Fútbol

El FC Cartagena ha necesitado casi dos años para encadenar cinco partidos invicto

El revitalizado equipo de Julián Calero, tras tres empates en liga, una victoria y el pase en la Copa del Rey, no vivía una racha similar desde finales de 2021 con Luis Carrión en el banquillo

Pedro Alcalá, celebrando el triunfo en la Copa del Rey con sus compañeros. | LOF

Pedro Alcalá, celebrando el triunfo en la Copa del Rey con sus compañeros. | LOF / salva castiñeyras

Salva Castiñeyras

El FC Cartagena, tras asegurar su pase a dieciseisavos de Copa del Rey en Santo Domingo, no solo continúa avanzando en la competición, sino que también cosecha valiosas dosis de confianza y felicidad en cada paso positivo. Algo que era más que necesario para un equipo, dirección técnica y entorno cartagenerista que tuvo que sobrellevar como pudo un inicio agónico e insostenible de campaña. Si bien, nada está hecho, ni mucho menos, pero el ambiente que se respira en Cartagena es bien distinto al de hace un mes.

La mejora en el rendimiento del equipo ya no se limita a sensaciones subjetivas, como se venía argumentando desde el comienzo de pretemporada, donde cada partido disputado se contaba prácticamente como derrota, y el único ápice de esperanza al que agarrarse era la mejoría en esas sensaciones en el juego. Ahora se traduce en resultados tangibles. El FC Cartagena ha logrado una transformación tanto en su imagen como en los marcadores.

El proceso de recuperación cartagenerista no fue, ni está siendo, tarea sencilla. Julián Calero llegó con la misión de revivir a una plantilla que estaba hundida mentalmente, algo en lo que el técnico de Parla, es experto. Pero en Cartagena quizás ha encontrado su mayor reto hasta la fecha. Desde su aterrizaje en la trimilenaria, hace menos de setenta y cinco días, el cuadro blanquinegro ha recibido múltiples golpes durísimos en lo moral. El empate en Ferrol en el 93’, la derrota en Anduva en el 91’, el empate en Oviedo en el 97’ o el empate en Tenerife en el 92’... Hasta 4 golpes de revés que dejan a cualquiera casi sin ganas de volver a intentarlo.

Sin embargo, de todo se puede sacar algo en positivo, y es que en medio de este huracán de necesidad, y agobio, Calero parece haber logrado dar con esa tecla competitiva que hace que el FC Cartagena se mantenga estable y vivo hasta el pitido final. Con un estilo quizás poco vistoso, pero muy práctico, los soldados de Julián han entendido a la perfección qué es lo que el preparador quiere de ellos en el campo: seriedad, intensidad, defensa sólida y velocidad en el ataque.

Los albinegros de la mano de este nuevo ‘gen competitivo’, han logrado encadenar cinco partidos sin conocer la derrota, algo que no ocurría en el conjunto cartagenero desde hace casi dos años, más concretamente desde enero de 2022. Ahora, casi poniéndole el último broche a 2023, el Cartagena con su triple empate consecutivo ante Oviedo (1-1), Albacete (1-1) y Tenerife (1-1), sumado aal triunfo ante el Sporting de Gijón (1-0), y a este último empate en Copa (0-0) frente a Alcorcón, vuelve a sumar cinco fechas consecutivas como invicto.

Este dato demuestra que la escuadra albinegra ha encontrado su identidad, y ha recuperado esa esencia competitiva que define a los verdaderos luchadores. Con este último resultado, el Cartagena afronta el futuro con renovado optimismo, listo para afrontar los desafíos que la segunda vuelta de la temporada traerá consigo.

La última vez que el FC Cartagena alcanzaba esa cifra de encuentros sin perder se encontraba bajo el mando de Luis Carrión, en uno de sus momentos más brillantes de juego. Para ello nos remontamos a una racha que se alargó hasta los seis partidos, entre los meses de diciembre de 2021 y enero de 2022.

