Los Nastys se presentan como un escuadrón de guerrilla inspirado en los Panteras Negras o La Chinoise. Son un grupo de garaje rock madrileño con influencias grunge y punk, con un sonido y una actitud que excitan a público y crítica desde que se formaron en Malasaña y lanzaron su epé Good time gone bad (2005). Su álbum debut, Noche de fantasmas con los Nastys (2016), les asentó.

Ahora, Los Nastys vuelven embarcados en una serie de conciertos con la que este viernes llegan a Murcia y que sirve para presentar su último trabajo, Música para el amor y para la guerra -cinco y cinco canciones-, con el que consiguen dar un salto adelante. De hecho, Nacional Records editó para Estados Unidos el recopilatorio Cannibal Business y han aparecido en el diario británico The Guardian -los más cachondos y macarras del garaje madrileño- y girado por Francia, EE UU, México, Colombia, Reino Unido, Portugal y España, con sold outs en Madrid y Barcelona.

El disco, de rabiosa juventud y actualidad, cuenta esta vez con una producción más profesional y que se aleja del LoFi de sus inicios. Canciones con diferentes simbolismos en las que todo vale: hay pop, rock duro, garaje, punk e incluso algo de Beastie Boys, y en las que inconscientemente se mezclan las influencias recogidas en su vibrante y agitada vida.