Fútbol

Alfaro, cierra al salir

El Real Murcia no salva ni el honor en el fin de una temporada que acaba con otra sonrojante derrota, en esta ocasión a manos del Atlético B

El técnico y varios jugadores apagan el debate sobre su continuidad

José Ángel Carrillo se lamenta en el choque de ayer.

José Ángel Carrillo se lamenta en el choque de ayer. / Sergio Reyes / LOF

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Si alguien en Nueva Condomina tenía dudas sobre si ofrecerle o no la renovación a Pablo Alfaro, ayer, en el Cerro del Espino, se despejaron todas las dudas. Porque ayer, en el cierre de la liga en Primera RFEF, el Real Murcia firmó otra derrota sonrojante, y ya unas cuantas desde que el técnico grana se sentare en el banquillo murcianista allá por el mes de noviembre. Porque con el maño, el Málaga llegó a NC y te marcó cuatro; porque el Castilla, que llevaba no se cuántos meses sin ganar, te recibió con los brazos tan abiertos que te metió cinco, y porque el Atlético B castigó la desidia de un equipo que por no jugarse no se jugó ni el honor con un 3-1 que confirma que la realidad del Real Murcia no son las victorias del último tramo de la competición, la realidad del Real Murcia esta temporada es la de firmar una de las temporadas más decepcionantes que se recuerdan. Porque es verdad que el murcianismo lleva desde 2018 sin saborear los play off al fútbol profesional, pero también es verdad que hasta ahora nunca se habían puesto sobre la mesa tantos millones de euros. Cuatro millones para ser exactos, cuatro millones que no han servido ni para ser sextos, porque ayer el Real Murcia perdió hasta el puesto de consolación. También es normal que lo perdiera, viendo lo que se vio en Madrid, viendo una vez más la nada que propone Pablo Alfaro, un Pablo Alfaro que no sabe ni agitar a sus jugadores cuando no apremian los nervios clasificatorios.

Si alguien pensó que en 2024 Alfaro había dado con la tecla del Real Murcia, solo tiene que mirarse lo que ocurrió ante el Castellón, donde a los veinte minutos ya iban los granas perdiendo por 0-2; o lo que sucedió, más grave todavía, hace una semana con el Mérida, cuando, jugándote la vida, consientes que te empaten en el 87; o, si ya quieren hacer sangre, que vean repetido el duelo en Madrid, un duelo donde no se defendió ni el honor, donde no se intentó ni cerrar una temporada decepcionante con victoria.

Porque el Real Murcia de Alfaro no juega a nada, porque el Real Murcia de Alfaro no tiene plan, porque el Real Murcia de Alfaro no sabe dar dos pases seguidos... Solo la solidez defensiva ha salvado a los murcianistas, pero en las últimas jornadas esa solidez ha saltado por los aires. Se vio ante el Castellón, se repitió en el gol del Mérida y ayer fue una constante. Porque el Atlético de Tevenet solo tuvo que pisar un poco el acelerador para saltar la banca. Quedó una vez más retratado Marc Baró, por cuya banda siempre llega todo el peligro; y lo pagó sobre todo Íker Piedra, que fue a debutar en liga cuando sus compañeros ya andaban de vacaciones.

Dijo Alfaro cuando se marchó Rodri Ríos que ‘tanta paz lleve como deja’, muchos aficionados usarán esa frase cuando el Real Murcia anuncie que el técnico maño no va a recibir una oferta de renovación. Porque lo único que se ha ganado Alfaro es cerrar la puerta al salir. Y no solo Alfaro. También otros muchos jugadores. Porque viendo ayer la actitud en el campo del Atlético B, se salvan pocos o ninguno.

Aunque hubo cambios en el once, al mencionado Íker Piedra hay que sumar las entradas de Ándrés López, Sabit y Álex Rubio, no pueden servir de excusa. Aunque el centrocampista tampoco hizo muchos méritos para que le ofrezcan continuar. Se echó y mucho de menos a Tomás Pina, un Tomás Pina que ayer anunciaba su retirada; y empachó y mucho un Larrea que también debería tener los dos pies fuera.

