Fútbol

El Real Murcia, un cuento chino

Un conjunto grana sin actitud ni ambición ni juego es derrotado por el Linares en un partido en el que puede ser goleado de nuevo

A los siete minutos ya iba perdiendo y en 90 minutos no tira ni una vez entre los tres palos

Ángela Moreno

Antes se llamaba cuentos chinos, ahora se conocen como ‘fake new’. Ambas expresiones sirven para definir al Real Murcia 23-24, un Real Murcia 23-24 que no necesitó muchos meses para mostrarse como un bulo o una mentira; un Real Murcia 23-24, que llegados al segundo tramo de la competición, es ya una auténtica noticia falsa. Da igual las veces que vean en un titular la palabra remontada, da igual que la pronuncien Alfaro o Felipe Moreno, y da igual porque esa palabra solo es un clickbait, un cebo para tener entretenida a una afición que prefiere agarrarse a un clavo ardiendo que ponerse a pensar en un año decepcionante, un año en el que lo peor ya no son las derrotas, porque las derrotas no son nada al lado de los ridículos y los sonrojos a los que se han abonado los murcianistas.

Si alguien pensaba que tras la victoria frente al Recreativo de Huelva, la historia iba a cambiar, la realidad solo ha confirmado el cuento chino en el que vivimos, un cuento chino en el que nadie quiere contar la realidad, porque la realidad duele, un cuento chino en el que es mejor mirar para otro lado ante cada ridículo, en el que es mejor hablar de remontadas y hacer carteles bonitos antes de tomar decisiones adecuadas.

Alfaro: «Lo que más rabia me da es que nos hemos ido desde el principio» | P.V.

Felipe Moreno y María del Mar Carrillo en el palco. / P. V.

Porque la victoria ante el Recreativo fue una de esas victorias que de vez en cuando caen, porque hasta los colistas ganan algún partido. Porque la victoria ante el Recreativo no era el inicio de la remontada, como tampoco lo fueron las victorias anteriores, porque la victoria ante el Recreativo solo era un respiro a la espera de otro nuevo ridículo. Y ese nuevo ridículo llegó solo siete días después, ese nuevo ridículo llegó ayer en Linarejos, ante un Linares que no solo se conformó con la victoria. El Linares pintó la cara a los granas que de durar el partido un poco más, hoy estaríamos hablando de una nueva goleada en contra.

Las esperanzas de remontada, las buenas intenciones de Alfaro, los carteles bonitos... duraron siete minutos, porque al minuto 7 el Real Murcia ya iba por detrás en el marcador, porque al minuto 7, después de varias llegadas a la meta de Manu García, Rafa Llorente ya había hecho saltar por los aires la defensa grana, una defensa grana que fue perdiendo poco a poco la ropa hasta el punto de que acabó con un completo despelote, uno más en esta temporada.

Dominio mentiroso

Es un cuento chino el Real Murcia y es un cuento chino el juego del Real Murcia. Porque, tras el 1-0, el Real Murcia volvió a enseñarnos todas sus costuras. Costuras que se rompen al primer soplido, costuras tan simples como el libreto de Alfaro, uno de esos libretos que apenas superan la decena de páginas. Solo hay que ver lo que muestra el Real Murcia en el terreno de juego. Porque a la falta de actitud y a la falta de ambición se une la falta de ideas, la falta de juego y la falta de creatividad. Un Real Murcia al que el Linares regaló el balón, al que el Linares, cómodo con el marcador a favor, dio metros, pero un Real Murcia que no fue capaz de disparar una vez entre los tres palos.

Alfaro: «Lo que más rabia me da es que nos hemos ido desde el principio» | P.V.

Los jugadores sacaron una camiseta para recordar a Juan Baldó, trabajador del club fallecido esta semana / P. V.

Porque en el juego del Real Murcia no hay sorpresas, no hay recursos, no hay avances, en el juego del Real Murcia solo hay centros laterales a ningún sitio. Porque las llegadas por banda de Burón, Enol Coto o Marc Baró acabaron en nada, lo que también es normal viendo a Carrillo más solo que la una. No vimos dos delanteros en la primera parte, en la que Álex Rubio, sustituto del sancionado Dani Vega, jugó por banda, y tampoco lo vimos tras el descanso. Porque a la vuelta de vestuarios, Alfaro no movió nada.

