CRÓNICA

El UCAM se ahoga en Zaragoza

La entrada tras el descanso de los locales, clave para hacerse con el triunfo

Troy Caupain, del 
UCAM, ayer ante Gielo
y Bell-Haynes. acb photo/A.sánchez

Troy Caupain, del UCAM, ayer ante Gielo y Bell-Haynes. acb photo/A.sánchez / José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

Maniatado, incómodo y sin capacidad de reacción. Así se mostró ayer el UCAM Murcia CB ante el Casademont Zaragoza en un encuentro en el que peleaba por prolongar su brillante racha del mes de noviembre y enlazar la que sería su quinta victoria consecutiva en la Liga Endesa este curso, una marca que no se logra desde la campaña 2015-2016. Le faltó poco al conjunto universitario para igualar su récord, pero se topó con un rival que le ahogó prácticamente desde el inicio. Primero cerrando la pintura y obligándole a recurrir al tiro exterior como su principal vía de anotación sabiendo que es el talón de Aquiles del plantel de Sito Alonso este curso. Y después impidiendo que llevasen el ritmo, el control y la velocidad del encuentro (82-76).

Aún así, consiguió el UCAM pelear por el triunfo hasta el final después de una semana sin pisar Murcia, ya que desde el jueves se encontraba en Zaragoza tras su encuentro en Bosnia del martes en la Champions League. Logró situarse a cuatro de diferencia cuando todavía restaban dos minutos para la conclusión (70-74), después de un tercer cuarto en el que el Casademont marcó territorio con un parcial de salida de 12-2 que le permitió para afrontar toda la recta decisiva con la confianza y comodidad que buscaba para seguir su guion, pero nunca dio la impresión de poder encontrar y prolongar ese buen momento que le permitiera voltear la situación.

A pesar de que lo intentó, y que no renunció al triple ante su evidente falta de acierto esta temporada, con 19 lanzamientos ejecutados, la falta de amenaza desde esa distancia llevó el encuentro al terreno que quería su rival, y le cargó de más y más seguridad con el paso de los minutos para cortar su sequía en la Liga Endesa a costa de un UCAM que venía de un mes inmaculado, con cuatro triunfos de manera consecutiva en el campeonato doméstico y que buscaba la novena del curso para poner pie y medio en la Copa del Rey de Málaga.

No fue la tarde del equipo universitario, pero sí el día para tomar nota de cómo poder sortear este tipo de encuentros si los rivales repiten esta fórmula en la que el UCAM no encontró ayer el antídoto para poder imponer su juego y virtudes. Y es que ya sea por la falta de acierto o por las defensas realizadas, el partido arrancó con muchas imprecisiones por parte de ambos equipos en los primeros minutos (3-4). El UCAM Murcia se fue encontrando poco a poco, con las primeras canastas conseguidas, pero respondió rápidamente el Casademont Zaragoza (10-10). El conjunto universitario pudo conseguir una anotación más alta si llega a estar más acertado en este primer cuarto, sobre todo desde el lanzamiento exterior. Y es que consiguió realizar varios tiros liberados desde el perímetro, con buenos pases ejecutados por Dylan Ennis, pero no consiguió ver aro. Con las rotaciones, el UCAM mantuvo el guion, a pesar de estar amenazado por el bonus y mandar a su rival al tiro libre, y fue Radovic el que rompió la mala racha desde el triple ante un Casademont Zaragoza que protegió al máximo la pintura para forzar al cuadro de Sito Alonso a lanzar desde lejos (15-17). Se rompió el partido demasiado rápido, al buscar anotar ambos en los primeros segundos, con un intercambio veloz de posesiones en el que acabó el Casademont Zaragoza con mejores sensaciones al dar la impresión de tener mayor control de la situación (19-17).

