Fútbol

Un Real Murcia de media tabla

Los granas vuelven a estrellarse en Nueva Condomina, en esta ocasión ante un Antequera que devuelve a la realidad clasificatoria a los de Alfaro

Los murcianistas, sin juego y sin energía

Ángela Moreno

Ángela Moreno

El Real Murcia de Javier Recio, ese Real Murcia al que no le iban a temblar las piernas en Nueva Condomina, es el tercer peor local del Grupo II de Primera RFEF. Ese Real Murcia, que no iba a tener nada que ver con el de Mario Simón, apenas ha sumado 8 puntos en su estadio. Ayer, ante el Antequera, la derrota volvió a caer del lado de los murcianistas, un equipo murcianista que no gana en su estadio desde el 28 de octubre, un Real Murcia que, a tres encuentros de que acabe la primera vuelta, se ha confirmado como un equipo de media tabla, pero más de media tabla mirando abajo que de media tabla mirando a arriba.

Si alguien pensaba que la victoria ante el Recreativo de Huelva iba a ser un punto de reflexión, apenas ha necesitado un partido, el de ayer frente al Antequera, para volver a la realidad, una realidad que se empeña en enseñar la puerta de salida a un Javier Recio que ya estaría de patitas en la calle si en vez de director deportivo fuera entrenador.

Pero echar a Javier Recio solo serviría para tirar abajo un parapeto que a Felipe Moreno y a su hijo viene de lujo, porque mientras que el director deportivo atraiga las críticas, más que merecidas, los aficionados no miran al despacho del presidente y al de su hijo, que sin cargo ni sueldo, decidió y mucho en la llegada de algunos de esos fichajes decepcionantes que han llevado al Real Murcia a arrastrarse por la categoría.

Y es que ayer los granas volvieron a ser arrastrados. No al nivel del Málaga, porque el Antequera no está a la altura de sus paisanos, pero sí lo suficiente para indignar a una afición que solo ha celebrado seis victorias en 16 partidos.

Si alguien acudió este domingo pensando que por fin vería a un Real Murcia ganador, impulsado por el triunfo en Huelva, no necesitó ni 45 minutos para volver a sentirse engañado. Y es que el Real Murcia, que ya no puede agarrarse a las excusas de las bajas, fue superado en todo por un Antequera que puso más juego y más energía.

Burón se cobra la venganza

Tanto Imanol como Larrea perdían cualquier batalla y la defensa temblaba al más mínimo soplido pese a que Rofino ya estaba de vuelta en el centro de la zaga junto a Alberto González.

Salvó Manu García a los granas en el minuto 4, cuando sacó un disparo de Ale García en el segundo palo, pero el traje de salvador se evaporó solo 20 minutos después, cuando se ‘comió’ un disparo de Loren Burón que no parecía tener peligro pero que acabó dentro de la portería.

El exmurcianista, no renovado el pasado verano por Recio, se cobraba su venganza. Pero no solo se llevó el gol, también se llevó la victoria para su equipo, un equipo que demostró una vez más lo fácil que resulta asaltar Nueva Condomina.

El gol de Loren Burón desniveló un partido en el que hasta ese momento el Real Murcia había ido perdiendo poco a poco todas las batallas. Sin creación, sintiéndose perdedor en cualquier batalla y fallón las pocas veces que llegó al área malagueña. La envió Rodri Ríos al lateral de la red tras un centro de Pedro León y lo tuvo todo a favor el muleño para nivelar el marcador a la media hora, pero pateó el aire.

A partir de ahí desapareció el Real Murcia. Ya se encargó el Antequera de ir apagando a los granas. Con faltas primero y luego peleando más cada balón dividido, hasta el punto de que en el tramo final de la primera parte se vio a un Real Murcia decepcionante, perdido, sin saber estar en el centro del campo y temblando en defensa, una defensa en la que Alfaro se empeña en mantener a Marc Baró. Ni saber que tocaría al lateral grana bailar con Burón tiró para atrás al técnico maño.

Sufría Baró y sufría José Ruiz, que apenas podía con Ale García y que se veía condicionado por la amarilla que veía a las primeras de cambio en una acción más que tonta, en la que cogió el balón con la mano pensando que el colegiado había señalado falta.

Duró poco José Ruiz en el terreno de juego. Se quedó en el vestuario en el descanso. La misma suerte tuvo Dani Vega. Ambos fueron sustituidos por Alfaro, que buscó verticalidad poniendo a Carrillo y a Santos.

El 1-1 duró un minuto

El efecto no se notó a las primeras de cambio. El Real Murcia seguía siendo manejado por un Antequera que sabía lo que quería en cada momento. Solo un chispazo de Pedro León parecía dar esperanza. Su centro era rematado a gol por Carrillo en el 57, pero más que dar esperanza, lo que ocurrió fue que la afición se dio cuenta una vez más de lo que realmente es el Real Murcia. Porque nada más sacar de centro del Antequera, los granas volvieron a autocastigarse.

Dejaron a Ale García colarse por la banda y permitieron a Luismi destrozar a Rofino, al que prácticamente dejó sentado, antes de inventarse un disparo cruzado ante el que Manu García no pudo hacer nada.

Con el 1-2 se abría un nuevo partido, sobre todo por el paso atrás dado por el Antequera, pero el Real Murcia no es capaz de sacar su lado alegre ni con metros a favor. Y es que durante más de veinte minutos se empeñaron en caer una y otra vez en fuera de juego.

Aún así la tuvo Carlos Rojas, que estrellaba el balón en el meta del portero visitante, y sobre todo la tuvo Rodri Ríos, que con todo a favor fue menos ‘killer’ que nunca. Se la puso desde la banda Carrillo, pero el remate del pichichi grana apenas asustó a Eric Puerto. Hasta en la reanudación disfrutaron los murcianistas de una falta lateral y de un córner, la primera no la remató nadie, el saque de esquina acabó en las manos del meta del Antequera.

Con todos esos ingredientes, la receta resultó la de siempre. Un Real Murcia derrotado en casa, un Real Murcia de mitad de la tabla.

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El Real Murcia despidió ayer el 2023 en su estadio, y no lo hizo de la mejor manera. El equipo grana que luchó y peleó por empatar el encuentro, no le bastó para lograr sacar el punto. Su dos errores convertidos en goles del rival y sus numerosas pérdidas en el medio del campo le provocaron no poder manejar mejor el partido. Pablo Alfaro salió a hablar tras el choque.

«Creo que la primera parte han estado mejor que nosotros, han jugado con mayor intensidad, no nos han dejado casi ni maniobrar», comentó Pablo Alfaro a cerca de los primeros 45 minutos del Antequera, además también añadió que «no hemos sabido salir de la presión, no hemos jugado a la espalda, hemos querido jugar al pie cuando no nos dejaban ni controlar».

«Durante los primeros 10 minutos nos merecíamos ir perdiendo, se veía un equipo con ganas de vencer y otro que estaba viéndolo venir, y ese éramos nosotros, y no podemos serlo más», comentó el técnico del Real Murcia Pablo Alfaro.

El Real Murcia intentó por momentos recrear el estilo de juego impuesto en Huelva, que les funcionó, pero ayer no les salió igual de bien. «Hemos intentado jugar con esa presión alta que nos ha ido bien y mal. El Recre no nos tenía tan estudiados y por eso funcionó, pero el Antequera si se vio ese encuentro y supo como contrarrestarnos», dijo.