Y el resultado pudo ser peor

Es un fake new el Real Murcia y es un fake new Pablo Alfaro. El técnico, ayer en la grada por sanción, vive en un mundo aparte, en un mundo en el que solo él ve las cosas de color de rosa, cuando en el Real Murcia no hay nada para celebrar. No sabemos lo que les dijo el entrenador a sus jugadores en el vestuario, pero si les dijo algo, les debió entrar por un oído y salirles por el otro. Solo hay que ver el inicio de la segunda parte, solo hay que ver cómo se repitió la empanada del inicio del partido.

A los 48 minutos pudo llegar el 2-0. Si no llegó fue porque el colegiado anuló el gol de Berlanga por fuera de juego posicional. Pero solo fue un aviso. Porque lo que no pasó en el 48, ocurrió en el 61. Fue en una falta lateral que confirmó la gran mentira, una gran mentira que tiene de nombre Pablo y de apellido Alfaro. Porque, aunque el técnico no juega, el técnico es el responsable de lo que ocurre en el campo, sobre todo si lo que está ocurriendo es defender una falta.

Alfaro: «Lo que más rabia me da es que nos hemos ido desde el principio»

Aficionados en las gradas. / P. V.

Si no han visto el segundo gol del Linares, échenle un vistazo y miren el comportamiento defensivo del Real Murcia. Vean como nadie salta, vean cómo el balón es rematado por un jugador del Linares que no encuentra ninguna oposición.

Hasta ese minuto 61, en el que el Linares ya había sentenciado, en el que el Linares ya había asegurado tres puntos que le permiten tomarse un respiro en su lucha por salir del descenso, Alfaro no había movido ni un dedo. No sabemos si el walkie talkie con el que se comunicaba con el banquillo se había quedado sin pilas, pero sí sabemos que hasta el 64 no reaccionó. Y no piensen que en ese momento puso toda la carne en el asador, porque en ese momento, en vez de dejar dos puntas sobre el campo, desmontó el ataque, retirando a Rubio y a Carrillo y dando entrada a Amin y Tomás Pina.

Nunca estuvo cerca de la victoria el Real Murcia, porque la victoria ya no estaba en la cabeza de Alfaro, en la cabeza de Alfaro estaba no salir goleado, no firmar otro ridículo, pero el 2-0 no evitó el ridículo ni el sonrojo. Solo hay que ver la jugada que acabó con un balón en el palo de Llorente, una jugada en la que Sabit quedó retratado, en la que Alberto González fue arrastrado, una jugada que solo confirma que ni remontadas, ni play off, ni mentiras varias... una jugada que confirma que las remontadas de las que nos hablan en el Real Murcia solo son cuentos chinos.

Alfaro: «Lo que más rabia me da es que nos hemos ido desde el principio»

Más seguidores granas. / P. V.

Alfaro: "Lo que más rabia me da es que nos hemos ido desde el principio"

El Linares era hasta ayer el cuarto peor equipo como local. Solo había sumado 16 puntos de 39 disputados en Linarejos. Pero Pablo Alfaro, entrenador del Real Murcia, habló de la «fortaleza como local» del conjunto jienense para justificar el mal partido de los suyos, un partido que acabó con derrota por 2-0. Y es que el entrenador murcianista, al que se le dan mejor las excusas que los planteamientos de los encuentros, habló de las concesiones dadas a un equipo «que si le concedes, te meten», un rival que hasta ayer solo había marcado 11 goles en su campo y había encajado 13.

Pues el Linares, en plena remontada para salir del descenso, ganó un Real Murcia al que según Alfaro le faltó actitud, al que le se fue el partido desde el primer minuto. «Desde el principio, que es lo que más rabia me da, se nos ha ido el partido. Luego en la segunda parte, hemos tenido más el balón, pero hemos concedido dos o tres ocasiones que nos han perjudicado. Con los cambios, queríamos llegar más por fuera, y las únicas opciones de gol que hemos tenido han sido en los últimos 15 minutos», señalaba el técnico, que vio el partido desde la grada al estar sancionado.

«El problema no ha sido de energía ni de físico. Hay que tener fortaleza mental, no podemos venir arriba por una victoria, porque la cosa cambia de una semana a la otra. Tenemos que tener la ambición de ir a por el partido desde el inicio, y no esperar 7 u 8 minutos. El Linares tendrá sus virtudes, saben que son fuertes en casa, pues les concedes y te meten», añaden.

Por último, Alfaro comentaba que «no podemos dar pasos hacia delante, y seis días después pasos hacia atrás. La única manera de poder mirar con optimismo es sumar de tres en tres». Ahora, dijo, toca «digerir la derrota» y empezar a pensar en el Ibiza. Ante los celestes, partido que se jugará el domingo a las 12.00, Alfaro tampoco podrá sentarse en el banquillo, ya que tendrá que cumplir su segundo partido de sanción.