Fútbol

Simeone, el tercer hombre, amenaza al Barça con el Cholo-taka

El técnico rojiblanco ha reinventado al Atlético desde el parón del Mundial de Catar apostando por un 5-3-2 y un juego asociativo que le ha llevado a ser el equipo más goleador en la fase de grupos de la Champions

Diego Pablo Simeone.

Diego Pablo Simeone.

Fermín de la Calle

Este Simeone maduro al que los números equiparan con Ferguson o Wenger se ha convertido en un entrenador más suelto ante las cámaras de Amazon que con los micrófonos en las ruedas de prensa. Pero tras la victoria del martes en 'The Kuip' no pudo esconder la satisfacción y el alivio que le produjo la clasificación para octavos en tierras neerlandesas: “Llevamos años sin tener esta tranquilidad, entre paréntesis, de ver si somos primeros o segundos. No recuerdo cuánto hace que no nos clasificamos con una jornada de antelación para octavos. Eso sí es para resaltar. El grupo era parejo y lo hemos manejado muy bien hasta el día de hoy”.

Catar, punto de inflexión

Pasa el Atlético a octavos de Champions siendo el equipo más goleador de la fase de grupos con 15 tantos a favor, tres por partido, empatado con el Manchester City de Pep Guardiola, con dos goles más que el Real Madrid de Ancelotti, cinco más que el Barcelona de Xavi y siete por encima del París Saint-Germain de Luis Enrique. Este Atlético 2023-24 se 'inventó' durante el Mundial Qatar, porque Simeone aprovechó aquel impass de 53 días para dar una vuelta a su pizarra y definir su propuesta del 5-3-2. El Cholo dejó claro que no contaba con “los jugadores de Mendes”, y un mes después salían Joao Félix, Cunha y Felipe. Los tres a la Premier, donde han tenido un rol intrascendente en sus equipos.

Aquello cambió la dinámica del equipo. De estar fuera de la zona Champions, eran sextos al producirse el parón del Mundial, a completar la mejor segunda vuelta del campeonato con 43 puntos, 42 goles a favor y 17 en contra, sumando 13 victorias, cuatro empates y dos derrotas. Números que, de haberlos replicado en la primera mitad del campeonato, le habrían permitido pelear por el título liguero. Desde entonces el Atlético vive instalado en una inercia positiva que ofrece la mejor versión de muchos de sus jugadores.

Koke y Griezmann

Koke y Griezmann / Atlético de Madrid

En defensa Oblak está recuperando su jerarquía en el área, con una línea de tres centrales por delante en la que Giménez parece haber sorteado la plaga de lesiones y Hermoso vive sus mejores días como futbolista. La experiencia de Witsel, reciclado atrás para dar el primer pase, la contundencia de Savic y el regreso de Reinildo, al que Simeone espera con impaciencia, completan la nómina de zagueros. En los carriles el Atlético 'fichó' a un lateral en el Mundial. Porque nada tiene que ver el Nahuel Molina que se fue a Qatar con el que volvió siendo campeón del mundo. Carrilero profundo de zancada larga, el argentino es un recurso ofensivo enorme para el equipo. En la otra banda Simeone se ha ‘inventado’ a Samu Lino y a un Rodrigo Riquelme que no se veía en esa posición. Pero el Cholo le desafió y en The Kuip el canterano fue nombrado 'Man of the Match' desde el carril zurdo.

El tercer hombre rojiblanco

La medular es el centro de operaciones de este Atlético del Cholo-taka. Simeone mantiene la exigencia de la solidaridad defensiva (“el esfuerzo no se negocia”), pero ha trabajado hasta a conciencia la activación de sus jugadores tras recuperación. Hoy en día el tercer hombre, ese rasgo identitario del Barcelona desde la creación de La Masía, es más reconocible en este Atlético que en el equipo de Xavi. Una vez roba la pelota, el conjunto rojiblanco busca rápido un pase que supere las líneas rivales para coger al adversario descolocado y armar así su ataque. Siempre dentro de un entorno de seguridad y con el despliegue solidario de carrileros y volantes. Es el momento en que aparecen Koke, el ancla, y De Paul para equilibrar al equipo, permitiendo a Nahuel y a Riquelme subir con prestancia para asociarse con Saúl, que vive su mejor momento en años sumando ya cinco asistencias en Liga, o con el desparpajo de un Pablo Barrios que se graduó con galones en el Olímpico de Roma ante la Lazio.

Todos saben que pueden contar siempre con Griezmann como tercer hombre porque el francés cae a banda para ofrecerse en esa salida en la que crea superioridad ante el rival. Antoine se ha convertido en mucho más que un mediapunta. Es el director de orquesta que decide si la pieza se interpreta en un tempo andante, acelerarla al allegro o dispararla al presto. Además de lucir su timing perfecto como llegador que asoma al balcón del área cuando los carrileros miran atrás, el mejor socio de Morata en los espacios o la tercera pata del trivote si De Paul y Koke necesitan otra mano para achicar agua en medio de la tormenta. Griezmann es al tiempo el Messi atlético, el Bellingham rojiblanco y el Modric colchonero.

Delante Simeone ha sabido rentabilizar a este nuevo Álvaro Morata que sigue subido en la ola por el efecto placebo del brazalete de la selección. Morata ha dejado de pelearse con el mundo y espantado a sus fantasmas para disfrutar más del fútbol, lo que se ha traducido en un incremento goleador notable que le sitúa como un referente en Europa y en la Liga.

Todos son buenas noticias en este Atlético que, partido a partido, aspira a todo. La Liga es un objetivo real porque sabe que el Barcelona ha dado un paso atrás y el Real Madrid tiene déficit en ataque. Simeone defiende estoicamente su rol de tercero, pero el vestuario atlético sabe que tras ‘bailar’ al Madrid en el derbi del Metropolitano (3-1) este partido en Montjüic es el test que definirá sus posibilidades de pelear por el título. El Cholo-taka, apoyado en el tercer hombre, amenaza a este Barça contragolpeador de Xavi. El mundo al revés.