La sostenibilidad, la igualdad social y el buen gobierno son aspectos que cada vez más la sociedad exige a empresas y organizaciones. En esta línea, AENOR juega un papel fundamental a la hora de dar respuesta a los retos que se presentan en el panorama empresarial nacional. El director territorial Sur de AENOR, Antonio Pérez, explica la importancia creciente de obtener certificaciones.

-¿Por qué es tan importante que las organizaciones y las empresas adquieran certificaciones?

-El objetivo fundamental de la certificación es demostrar la conformidad con los requisitos establecidos en función de las necesidades de las distintas partes interesadas. Los clientes, los consumidores y la sociedad necesitan pruebas de que las empresas cumplen con sus compromisos y la certificación lo evidencia. Según el estudio Meaningful Brands de la consultora Havas, el 73% de los consumidores creen que las marcas deben actuar ya en favor del bien de la sociedad y del planeta.

-¿Qué papel juegan las certificaciones en la obtención de fondos europeos?

-En el ámbito de los fondos europeos, lanzamos un producto con diferentes soluciones que denominamos AENOR Project Trust. Tiene dos pilares, uno con una solución de certificación de proyectos de contribución a la recuperación que facilita la trazabilidad con los ejes estratégicos del plan de recuperación, transformación y resiliencia español. Y una segunda línea de soluciones ampliamente reconocidas como huella de carbono, residuo cero, eficiencia energética y otras relacionadas.

-¿Qué soluciones ha desarrollado AENOR para el sector agroalimentario?

-Tenemos un amplio catálogo de certificaciones que contribuyen a despertar confianza entre los distintos agentes del sector alimentario, como respuesta a las cada vez mayores exigencias de los consumidores en relación a la calidad y seguridad alimentaria. Cualquier empresa que quiera ser competitiva y, sobre todo, quiera introducir sus productos en ciertos mercados, necesita la garantía de una entidad de certificación de prestigio.

Entre las certificaciones que ofrece AENOR destacan el certificado de Seguridad Alimentaria ISO 22000, que constituye una eficaz herramienta para la gestión de la inocuidad de los alimentos por parte de todo tipo de organizaciones de la cadena alimentaria y todas las certificaciones de los principales esquemas privados demandados por la distribución europea como BRC, IFS, BRC-Packaging, o GLOBALGAP, entre otros. Además, han surgido otros esquemas como el cultivo sostenible, el bienestar animal, la producción libre de antibióticos y los programas de control del etiquetado que, de alguna forma, van dando cumplimiento a esas necesidades que van surgiendo en el mercado.

-¿Empresas y organizaciones demanden más soluciones entorno a temas de buen gobierno? 

-Sí, en efecto todo lo relacionado con el buen gobierno corporativo está experimentando un crecimiento enorme en los últimos meses y está relacionado con la necesidad de las empresas de demostrar su buen hacer en este ámbito. Desde AENOR tratamos de escalar los valores corporativos y fortalecer la gobernanza con soluciones que van desde la reciente UNE-ISO 37301 de Gestión de 'Compliance' a las de 'Compliance' Penal, al Tributario o al Antisborno. AENOR ha certificado en el ámbito del 'compliance' más de 900 centros de empresas en el ámbito nacional e internacional.

-AENOR ha lanzado el primer Índice de Buen Gobierno Corporativo (IBGC) certificable, ¿Cómo puede ayudar a las compañías?

-Este código de Buen Gobierno Corporativo es una certificación basada en el índice desarrollado por Villafañe& Asociados. A través de este certificado, las empresas pueden demostrar su desempeño en esta materia ante sus 'stakeholders' y ante su grupo de interés clave –clientes, entidades, empleados y inversores–. Cabe destacar que este índice se basa en la normativa legal europea y en el Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV). Es decir, se maneja en métricas que están estandarizadas y que miden el grado de cumplimiento de buen gobierno a partir de nueve variables y cuantificadores, así como 165 criterios de evaluación. 

-¿Cree que la apuesta por la calidad en el tejido empresarial andaluz está suficientemente extendida?

-Andalucía siempre ha sido una comunidad con un compromiso muy grande con las certificaciones y la implementación de los modelos de gestión. A inicios de la década de 1990, la primera empresa certificada en Andalucía pudo poner en valor su certificación en ISO 9000, la norma de referencia que determina la estructura de una empresa, y en 1995 la primera empresa española certificada en base a la ISO 14001 de gestión medioambiental fue precisamente una entidad andaluza. De hecho, Andalucía actualmente es la tercera comunidad con un mayor número de certificados en España, y cuenta con unos 7.000 centros de trabajo certificados.