Tuvo que solicitar el primer tiempo muerto Sito Alonso rápidamente tras un parcial de salida de 3-0 en el segundo cuarto con un error defensivo en el saque de fondo (22-17). No encontraba el antídoto el UCAM al plan del Casademont Zaragoza y mostraba señas evidentes de estar demasiado incómodo sobre la pista al no poder correr ni anotar por dentro. Fue entonces cuando apareció Jelínek, para convertir su primer triple, y los universitarios realizaron una buena combinación para que Diagne anotase a placer (22-22). Caupain, de nuevo de tres, suavizó un poco la situación para el UCAM a cinco minutos del descanso, aunque el cuadro aragonés seguía liderando tanto el marcador como el ritmo del partido (29-25). Comenzó a aparecer el base norteamericano, mucho más activo que en anteriores encuentros, pero Sito Alonso apostó por su quinteto habitual para encarar estos últimos minutos de la primera parte (34-29). Seguía el UCAM sin ser regular en el acierto desde fuera, pero logró sacar petróleo acudiendo al rebote, forzando al Casademont a mandarlo al tiro libre e intentando subir un nivel más su defensa para correr (34-35). Eso provocó el tiempo muerto de Fisac, pero poco cambió en este último minuto y una técnica sobre el técnico local por protestar permitió al cuadro murciano finalizar por delante tras una acción de Ennis (34-38).

Smith rompe el partido

El Casademont Zaragoza sorprendió en el inicio de la segunda mitad con un parcial de salida de 12-2 liderado por Smith, con ocho puntos en los primeros minutos (46-40), por lo que Sito Alonso tuvo que pararlo. De nuevo no se encontraba nada cómodo el UCAM en el partido, y esta vez no por su falta de acierto desde el perímetro, sino por la intensidad y el ritmo de partido marcado por el conjunto de Fisac. Buscó el entrenador universitario cambiar la dinámica con la entrada de Caupain y Sant-Roos, y Kurucs se mantuvo en pista a pesar de sus tres faltas (50-40). En este tramo del partido apareció un Bell-Haynes que fue un quebradero de cabeza para los universitarios, tanto en defensa como en ataque, y el parcial se fue engordando ante un UCAM impotente ante esta situación de partido (52-42). Mejoró algo el cuadro de Sito Alonso con el paso de los minutos, y encontrando el aro en un intercambio de canastas que no le beneficiaba al ir por detrás. Sleva dio algo de esperanza al lograr convertir desde la esquina, pero la distancia se mantuvo con el avance del reloj y un Casademont que parecía imparable con Watt como referente (60-51).

El UCAM era consciente de lo que debía escalar si quería llevarse el partido, y lo intentó en los primeros compases del último cuarto por mediación de Dylan Ennis. Sin embargo, un triple de McFadden enfrió los ánimos (63-55). Fue entonces cuando también comenzó a dominar el rebote el Casademont Zaragoza, reutilizando esos lanzamientos fallidos y haciendo daño de nuevo a un equipo murciano que continuaba a diez de distancia cuando restaban seis minutos para el final (67-57). La insistencia del UCAM permitió recortar en este tramo del encuentro, tras una antideportiva de Sakho, con una canasta de Radovic que colocó el 69-63 a falta de cuatro minutos. Seis puntos debían recortar los de Sito Alonso, que puso de nuevo en pista a Hakanson y Birgander, sin embargo, un nuevo triple de McFadden les devolvió a la casilla de salida (72-65). Radovic, al anotar un tiro libre, redujo hasta los cinco puntos y el partido también se marchó a una lucha desde esta distancia con los anotados por Bell-Haynes (74-67). A dos del final, el UCAM tuvo la paciencia necesaria para encontrar y anotar Kurucs desde el triple (74-70), pero la pérdida del rebote y un lanzamiento fallado de Sleva le lastraron en el último minuto (76-70), donde el Casademont Zaragoza terminó por cerrar un partido en el que supo tener maniatados a los universitarios hasta lograr su objetivo al término de los cuarenta minutos (79-72).