Aunque pueda pensarse que los seguros son un servicio moderno que responde a nuevas necesidades, lo cierto es que nacieron hace más de 4.000 años, junto a las primeras civilizacones. Y no, no eran muy distintos a los que conocemos hoy día.

Las civilizaciones egipcias, griegas, romanas y babilónicas ya descubrieron las ventajas de formar pequeños grupos de colaboración para hacer frente a infortunios y a desgracias que pudieran suceder, de manera que los otros miembros del grupo respondían por su comunidad. Quizá era una colaboración más solidaria que económica, motividada por unos intereses mutuos.

Sí encontramos antecedentes de los seguros que involucraban dinero en los mercaderes babilónicos del 3.000 a.C.; entre todos asumían la pérdida de mercancías al atravesar el país. Esto se conocía como ‘préstamos a la gruesa’: una persona física prestaba dinero a otra por el valor de ciertos objetos que llevará en sus mercancías.

Los antiguos egipcios tenían algo que podría recordar al seguro de decesos, y era que formaban un grupo al que había que unirse con un pago mensual y, cuando uno de los miembros moría, el resto se hacía cargo de los costes del funeral. Esta práctica también fue costumbre de las asociaciones religiosas de la antigua Roma.

Auge comercial de la Edad Media

Durante la Edad Media, el comercio creció, lo que hizo más necesario garantizar la solvencia financiera de las actividades comerciales, en caso de que pudiera existir alguna desgracia durante la distribución, por ejemplo, un desastre de navegación.

Así, en la Inglaterra del siglo IX nacen las ‘guilds’, una corporación de mercaderes que funcionaban institucionalmente como los gremios de artesanos, estableciendo reglas comunes a todos. En Francia y Alemania aparecen instituciones de carácter profesional, si bien los primeros aseguradores eran personas físicas que asumían individualmente el riesgo.

Las primeras entidades pluripersonales y sociedades anónimas no llegaron hasta el siglo XV, cuando, después de que se promulgara la Ordenanza del Seguro Marítimo en Barcelona, la regulación más antigua que se conoce hasta la fecha (1435), Carlos I dicta la primera Ley que regula de carácter obligatorio el contrato de Seguro Marítimo.

Siglos XVII y XVIII

Tras un incendio en el Londres del siglo XVII, surgió el seguro de incendios y, con él, muchos nuevos planes, como el de vida, que cobra mayor protagonismo en el siglo XVIII , cuando cobraron importancia las teorías de Galileo y Pascal en el cálculo de probabilidades, ayudando a calcular las rentas vitalicias teniendo en cuenta la edad y otros factores.

En este siglo también se da en España un gran desarrollo de las compañías de seguros, especialmente en el ámbito marítimo, en los seguros de incendio y de vida.

Pero el gran impulso llega en 1883 con la creación de una comisión de Reformas Sociales, con la que se asentó la base de la ley de Accidentes de Trabajo finalmente promulgada en 1900. Más tarde, en 1908 se creó en Instituto Nacional de Previsión que fue el origen de lo que hoy en día conocemos como la Seguridad Social.