Cada negociación de un nuevo convenio colectivo, un "rosario". Este ha sido el mensaje que CCOO UGT han lanzado a la patronal si no acepta generalizar cláusulas de revisión salarial, diseñadas para acompasar los futuros incrementos salariales con la imprevisible subida del IPC -hoy en el 9,8%-. La ofensiva de las centrales para los a partir de este Primero de Mayo se centrará en los sueldos y que los costes de la espiral inflacionista no la paguen exclusivamente los bolsillos de los trabajadores, tal como han presentado este lunes los máximos dirigentes sindicales en los actos previos al Día Internacional del Trabajo.

"[Las empresas] están tratando que todo el incremento de los precios vaya a las espaldas de los trabajadores. [...] Vamos a tensionar la negociación colectiva si las patronales continúan con su cerrazón", ha declarado el secretario general de CCOO, Unai Sordo. "La CEOE tiene que ser consciente de que si no hay acuerdo en el AENC la situación de conflictividad en nuestro país va a crecer de forma exponencial. [...] A nuestra gente le diría que no tengamos prisa para firmar los convenios colectivos", ha aseverado su homólogo de UGT, Pepe Álvarez.

El festejo de la derogación parcial de la reforma laboral materializada este mismo año no será el elemento central (o no el único) de las manifestaciones previstas para este domingo. La escalada de precios que está llevando a perder poder adquisitivo a millones de trabajadores es ahora el caballo de batalla de las centrales, incapaces hasta el momento de llegar a un consenso con la gran patronal sobre como repartir los costes de la actual inflación. "La mayoría de empresas están subiendo precios pero no salarios, ellos los incrementos de costes se los están imputando a otros y a nosotros nos exigen contención", ha afirmado el secretario general de UGT de Catalunya, Camil Ros. "Lo que plantea la patronal es una espiral perniciosa que nos llevaría a otra crisis", ha alertado su homólogo de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco.

Tras dos meses de contactos entre las cúpulas de los agentes sociales, el acuerdo no ha sido posible y las partes reconocen que ese pacto salarial se encuentra actualmente bloqueado. Algo que perjudica especialmente a los trabajadores -pues las empresas pueden, por lo general, decidir si repercuten o no precios- y que ya ha desatado un primer fogonazo de huelgas por la escalada del IPC, especialmente en las contratas públicas (desde la limpieza de Barcelona hasta los autobuses de Lleida).

Grandes sectores de la economía tienen sus convenios colectivos bloqueados, a la espera de esas recomendaciones que a cada sector le llegue desde las cúpulas de sus organizaciones. Oficinas y despachos, industria del metal, comercio, supermercados o consultorías son solo algunos de los frentes abiertos entre sindicatos y patronales.