Definidos los cruces de la primera eliminatoria del play off

Tras el cierre de la liga regular en Primera RFEF, todas las miradas se centran ahora en la disputa del play off de ascenso, que comenzará el primer fin de semana. Aunque ya estaba casi todo decidido, en el día de ayer se acabaron definir los cruces. El Córdoba, que confirmó su segundo puesto del Grupo II, se medirá a la Ponferradina. El Málaga se la jugará contra el filial del Celta de Vigo. El Ibiza se enfrentará a otro filial, en este caso al del FC Barcelona. Por último el Ceuta, quinto del Grupo II, tendrá que verse las caras con el Nástic de Tarragona. En juego hay dos billetes a Segunda División. Los ganadores de este play off acompañarán al Castellón y al Deportivo, que han ascendido de forma directa tras liderar sus grupos.

Fue tan decepcionante el partido que ya nadie se acuerda que el Madrid se adelantó en el marcador con un gol de Pedro León en el minuto 7. El muleño demostró que todavía le queda mucha calidad, aunque esta temporada no ha sido capaz de demostrarla. Pero de poco sirvió el tanto. A los veinte minutos el Atlético B ya había dado la vuelta al marcador. Cala fue el primero en pintar la cara a la defensa, que quedó completamente retratada en el remate de Bri para poner el 2-1 tras el saque de una falta.

Aunque pudo igualar Rofino en un remate que le sacaron de debajo los palos, el Real Murcia no mereció tal premio, y más viendo cómo volvió de los vestuarios. Nadie preguntará esta vez a Alfaro qué charla les dio en la caseta, porque posiblemente no hubo charla, o porque si se habló de algo fue de los destinos de vacaciones. Tiene pinta de eso, porque el Real Murcia estaba tan a lo suyo, tan lejos del Cerro del Espino, que en el 47 ya había encajado el tercero. Y vaya forma de hacerlo. Porque fue Carrillo en que batía a su propio partido, el que dejaba con cara de tonto a Íker Piedra, que seguro que echaba de menos la tranquilidad del banquillo.

Con un centro del campo totalmente anulado ofensivamente, con Loren Burón ayer poco protagonista, solo Álex Rubio y Pedro León intentaron levantar al Real Murcia. No lo consiguieron. Ahí estaba Iturbe para frenar cualquier tímido intento de los granas. Más cerca estuvo el Atlético B de conseguir el cuarto, aunque en este caso Íker Piedra sí pudo ser protagonista para evitar una vergüenza mayor.

Con los aficionados desplazados sin saber para dónde mirar, la única buena noticia fue la vuelta a los terrenos de juego de Imanol. El joven centrocampista, lesionado desde enero por una fractura del peroné, disfrutó de unos minutos en un partido en el que nadie tenía nada que celebrar cuando el árbitro pitó el final.

Alfaro: «No es fácil tener a la gente conectada después de tanta tensión»

Pablo Alfaro, que definió el partido de ayer como «intranscendente», justificaba la derrota indicando que «no es sencillo mantener a la gente conectada después de tanta tensión competitiva, de ir persiguiendo el objetivo hasta el penúltimo día». Aunque la idea era «sumar como recompensa final», el Real Murcia acabó la liga con una dura derrota ante el Atlético B. Durante su intervención, el preparador maño también hablaba de los cambios en la alineación, «hemos introducido algunos matices, aunque era competitiva. Queríamos ver a los chicos que menos han jugado y darles un premio por el trabajo no reconocido y por su actitud». Pese a considerar que habían entrado bien en el partido, adelantándose con el gol de Pedro León, consideraba que «hemos concedido lo que casi nunca solemos conceder», refiriéndose a los errores defensivos.

Alfaro quiso quedarse con los buenos momentos del partido. Por un lado habló de la retirada de Tomás Pina, que recibió el cariño de todos a la conclusión del choque, y por otro también se refirió a la vuelta de Imanol Alonso después de seis meses ausente por una grave lesión. «El resultado no es transcendente», reiteraba, insistiendo en que no había nada en juego.