El 1 de enero de 2023 volverá a subir la edad de jubilación de los españoles, que ya no se sitúa en los 65 años, con algunas excepciones que se hacen con los trabajadores que han cotizado mucho más de lo habitual.

De esta manera, y siempre que Europa apruebe la medida, pues no lo tiene del todo claro, la edad para poder retirarse se situará en los 66 años, aumentando un año completo con respecto a los 65, que ha sido la edad a la que nos veníamos jubilando los españoles desde hace mucho tiempo.

Esta cifra seguirá aumentando, ya que el plan es que en 2027 se fije en los 67 años, subiéndola poco a poco con el fin de que la medida no sea traumática, con la idea de que así los ciudadanos paguen más, a la vez que el dinero que el Estado gasta en pensiones sea el menor posible.

Medidas contra la jubilación anticipada

Hay pocos trabajadores por cada uno que se ha retirado, pero es que, además, durante años han pasado a estar en este estado personas con poco más de 55 años, las cuales pertenecían a sectores como los de las finanzas o la producción industrial.

Así, ahora ya no se podrá jubilar nadie de forma anticipada antes de los 64 años, subiendo hasta los 65 de manera gradual. A su vez, la jubilación por despido no podrá llegar antes de los 62 años y los cuatro meses.

Este tipo de retiro va a pasar a ser poco atractivo, pues en función de lo que se haya cotizado, la penalización en la paga mensual puede llegar a ser del 30 %, lo que afectará a la mayoría de los ciudadanos dado el mercado laboral actual en el que no es posible cotizar muy seguido.

Los distintos gobiernos se enfrentan a un problema muy serio y es que las cuentas de las pensiones no salen. Por eso, toman medidas que son muy impopulares con el fin de mantener un sistema que va a pasar por muchos problemas en los próximos años.