Las ventas de electricidad a Francia se han disparado en los últimos días tras la puesta en marcha la pasada semana del mecanismo activado al Gobierno para bajar la luz. Las interconexiones entre ambos países llevan días funcionando a su máxima capacidad enviando electricidad al mercado galo y las empresas francesas se están aprovechando de una luz más barata que su país gracias al tope al gas aplicado en España, y sin tener que asumir el coste que sí que pagan parte de los consumidores españoles.

Desde la patronal Aelec, que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP, se advierte de que las exportaciones disparadas hacia Francia están provocando que sean menores la rebaja del precio del mercado eléctrico español buscada con el plan del Gobierno y el ahorro para los clientes españoles. Otro problema que se suma a la lista de factores que han aguado el esperadísimo estreno del tope al gas en sus primeros días: la ola de calor elevó la demanda de electricidad en un momento en que la producción de las renovables descendió, por lo que se disparó el uso de las centrales de gas en un momento en que el precio del gas natural tocaba máximos por la decisión de Rusia de reducir sus ventas a las grandes economías europeas.

Las grandes eléctricas alertan de que el incremento de las exportaciones a Francia también contribuyó a ese aumento de la demanda eléctrica y auguran que durante el año en que estará vigente la excepción ibérica (que implica que España y Portugal imponen un precio máximo al gas que se usa para producir electricidad para rebajar el precio de todo el mercado mayorista eléctrico) las interconexiones entre ambos países sólo se utilizarán para transportar luz al mercado francés.

Según las estimaciones de Aelec, las ventas de electricidad a Francia pueden alcanzar durante los próximos doce meses hasta 25 teravatios hora (TWh), disparando el saldo vendedor de entre 5 y 6 TWh anuales que ha habido en los últimos ejercicios y lo que supone elevar en torno a un 10% la demanda eléctrica del sistema eléctrico español (de 256 TWh en 2021, según los registros de Red Eléctrica de España). La interconexión está funcionando estos días a máxima capacidad, pero esa capacidad se encuentra temporalmente reducida (si lo habitual es poder transportar 2.900 megavatios hora, actualmente se encuentro recortada a unos 1.200 megavatios hora).

“El sistema eléctrico español tendrá que realizar una producción adicional para cubrir la demanda de Francia. Vamos a producir más de lo necesario para cubrir la demanda francesa y al ser una producción incremental entrarán nuevas unidades de producción con gas, lo que implicará precios más altos”, ha apuntado Pedro González, director de Regulación de la asociación Aelec, en un encuentro con medios.

Precio más bajo que en Francia

Desde la puesta en marcha del tope al gas, el precio oficial del mercado mayorista eléctrico. Antes de la puesta en marcha del nuevo mecanismo, el mercado mayorista marcaba un precio de 214 euros por megavatio hora (MWh). Con el estreno del tope al gas el precio oficial para la electricidad en España se ha movido esta última semana entre los 146 y los 177 euros por MWh, mientras que el precio del mercado francés ha oscilado entre los 230 y los más de 300 euros por MWh, de ahí que las empresas galas hayan importado todo lo posible para aprovechar el menor precio español.

El problema es que, aunque el precio del mercado mayorista eléctrico ha caído por el tope al gas, lo que pagarán finalmente millones de familias y de empresas españolas con una tarifa ligada al mercado sigue creciendo al sumarle la compensación que hay que pagar a las centrales de gas con el nuevo mecanismo (más alta de lo esperado por la enorme producción de las plantas y por la escalada desorbitada del precio del gas en mercado internacional).

Una compensación que cobran las eléctricas con centrales de gas para cubrir sus costes reales que ha oscilado estos días entre los 59 y los 122 euros por MWh, que se suman a la cotización marcada por el mercado mayorista y que es lo que ha impedido que bajara la luz. Se trata de un ajuste que sólo pagan los consumidores españoles que se benefician de la medida, pero no los consumidores franceses. El efecto de este desajuste el aumento de la demanda procedente de Francia hace que la rebaja del mercado eléctrico español sea menor y que la compensación para las centrales de gas sea mayor (la producción adicional para cubrir la demanda extra se realiza primordialmente con gas) y el ahorro final sea menor.

La queja de la gran industria

La gran industria española ya ha venido alertan de ese efecto perverso para sus intereses tal y como está diseñado el mecanismo al hacer que sus competidores franceses puedan beneficiarse del mejor precio de la electricidad producida en España que se exporte y sin asumir el coste adicional por el ajuste que sí pagan los grupos españoles.

La Asociación Española de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) reclamó al Gobierno y a la Comisión Europea una reforma de este aspecto del mecanismo “para que no financiemos a Francia y salgan sus consumidores beneficiados”. “De no solventarse esta cuestión supondría un daño irremediable a la competitividad de las industrias españolas”, denunció la patronal electrointensiva, en la que se integran gigantes como ArcelorMittal, Acerinox, Sidenor, Sener, Ferroatlántica o Tubos Reunidos.