TENIS | Roland Garros

Alcaraz se cita con la gloria

El joven tenista murciano alcanza su primera final en Roland Garros tras ganar una batalla a cinco sets a Jannick Sinner | El alemán Zverev, que se impone a Ruud, será mañana su rival en la tierra de París

Carlos Alcaraz celebra su pase a la final de Roland Garros.

Carlos Alcaraz celebra su pase a la final de Roland Garros. / AP

Jaume Pujol-Galceran

En el tercer ‘match ball’, después de 4 horas y 9 minutos de batalla, Carlos Alcaraz alzaba sus brazos para celebrar su pase a la final de Roland Garros al vencer a Jannick Sinner en una partido al límite del los cinco sets en una remontada que acabó 2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3. Será la tercera final de Grand Slam que dispute el tenista murciano después de ganar el Abierto de Estados Unidos en 2022, y Wimbledon el año pasado. Y su rival mañana será el alemán Zverev, que se imponía a Casper Ruud tras levantar el primer set (6-2, 2-6, 4-6 y 2-6).

Feliz, sonriente al fin, como le gusta, Alcaraz destacaba el sufrimiento que tuvo que superar. «Tienes que encontrar la alegría sufriendo. Es la clave. Incluso más aquí en tierra, y en Roland Garros, con peloteos tan largos, con cuatro horas y cinco sets. Tienes que aprender a sufrir, y muchas veces me ha dicho mi equipo que tengo que disfrutar sufriendo. Probablemente es uno de los partidos más difíciles de mi corta carrera», admitía a Àlex Corretja, quien le entrevistó en la Phlippe Chatrier.

Un 0-4 para empezar

De salida se encontró el murciano con un 4-0, tras ceder el saque en dos ocasiones. Demasiada ventaja para Sinner a pesar de que Alcaraz se apuntó su primer juego a los 20 minutos y rompió el saque del italiano en el siguiente (4-2). Sinner no dejó escapar la oportunidad de llevarse el primer set tras hacer un nuevo ‘break (5-2) y hacerse con el primer asalto. El recuerdo del 6-1 encajado de salida hacía unos meses en Indian Wells por Alcaraz , que acabaría dando la vuelta al marcador y ganando el título, seguro que sobrevoló por la cabeza de ambos. La batalla solo había empezado.

Tampoco empezó bien murciano el segundo set. Sinner hizo el cuarto ‘break’ de salida y se adelantó 2-0. Pero el italiano había bajado la intensidad de su presión. Su servicio no era tan efectivo (3 dobles faltas y 52% de efectividad con el servicio) ante un Alcaraz que empezaba a intuir mejor los tiros y encadenó seis juegos seguidos para escaparse 5-2. Sinner cortaba la sangría pero no evitaba ceder el set. Dejada mágica de Alcaraz y error no forzado del italiano para rematarlo.

La puerta a la final seguía abierta. Alcaraz hacía el primer ‘break’ del tercer set (2-1). Sinner estaba errático. «¡Sonríe, Carlitos!», le gritaban y animaban en unas gradas más a su favor. Posiblemente por la herencia de un tal Nadal.

Atención médica

Sinner aguantó el tipo con un ‘break’ (2-2). Demasiada tensión en los brazos de los dos. El italiano salvó 4 ‘break points’ antes de apuntarse el siguiente juego tras 11 minutos. Sinner parecía acalambrado en su mano derecha en la mano y pidió al fisio.

Alcaraz no pudo defender su saque en el siguiente juego que cedió, en el tercer ‘break point’, con un resto cruzado y corto del italiano. Sinner volvía a tomar ventaja para colocarse 5-2 y pedir, de nuevo, atención médica, esta vez en las piernas, producto de la tensión y nervios. Tampoco estaba fino Alcaraz que pedía toallas de hielo para colgarse al cuello. «Teníamos calambres los dos y teníamos que seguir luchando. Aprendí del partido de semifinales contra Djokovic del año pasado. En esos momentos tienen que estar calmado y continuar porque los calambres van a desaparecer», explicó.

La igualdad se mantuvo en el marcador hasta que Alcaraz logró el ‘break’ (5-4) que llevaba el partido al quinto y decisivo set. «Duro, duro, sigue duro. Apretando los dientes. Venga. Que corra. No te guardes nada», le insistía Juan Carlos Ferrero, que no había dejado de darle instrucciones. La lucha tuvo su premio con una rotura decisiva (2-0) para encadenar tres juegos seguidos. Por cuestión de físico, Alcaraz estaba más fuerte.

Sinner estaba exhausto pero evitaba demostrarlo. Y mantuvo también el pulso hasta el último instante, hasta un tercer ‘match ball’ en el que no tuvo respuesta. Se marchará de Roland Garros como número 1, pero la posibilidad de inscribir su nombre en el palmarés del torneo, después del dominio de Rafael Nadal, será para Alcaraz o Zverev.

El Palmar se vuelca

La final de Roland Garros, en la que Carlos Alcaraz buscará el título de este Grand Slam a partir de las 15.00 horas de la tarde, se verá en una pantalla gigante en su localidad natal, la pedanía murciana de El Palmar, tal y como ha sucedido en otras ocasiones especiales anteriores en las que el joven tenista, de 21 años y número 3 del mundo, ha luchado por títulos importantes.