Fútbol sala

ElPozo rompe la maldición de los cuartos en los penaltis

Los murcianos se meten en semifinales tras ganar en el tercer partido al Valdepeñas

Fran Montiel

Tuvo que sufrir y mucho ElPozo Murcia para por fin, conseguir que la moneda saliese cara a su favor, venciendo a Valdepeñas desde la tanda de penaltis por 5-4 para meterse en semifinales, lugar que no ocupaba desde 2019, y verse las caras con Jaén, que eliminó al Palma Futsal.

Una oportunidad única, una afición entregada y un cuadro murciano que desde el primer minuto salió a demostrar sobre pista que este equipo, después de una temporada regular sobresaliente, merecía estar entre los cuatro finalistas por el título, apretando en campo rival y probando desde el principio la meta de Alex González.

Pese a ello, los manchegos sabían que aunque no hubiesen logrado sacar adelante la eliminatoria en su feudo, repetir lo conseguido en el primer partido les valía para estar en semifinales, apareciendo Juanjo, que continuaba en el quinteto en detrimento de Edu, para con una doble parada espectacular mantener las tablas. 

Los minutos pasaban en el primer acto sin que ninguno de los dos conjuntos lograse hacerse con el control del choque teniendo las ocasiones más claras primero Esteban con un remate a la madera y posteriormente Bynho con un disparo lejano que ponía nuevamente a trabajar al ciezano. 

La tensión sobre pista se apoderaba de los jugadores, que peleaban cada acción como si fuese la última terminando cada choque en trifulca, amarillas y mucha polémica, que poco a poco iría creciendo aún más. 

A falta de un minuto para llegar a la conclusión de un descafeinado primer tiempo en lo que a juego se refiere, un remate lejano de Marcel se escaparía de las manos del guardameta estando cerca de introducirse en la meta de los visitantes, terminando el primer tiempo con esta protestada acción. 

Tras el descanso, la sensación era la misma que la del desarrollo de los anteriores veinte minutos, poco riesgo, juego tosco y algo precipitado en ambos conjuntos y ocasiones que, cuando llegaban, eran en situaciones desfavorables y con muchos remates lejanos. La polémica arbitral continuaría emergiendo, pues un rebote golpearía en la mano dentro del area de Valdepeñas señalado como libre indirecto, teniendo en sus botas el especialista Gadeia un remate franco tras recortar que se marcharía fuera.

Con diez minutos restantes en el luminoso, las individualidades eran lo única que brindaban algo de espectáculo pues la concentración, la defensa y el miedo a fallar se hacía visible sobre pista conocedores ambos conjuntos de que un error los podía alejar del ansiado puesto en semifinales.

Sería ahí, cuando la sangre fría de Rafa Santos y su buen hacer desde el juego del pívot daría resultado a través de la formúla más intentada durante todo el partido, el tiro lejano. El brasileño se giraría ante su par de espaldas a portería, lanzaría un zurdazo pegado al poste y abriría la lata por fin.

Tocaba defender y el cuadro de la Región estaba preparado para ello, condicionado además por la poca rotación y el cansancio de los de Ciudad Real, con las líneas bien cerradas y Juanjo entonaba, cinco minutos separaban a los de Dani Martínez de meterse en las semifinales por el título de la Liga Nacional de Fútbol Sala.

Cuando todo parecía bajo control, la ley del ex aparecería. Alberto García, conocedor a fondo de todos los entresijos del Palacio, mandaría un remate cruzado que entre Marlon y Fernando, otro ex, acabarían mandando el balón al fondo de las mallas. El empate no se movería y por tercera vez en tres partidos, habría prórroga.

El tiempo extra estaría basado en el respeto, un respeto que mandaría el duelo a decidirse como el primero, en la tanda de penaltis, por suerte esta vez con diferente resultado. Cuando todo parecía perdido tras el fallo de Gadeia, Alberto García estrellaría el balón en el larguero mandando la tanda a la muerte súbita donde Juanjo pararía el decisivo penalti a Rafa Rato devolviendo así a los de Murcia a unas semifinales por el título, cuatro temporadas después. Allí se verá las caras Jaén.