Nuestra labor es coordinarnos muy bien con todas estas administraciones. Es un sistema complejo, pero acertado. Siempre ha habido un debate sobre cómo reformar las confederaciones hidrográficas, pero si hay lealtad institucional no debe haber problema.

¿Qué posición tiene Fenacore de la Ley de Regadíos de Doñana?

Es un tema que se ha politizado y parece que todo es blanco o negro. Pero lo que ha aprobado el Gobierno de España en el plan hidrológico de Doñana indica que hay 19 medidas para solucionar el problema en el Parque de Doñana. Principalmente tienen que ver con los vertidos que están contaminando el espacio protegido. La mayoría de las medidas para resolver el problema de Doñana tienen que ver con mejorar la calidad del agua. Y el plan hidrológico del Gobierno reconoce la necesidad de realizar el trasvase que la Junta de Andalucía también cree necesario. Ambos están muy de acuerdo en las soluciones para este asunto, si nos atenemos a los papeles y lo que se ha dejado por escrito. Los problemas de escasez de agua en esta zona de Huelva (Andalucía) se pueden resolver con un trasvase que llevara más recursos a la zona. Así se resolvería la falta de agua de estos regadíos. Pero lo que es evidente es que la ampliación de 700 hectáreas de regadío no son el problema de Doñana, el volumen de agua que utilizan es muy pequeño.

¿Usted no cree que la ampliación del regadío en la zona de Doñana sea un problema?

Si se produce el trasvase con el que tanto el Gobierno como la Junta de Andalucía están de acuerdo para evitar que se siga sacando agua de los pozos de la zona no habría ningún problema. De esta forma los regadíos podrían abastecerse de agua de fuera del parque de Doñana. El volumen de agua que consumen las 700 hectáreas que se quieren ampliar consumen una cantidad muy pequeña. Hay una solución técnica, hay que hacer obras hidráulicas, realizar los embalses que están previstos en las cuencas del río Tinto, Odiel y Piedras.

¿Cuál cree que es el futuro del regadío en España teniendo en cuenta que vamos hacia un clima más seco como consecuencia del cambio climático?

Los españoles deberían estar muy orgullosos de nuestros regadíos. Somos los número uno de Europa y los tenemos muy modernizados y son muy eficientes. Está tecnificado, por riego, por goteo...todavía quedan 800.000 hectáreas por modernizar y necesitamos seguir mejorando. Hay que aprovechar las nuevas tecnologías y la digitalización. En los últimos 25 años hemos disminuido un 15% el volumen de agua que utilizamos en los cultivos de regadío. Hemos hecho los deberes y encima, cuando hay situación de escasez y sequía grave, somos los que sufrimos las consecuencias. En Cataluña y en el Guadiana los regantes se están quedando sin recursos. Somos los más castigados en esta situación. Los regadíos son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria en España y producen seis veces más que el secano. Como país, no podemos renunciar a eso.

¿Qué medidas pediría Fenacore al Gobierno en esta situación de sequía?

Lo primero, movilizar todos los recursos extraordinarios posibles. El gran problema que tenemos con esta sequía es que está poniendo en riesgo las plantaciones de arbolado, que ha costado muchos años realizar. Son inversiones que vienen de muy atrás y pueden perderse. Hay que salvarlos, la administración tiene que actuar con rapidez y autorizar pozos de sequía. Además, es necesario movilizar los recursos de aguas reutilizadas, las desaladoras...etc. Esas son medidas para abordar esta crisis. Pero hay que plantear un plan a largo plazo. Hay que culminar la modernización de los regadíos en España, esa debe ser una de las prioridades del próximo Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 23 de julio. Y no poner trabas a los embalses, el 80% del agua que utilizamos en los hogares vienen de estas instalaciones. Es necesario continuar adelante con estas obras hidráulicas y estos trabajos llevarán más de una legislatura.