El punto de partida fue la victoria ante Racing Rioja en Copa del Rey por (0-2), seguido de dos empates a uno ante Tenerife y Alcorcón. Tras ellos, venció por (1-2) al Castellón en Copa, y al Mirandés en el Cartagonova por un contundente (3-0) para despedir 2021. Una vez comidas las uvas, el dos de enero se venció (0-1) a la UD Almería de Rubi. La racha pondría su punto y final tres días más tarde, el cinco de enero en aquel duelo ante el Valencia CF (1-2) correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.

Desde entonces ha cambiado mucho el panorama en la ciudad. Para ponernos en contexto, el once de esa última victoria ante Almería era el siguiente: Marc Martínez, Gastón Silva, Pablo Vázquez, Pedro Alcalá y Julián Delmás en defensa; Richard Boateng, Yann Bodiger y Pablo De Blasis en el centro del campo; y arriba, Berto Cayarga, Rubén Castro y Alex Gallar. En el banquillo, jugadores como De La Bella, Antoñito, David Andújar, Neskes, Okazaki, Ortuño, Nacho Gil, Mo Dauda… Un plantel con el que, al leerlo, a más de uno se le puede escapar una sonrisilla.

Ahora no son los mismos protagonistas, ni en el verde ni en el banquillo. De aquel equipo solo continúan el capitán Marc Martínez, el mazarronero Pedro Alcalá y el yeclano Alfredo Ortuño. Es obvio que el FC Cartagena pasa por uno de sus peores momentos, sino el peor, desde su ascenso al fútbol profesional en 2020, pero con Calero, las ilusiones están renovadas en los corazones de los seguidores cartageneristas. Tras estos últimos resultados, la afición vuelve a creer, y los jugadores también.

Como dijo el técnico albinegro, el premio de pasar de ronda en Alcorcón, era seguir sumando esa «mentalidad ganadora», algo que siempre está por delante en el fútbol profesional. Tras haber tropezado y caído una y mil veces en esta 2023-2024, y ser el equipo súper colista de la categoría, Calero confió en lavarle la cara de perdedores a sus pupilos, y trabajando duro y creciendo desde la línea defensiva, el de Parla ha construido un equipo, al menos, firme, que pelea cada jugada y exprime al máximo el jugo futbolístico de sus piezas.

Por supuesto, esto no acaba nada más que empezar, y este nuevo arranque, el equipo lo tiene que utilizar como una mina de motivación y confianza para seguir sumando partido tras partido. La permanencia, pese a verse aún con catalejo, se acerca. Y una nueva oportunidad importantísima para andar hacia ella será volver a puntuar en el Martínez Valero de Elche este próximo domingo.

Gonzalo Verdú regresa al domingo a Elche tras ser suplente en las dos últimas jornadas

Para el cartagenero Gonzalo Verdú, el partido del domingo no será uno más. Después de concluir la temporada 2016-2017 aceptó el reto que le planteó el Elche, que entonces militaba en Segunda División B. El conjunto ilicitano se convirtió en su casa, ya que el futbolista pasó seis campañas vistiendo de blanquiverde. En su primera campaña logró el ascenso a Segunda con Pacheta como entrenador. En la siguiente, la 2018-2019, el Elche se consolidó en la categoría con Verdú jugando 38 partidos. Y fue en la 2019-2020, con el cartagenero ya como capitán y actuando en 36 encuentros, cuando llegó el ascenso a Primera, el segundo de la carrera de Verdú que muchos años atrás vivió el amargo sabor del descenso con el Orihuela. El mediocentro tuvo la oportunidad de jugar tres temporadas en la máxima categoría, en la que contabiliza 68 partidos jugados, 33 de ellos en la primera de las campañas, la 2020-2021. El pasado verano, después del descenso a Segunda y al concluir su contrato, quedó en libertad y regresó al club desde que el que se marchó a Elche, con el que ha sido suplente en las dos últimas jornadas, una situación que se puede repetir este domingo, además de no participar en el duelo de Copa del Rey.