Fútbol

El Murcia se agarra a un clavo ardiendo

uLos granas olvidan la goleada encajada en Madrid con un triunfo ante el Recreativo que les acerca a seis puntos del play off uEl tanto de Loren Burón decide un partido en el que los de Alfaro no escapan al sufrimiento

Paco Pepe M.M.

Está firmando el Real Murcia una temporada tan decepcionante, que a los aficionados granas solo les queda agarrarse a cualquier buena noticia. Todo con tal de no mirar la realidad clasificatoria. Porque no es lo mismo pensar que los murcianistas ocupan un noveno con solo 37 puntos, que agarrarte a que el play off está a seis puntos. Igual que no es lo mismo fijarte en las puntuaciones del Castellón, el Ibiza, el Córdoba o el Málaga, equipos con los que tendría que estar compitiendo el Real Murcia, que fijarte únicamente en el quinto. Pero ahora mismo al quinto puesto es al único al que puede aspirar el conjunto de Nueva Condomina. Y ese quinto puesto está a seis puntos gracias a la victoria de este domingo ante el Recreativo de Huelva, curiosamente el equipo asentado en esa deseada plaza. Le ganó el Real Murcia al Recreativo de Huelva y además, por si los milagros existen, le ‘robó’ también el goal average, una ventaja importante si se da la remontada murcianista.

Con ese triunfo, gracias a un gol de Loren Burón, además, los granas se permiten olvidar un poco la sonrojante goleada encajada hace una semana en Madrid, si es que esas cosas se pueden olvidar. Y los murcianistas rompen una racha de dos derrotas consecutivas. Pero ni así, ni volviendo a la senda del triunfo, es de confiar el Real Murcia, un Real Murcia que es como deshojar una margarita, nunca sabes con qué cara va a aparecer en el terreno de juego.

Ayer tocó la cara buena. La cara del equipo que, pese a sus grandes limitaciones, por lo menos sale a por la victoria. Sería por las urgencias o sería por el ridículo de hace una semana, pero por fin se volvió a ver a un Real Murcia que quiso ser protagonista, que miró hacia arriba y que no se conformó con el empate, porque cuando el Murcia se conforma de principio con el empate, ya sabemos todos qué va a ocurrir.

Si a esa mordiente murcianista se le une que el Recreativo se ha acostumbrado este curso a firmar sus peores partidos cuando tiene a los granas enfrente, pues nadie se extrañó cuando Loren Burón adelantaba a los suyos en el 27. Remataba el de Puente Genil una asistencia de Dani Vega, convirtiéndose ambos en la pareja del partido, aunque al final el segundo acabase viendo la roja en una decisión del colegiado que acabó indignando a la grada, pero que, teniendo en cuenta lo tiquismiquis del árbitro, se la buscó el propio Real Murcia.

Agitado por las bandas

Sin casi recursos en ataque, o con un entrenador sin prácticamente variantes, al Real Murcia solo le queda agarrarse al juego por bandas. Salió mal la historia ante el Intercity o frente al Castilla, pero ayer, ante un Recreativo que no tuvo su mejor día, funcionó. Fueron Loren Burón y Dani Vega, acompañados en algunas ocasiones por Marc Baró, los que agitaban a un equipo en el que ayer se rompía el trivote para que saliera Pedro León en la mediapunta. Y así, con los dos extremos granas inspirados, las aproximaciones fueron cayendo, hasta que era el propio Loren Burón el que abría el marcador.

Le sentó bien al Real Murcia salir a ganar, le sentó bien enfrentarse a un rival que ayer no tenía su día y le sentó bien el 1-0, porque tras el gol, aunque no sea lo habitual, no hubo paso atrás. Todo lo contrario, los murcianistas siguiero apretando hasta el descanso.

Pero si alguien pensaba que no se iba a sufrir, que iba a ser una tarde plácida, es que no conoce muy bien al Real Murcia. Y eso que en el inicio de la segunda parte Dani Vega pudo sentenciar, pero el Dani Vega que es capaz de levantar a la grada cuando está fino, también es capaz de desesperar con sus errores a la hora de definir. Ayer, más que demérito del grana, fue mérito de Rubén Gálvez, que se agigantaba para sacar el remate del emeritense.

