El mercado laboral español sigue creciendo a buen ritmo pese a la inflación, la guerra, la falta de materias primas en determinados sectores y de profesionales en otros. Este jueves el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ha presentado su avance mensual de los datos de afiliación, que pronostican un aumento de 188.000 nuevos ocupados para este mes. España superaría así por primera vez en su historia los 20 millones trabajadores en activo de manera simultánea. Y es que la crisis energética que sufren las economías europeas no está frenando a las empresas en cuanto a la contratación ni en cuanto a reactivación de sus trabajadores en erte. Tras el fin de las ayudas covid, los empleados afectados por un expediente de suspensión se han desplomado y, según los últimos datos, actualmente solo hay 16.735 personas en todo el país.

"Este año va ha haber un crecimiento económico muy alto y lo lógico es que el crecimiento del empleo se mantenga durante todo el año", ha adelantado el ministro de Inclusión, José Luís Escrivá. El FMI pronostica que el PIB español crecerá el 4,8% este 2022 y, de momento, la evolución del empleo crece a un ritmo parejo, concretamente al 5,1% este abril. Catalunya, por su parte, sumará 25.920 afiliados a la Seguridad Social este mes, su mejor abril de los últimos cinco años, y consolidará la cota de los 3,5 millones de ocupados, también en máximos históricos.

Tras dos meses de bombas en Ucrania, este conflicto "no está afectando al funcionamiento del mercado de trabajo", la evolución del empleo está siendo "mejor de lo que esperábamos" y el encarecimiento de la energía o la escasez de materias primas "no se están reflejando en el uso de ertes" de manera masiva, según ha destacado el titular de Seguridad Social. La transición de los últimos ertes covid al empleo se está culminando con éxito por el momento y la amenaza de que muchos de estos expedientes acabaran en despidos colectivos -aquello de 'del erte al ere'- no se ha cumplido.

Los niveles de afectación actuales de los ertes son ínfimos, teniendo en cuenta que al inicio de la pandemia se llegó al pico de 3,4 millones de trabajadores en erte. Este marzo, momento en el que venció la última prorroga de ayudas covid, los suspendidos seguían cerca de 100.000 empleados y en dos semanas dicha cifra se ha reducido hasta los actuales 16.735 afectados. Firmas especialmente sensibles al encarecimiento de precios por su uso electrointensivo, como Celsa, han seguido con un expediente temporal registrado para ajustar sus producciones en caso de picos de los precios. Otras, como Seat, también han alargado sus ya vigentes ertes para parar puntualmente sus producciones cuando les falten determinadas piezas. Y las agencias de viajes están gestionando todavía su transición al 'Mecanismo RED' y, pese a que de momento sus datos todavía no computan, podrían sumar unos 11.000 empleados en erte, dejando así el total de suspendidos en España en una cifra cercana a los 27.000.

Buena campaña de Semana Santa

Pese a que las previsiones de las empresas de contratación temporal no auguraban una campaña excesivamente generosa, los datos adelantados de abril sí constatan una buena Semana Santa en cuanto a empleo generado, la mejor en cuanto a contrataciones desde el 2017. Hostelería (+12.370), información y comunicaciones (+5.696) y educación (+5.617) fueron los sectores que mayor tirón están experimentando durante este abril. Las que más afiliados restaron a la Seguridad Social fueron actividades administrativas (-12.567), comercio (-5.747) y construcción (-5.453).

Y el tipo de contratos firmados evidencian claros efectos de las reglas implantadas por la nueva reforma laboral. Los contratos de menos de una semana han caído a la mitad respecto a otras campañas de Semana Santa previas. En los años previos a la pandemia siete de cada 10 contratos firmados duraban menos de siete días; hoy dicha proporción es de tres de cada 10.

Sectores como el turismo y la hostelería se han lanzado a la figura del fijo discontinuo, al tener capadas desde el mes pasado otros tipos de contratos eventuales. Hay actualmente 207.000 fijos discontinuos más que el año pasado para estas mismas fechas. Un formato que computa como indefinido -pese a que los contratados solo operan unas semanas o meses al año- y que explica parte del auge de la contratación indefinida que constatan las estadísticas: uno de cada tres contratos indefinidos son fijos discontinuos.