Llegó el sufrimiento

Parecía tenerlo el Real Murcia controlado hasta que el Recreativo sacó un poco la cabeza. Un pequeño paso al frente de los onubenses fue suficiente para que los nervios apareciesen en Nueva Condomina, para que la desconfianza se instalara en la grada, para que las apuestas se decantaran porque los visitantes acabarían empatando. Fueron minutos en los que apareció Manu García, ayer de vuelta a la portería, y fueron minutos en los que José Ruiz tuvo que aparecer casi bajo palos para evitar el gol de Alcalde. Y si no daba miedo ya el pequeño despertar de los visitantes, cuando Dani Vega acabó expulsado, las posibilidades de victoria de los granas cayeron a la mínima.

Porque en el 73 el Real Murcia se quedó con diez. Se quedó con diez porque el colegiado de ayer, como la mayoría de colegiados de hoy día, tenía ganas de protagonismo. Pero también se quedó con diez porque el Real Murcia en esos minutos ya jugaba a trampear, a robar segundos al reloj, a sobrevivir... Ya la habían liado en la primera ventana de cambios, frenando la sustitución que se iba a llevar a cabo -Larrea por Pedro León- al coincidir la salida de centrocampista con unos problemas físicos de Dani Vega. Amagaron una y otra vez con el cambio, que si se hace, que si no se hace, hasta que al final optaron por el plan inicial, dejando al emeritense en el campo y sacando al muleño.

Expulsión de Dani Vega

Y en un intento de perder tiempo en la segunda ventana, el árbitro apareció para expulsar a Dani Vega al enseñarle una segunda amarilla por perder tiempo. La primera la había visto al inicio de la segunda parte por protestar. Le salió mal la chapuza al Real Murcia, un Real Murcia que se quedaba con diez mientras la grada mostraba su descontento con el colegiado.

No fue la única expulsión. Porque poco después Pablo Alfaro también vio la roja. El maño, que volvía justamente ayer tras cumplir dos partidos de sanción, será castigado de nuevo esta misma semana.

No iba a ser fácil aguantar con diez, pero fue capaz de hacerlo el Real Murcia, que incluso tuvo varias contras para rematar, pero que de nuevo se mostró como un equipo frágil cuando hay que poner sobre la mesa la calidad. Donde no falló el Real Murcia es a la hora de hacer ruido, de llevar el partido a su terreno, de consentir que no se jugara a nada. Entre tángana y tángana, entre pelea y pelea, entre amarilla y amarilla, el 1-0 ya no se movió del marcador, y el Real Murcia se quedó con tres puntos que le van a permitir agarrarse a un clavo ardiente, por lo menos hasta la próxima semana.

Un Pablo Alfaro muy caliente se ‘borra’ de la rueda de prensa

Pablo Alfaro no salió a compadecer ante los medios, ya que no quería hablar en caliente para no decir una declaración que no debía contra el árbitro y que le costara un mayor castigo después de ser expulsado. En su lugar salió el segundo entrenador, Antonio Alcazar, Tato.

El Murcia disputó una de sus mejores primeras partes en lo que llevamos de temporada, dominando el juego, creando oportunidades por las bandas, que fue de donde vino el primer y único gol del partido. «Venimos mostrando una muy buena imagen en los primeros tiempos, cony sin balón», comentó Antonio Alcazar.

Una de las piezas claves en el encuentro de ayer, fueron los laterales, Mar Baró y José Ruiz, firmaron una gran actuación, apoyando mucho en la defensa y sobre todo en el ataque generando buenas jugadas de peligro. «Marc es un chico joven, que empezó la temporada irregular, pero fue cogiendo peso y protagonismo. José Ruiz es oficio, es un lujo tenerlo con nosotros», añadió Antonio Alcazar.

«A Pedro León hay que cuidarlo, hay que aprovechar los buenos momentos que deja, estamos poniéndolo más en el centro porque pensamos que nos aporta más ahí que en la banda», comentó Antonio Alcazar, ya que el muleño volvió después de la lesión y está empezando a coger continuidad en el equipo.

La parte fea del partido de ayer fue las dos expulsiones, la de Alfaro que además volvía después de cumplir dos partidos de sanción, y se volverá a perder la siguiente jornada. Dani Vega también vio la roja por perder tiempo cuando se marchaba sustituido. «La segunda amarilla de Vega fue porque el colegiado le dijo que se marchase por su banda más cercana, pero siguió hacia el túnel de vestuarios. La de Alfaro no sabemos bien por qué vino», concluyó el segundo entrenador del Real Murcia.